´Los peores van primero´
Buscan casos de seguridad pública, seguridad nacional. La gran diferencia es que ya nadie tiene un pase libre, advierte
Agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas utilizan una cadena para retener con más comodidad a una personas con las esposas al frente.
SILVER SPRING, Maryland
Tras una semana de la segunda presidencia de Donald Trump y sus esfuerzos por combatir la inmigración ilegal, los agentes federales trabajan con una nueva determinación, sabiendo que "Ya nadie tiene un pase libre".
Una docena de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) se reunieron antes del amanecer del lunes en un estacionamiento de Maryland, y luego se dispersaron por los suburbios de Washington para encontrar a sus objetivos: alguien buscado en El Salvador por homicidio, una persona condenada por robo a mano armada, un migrante declarado culpable de poseer material de abuso sexual infantil y otro con condenas por drogas y armas. Todos estaban en el país sin permiso de residencia.
"Los peores van primero", dijo Matt Elliston, director de la oficina de campo del ICE en Baltimore, sobre las prioridades de la agencia.
The Associated Press acompañó a los agentes, quienes ofrecieron una visión de cómo ha cambiado su trabajo con una Casa Blanca decidida a deportar a un gran número de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin autorización.
Las personas consideradas como amenazas para la seguridad pública y la seguridad nacional siguen siendo la principal prioridad, dijo Elliston.
Eso no es diferente del gobierno de Biden, pero ya se ha producido un gran cambio: con Trump, los agentes ahora pueden arrestar a personas sin permiso de residencia si se topan con ellas mientras buscan a migrantes bajo orden de expulsión. Con Joe Biden, esos "arrestos colaterales" estaban prohibidos.
"Estamos buscando esos casos de seguridad pública, seguridad nacional. La gran diferencia es que ya nadie tiene un pase libre", dijo Elliston.
El número de arrestos colaterales ha fluctuado, dijo. Para el final del lunes en Maryland, el ICE había arrestado a 13 personas. De ellos, nueve eran objetivos y los otros cuatro eran personas con las que ICE se encontró durante el transcurso de la mañana.
De esos "colaterales", uno tenía una condena por robo con agravantes. Otro ya había sido deportado una vez, y dos más tenían órdenes finales de expulsión.
Cambios en el control migratorio durante el mandato de Trump
El gobierno recalcó la participación de otras agencias en las operaciones de inmigración durante el fin de semana, incluyendo el FBI, la agencia antidroga y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, que forman parte del Departamento de Justicia.
Agentes miran la identificación de una persona detenida, el lunes 27 de enero de 2025, en Silver Spring, Maryland.
Emile Bove, el fiscal general adjunto interino, presenció varios arrestos el domingo en Chicago, una señal de la creciente participación del Departamento de Justicia.
Los arrestos diarios de ICE, que promediaron 311 en el año terminado el 30 de septiembre, se mantuvieron bastante estables en los primeros días después de que Trump asumiera el cargo, luego aumentaron de forma drástica el domingo a 956 y el lunes a 1.179. Si se mantienen, esas cifras marcarían el promedio diario más alto desde que el ICE comenzó a llevar registros.
Trump también ha retirado protocolos arraigados que restringían la actividad del ICE en "lugares sensibles" como escuelas, iglesias u hospitales. Esa decisión ha preocupado a muchos migrantes y defensores, que temen que los niños se traumaticen al ver a sus padres arrestados en la fila para dejarles en la escuela o que los migrantes que necesitan atención médica no vayan al hospital por miedo a ser arrestados.
Elliston rechazó esos temores y dijo que ha sido extremadamente raro que el ICE entre en uno de esos lugares. En sus 17 años en el trabajo, dijo que sólo ha entrado en una escuela una vez y fue para ayudar a detener a un tirador activo.
La eliminación de otras pautas que habían restringido las operaciones de ICE en los tribunales marca una gran diferencia en el trabajo de la agencia, señaló.
Pero la eliminación del protocolo sobre lugares sensibles sí afecta a ICE de maneras más sutiles.
Por ejemplo, en un momento dado el lunes, el equipo se detuvo en un estacionamiento con la esperanza de atrapar a un miembro de una pandilla venezolana que se creía trabajaba como repartidor en un negocio cercano. Al otro lado de la calle había una iglesia, y una calle más allá había una escuela primaria, lo que bajo las normas anteriores les habría impedido estacionarse allí para hacer vigilancia.
Algunas políticas no han cambiado
Lo que no ha cambiado, dijo Elliston, es que estas son operaciones dirigidas. El ICE tiene una lista de personas a las que persigue, en lugar de ir indiscriminadamente a un lugar de trabajo o edificio de apartamentos buscando personas que estén en el país sin permiso.
"Odio de verdad la palabra ´redadas´ porque da a la gente la impresión equivocada, como si simplemente fuéramos de puerta en puerta diciendo, ´Muéstrenos sus papeles´", dijo. "Nada podría estar más lejos de la verdad".