No se avizora fin a la crisis en puentes

La escasez de personal en las garitas aduanales estadounidenses de revisiones vehiculares provocará que se mantengan indefinidamente las largas filas de espera en los puentes internacionales que conectan a esta frontera con el Valle de Texas.

En este escenario, el cruce de Reynosa-Pharr entró en su tercera semana de cierre parcial al ingreso de los vehículos ligeros en una medida orientada a agilizar y desfogar las largas filas de camiones de carga que en el clímax de las aglomeraciones llegaron a tardar más de diez horas en cruzar.

Las líneas de vehículos se registran además en los puentes de Reynosa-Hidalgo y Reynosa-Mission, que también resultaron afectados con la reasignación de personal ordenada por el gobierno estadounidense.

Además, los peatones no escapan a estas largas esperas de penitencia. Varios adultos en fila se quejaron de que ya sentían entumecidas la piernas y otros manifestaban tener sed.

Tres horas, dos horas y una hora tardan para llegar a la inmediaciones del puente internacional los viajeros internacionales de a pie.

Adultos de la tercera edad, señoras y señores, jóvenes hombres y mujeres y niños caminando y en brazos formaban parte de las enormes hileras para pasar al lado norteamericano.

Desde las siete, las ocho o nueve horas la gente caminaba a paso lento por el carril peatonal hacia el Valle de Texas.

“El problema es porque no hay empleados para revisar; es que cada vez asignan menos personal”, son los comentarios.

‘‘Es que cierran las casetas vehiculares por que así los dispuso el presidente de Estados Unidos Donald Trump’’, forma parte también de las justificaciones que daban las personas que hacían fila.

‘‘Vamos de compras porque es más barato y de mejor calidad’’, dijo una señora; un adulto mayor expresó que va a los Estados Unidos a visitar a sus familiares.

Pero en general la gente va de compras a los las tiendas que se ubican cercanas al Puente Internacional en Hidalgo, Texas.

Varios adultos se quejaron de que ya les dolían las piernas de tanto estar parados y algunos decían tener sed.

 Varados. Varias horas parados, los reynosenses hacen fila para cruzar al Valle de Texas.