‘No es juicio, es golpe de Estado’

Washington, D.C.

Ante la investigación de los demócratas en la Cámara de Representantes para un juicio de destitución, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que no se trataba de un procedimiento político, sino de un golpe de Estado.

"Estoy llegando a la conclusión de que lo que está pasando no es un juicio político, es un GOLPE DE ESTADO", acusó Trump en su cuenta de Twitter.

"Lo que intentan es quitarle el poder al pueblo, su voto, sus libertades, su Segunda Enmienda, Religión, Ejército, Muro fronterizo, y sus derechos otorgados por Dios como ciudadanos de los Estados Unidos de América".

El Presidente enfrenta una investigación para determinar si es posible ordenarle un juicio político, que se desencadenó por su llamada con el Mandatario de Ucrania, en la que le pidió para que investigara al ex vicepresidente Joe Biden y a su hijo.

Los comités de la Cámara Baja que realizan la investigación ya han citado a funcionarios cercanos a Trump, entre ellos Mike Pompeo y su abogado personal, Rudy Giuliani, para que comparezcan y presenten documentos relacionados a la llamada.

 "La mayor cacería de brujas en la historia de nuestro país", escribió el Mandatario en un tuit posterior.

ACUSACIONES DE INTIMIDACIÓN

En un tono desafiante, el gobierno del presidente Donald Trump le negó ayer martes al Congreso acceso a testigos en su investigación para juicio político, incluso después de que los demócratas de la Cámara de Representantes advirtieron que tales obstrucciones podrían ser objeto también de juicio político.

El secretario de Estado Mike Pompeo intentó demorar la entrega de documentos y testimonios por parte de cinco funcionarios y exfuncionarios en la investigación de juicio político que podría derivar en cargos en contra del presidente Trump. Pero los demócratas fueron capaces de fijar una audiencia a puerta cerrada en la que el jueves comparecerá el exenviado especial a Ucrania Kurt Volker, seguido por la exembajadora Marie Yovanivitch la siguiente semana.

La escalada en el intercambio de acusaciones y advertencia es un nuevo paso en la confrontación entre los poderes ejecutivo y legislativo después de que los demócratas iniciaron el proceso formal de juicio político a finales de la semana pasada.

La investigación se dio después de la revelación de un denunciante de seguridad nacional sobre una llamada telefónica de Trump en julio pasado en la que pidió ayuda al presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskiy para investigar a su rival político, el demócrata Joe Biden, y a su hijo Hunter.

Pompeo señaló que los demócratas intentaban “intimidar” y “abusar” de funcionarios de carrera para que comparecieran y declaró que podría “no ser posible” de la manera en que lo exigen. Los investigadores de la cámara baja respondieron que sería ilegal que el secretario intentara proteger a Trump al evitar que los funcionarios rindieran testimonio ante el Congreso.

Afloran intimidaciones

>Los simpatizantes de Trump aplaudieron la respuesta tajante de Pompeo a los demócratas. 

>Pero también complicó la situación del propio secretario, un día después de que se dio a conocer que estuvo presente durante la conversación telefónica de Trump con Zelenskiy, misma que desencadenó la pesquisa de juicio político.

>Cualquier intento de intimidar a testigos o evitar que hablen con el Congreso — incluyendo a empleados del Departamento de Estado — es ilegal.

>Ello constituirá evidencia de obstrucción en la investigación de juicio político”, dijeron los presidentes de tres comisiones de la Cámara de Representantes: Adam Schiff de Inteligencia, Eliot Engel de Asuntos Exteriores, y Elijah Cummings de Supervisión y Reforma del Gobierno.

>Señalaron que de estar presente durante la llamada de Trump, “el secretario Pompeo es ahora un testigo de los hechos en la investigación de juicio político de la Cámara de Representantes”. 

>Y advirtieron: “Debe dejar de intimidar de inmediato a los testigos del Departamento con tal de protegerse a sí mismo y al presidente”.