Necesitan impulso en la construcción. Padecen por recortes al gasto público
Revela informe de Canacintra freno del tercer sector económico
gilberto.banda@elmanana.com
La industria de la construcción, considerada fundamental para el desarrollo del país y que conforma el tercer sector que más aporta a la actividad económica, hace lo necesario para salir avante a como dé lugar, pero los recortes presupuestales al gasto público en infraestructura, los subejercicios, lentitud de algunas obras, y la corrupción en licitaciones, constituyen un freno a ese esfuerzo.
Los recortes presupuestales, la corrupción que aflora alrededor de los contratos o licitaciones públicas y otros agentes más, no dejan al Sector de la Construcción desplazarse como un motor de crecimiento de la economía como lo requiere el país tal y como, lo muestran las cifras económica de los PIB´s trimestrales de los años 2013, 2014, 2015, 2016 y el primer trimestre 2017 donde también se constata el crecimiento irregular con altibajos de la economía, que reclama una reactivación constante del mercado interno mediante la ejecución inmediata y oportuna de obras y proyectos públicos aprobados principalmente, evitando a toda costa el que algunos de estos proyectos se cancelen o posterguen para fechas indefinidas.
Adicionalmente, un poco más del 40 por ciento de los gastos de este Sector se erogan en servicios y materiales que son empleados directamente en todas las cadenas productivas existentes en nuestro país, porque está muy ligado al de las manufacturas con sus productos que abastecen a ese mercado.
En estas condiciones se hacen necesarias acciones que permitan reforzar los esfuerzos que realizan los empresarios de la construcción, anota un documento elaborado por el Centro de Estudios Económicos de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
Más de la sección
Un mayor deterioro de resultados en este sector de la construcción, se ha evitado gracias a la mayor participación de las inversiones privadas (cerca del 60 por ciento), en las obras y proyectos en nuestro país, puntualiza.
Derivado de lo anterior, la actividad industrial que prevalece para la mayoría de las MI Pymes mexicanas, es preocupante por lo irregular de la actividad económica, situación que nunca debe ser desestimada por cualquiera y en su lugar deberá ser atendida con sentido de urgencia e inteligentemente, dice el informe.
Por todo esto, señala, la economía mexicana pasará por un proceso difícil, pero superable, durante todo el 2017 a pesar de que la economía estadounidense lograra crecimientos atractivos durante mismo año.
Dentro de este panorama, vale la pena resaltar que, gracias al consumo o gasto privado interno, la economía mexicana no sufrió un deterioro dramático en 2016, pero será importante actuar de diferente manera y con sentido de urgencia para evitarlo.
APORTADORES
El consumo o gasto privado interno de nuestra economía, tiene aportadores importantes y uno de ellos es el arribo e incremento de las remesas en dólares que nuestros compatriotas envían a México por sus trabajos que desarrollan fuera de nuestro país y que ante la devaluación de nuestra moneda ante el dólar resultan beneficiadas. Claro que, se habrá que tener cuidado que el crédito otorgado para el consumo no arroje una morosidad que a mediano plazo ocasione un deterioro a las economías familiares.
Otro sector aportador a la activación del consumo interno es el poder adquisitivo de los turistas que han aprovechado derivado de la paridad peso- dólar y finalmente se puede mencionar el incremento al crédito al consumidor que ha aportado lo correspondiente a la activación del mercado interno.
Y enfocándonos al actual bajo crecimiento económico y desaceleración de la Industria, se puede resumir que ésta tiene varias causas y algunas de ellas son: la aún afectación de la política fiscal vigente por los impuestos aplicados durante el 2015 y sus consecuentes días hasta la fecha; el efecto de haber reducido las deducciones fiscales principalmente; la menor demanda externa de los productos manufacturados en nuestro país registrada en los últimos meses, los recortes presupuestales – necesarios pero no deseados-, una mayor competencia mundial.
Así como la inseguridad creciente que a pesar de lo realizado por nuestras autoridades resulta insuficiente; la corrupción e impunidad que cada día se notan con mayor intensidad; la debilidad de las autoridades en la aplicación de un estado de derecho y certeza jurídica ante acciones de grupos que perturban el ambiente social y productivo del país; el crecimiento del comercio ilegal de mercancías junto con la piratería y a la “abultada” informalidad que no aportan lo correspondiente en impuestos pero sí consumen de lo contribuido por los formales, sin sumar las cerca del millón 800 mil personas desempleadas que existen a la fecha.
En suma, estos rubros y otros más son considerados como causantes de una menor actividad industrial y además, desaceleradores o inhibidores o limitadores de la productividad y de las inversiones tanto nacionales como extranjeras.