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México propone un cambio en las reglas del sector automotriz para lograr un acuerdo en el TLC

El Gobierno de Peña Nieto trata de acercar posturas con EE UU a las puertas de la séptima ronda de conversaciones

El nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) pasa, sí o sí, por un cambio en las reglas del juego en el sector automotriz. Estados Unidos dinamitó las conversaciones en octubre pasado con una propuesta de máximos que no recabó el apoyo ni de sus dos socios regionales, ni de los expertos ni de su propia industria. Hace un mes, Canadá -aunque con escaso éxito- puso encima de la mesa una nueva fórmula de cálculo que permitiría elevar el contenido regional sin cambios drásticos. Y México está muy cerca de hacer lo propio en la séptima ronda de negociación para actualizar del mayor pacto comercial del planeta, que empezará justo dentro de una semana en la capital mexicana. “Estamos trabajando con la AMIA [la patronal del sector en el país latinoamericano] para cerrar una propuesta mexicana”, ha confirmado este lunes el secretario (ministro) de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo. El sector automovilístico es, por mucho, la primera industria de México y la mayor fuente de divisas, por delante de las remesas, del turismo y del petróleo. Pieza, por tanto, de caza mayor en la renegociación.

Foto: REUTERS.México propone un cambio en las reglas del sector automotriz para lograr un acuerdo en el TLC

“En materia automotriz ya hay dos propuestas en la mesa, una estadounidense y una canadiense, y estamos trabajando con la AMIA para cerrar una propuesta mexicana", ha subrayado Guajardo al término de un acto sobre industria 4.0. "Creo que la AMIA hizo una posición de arranque, pero después de seis meses de negociación es tiempo de reconocer que el modelo de vehículo de 1992, que se tomó [en el proceso de negociación del TLC, firmado en 1994] es un automóvil muy diferente del de 2018. Tenemos que modernizar la regla de origen", ha remarcado el titular de Economía mexicano y hombre fuerte de Enrique Peña Nieto (PRI) en la renegociación del acuerdo comercial, del que dependen el 80% de las exportaciones del país norteamericano.

El nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) pasa, sí o sí, por un cambio en las reglas del juego en el sector automotriz. Estados Unidos dinamitó las conversaciones en octubre pasado con una propuesta de máximos que no recabó el apoyo ni de sus dos socios regionales, ni de los expertos ni de su propia industria. Hace un mes, Canadá -aunque con escaso éxito- puso encima de la mesa una nueva fórmula de cálculo que permitiría elevar el contenido regional sin cambios drásticos. Y México está muy cerca de hacer lo propio en la séptima ronda de negociación para actualizar del mayor pacto comercial del planeta, que empezará justo dentro de una semana en la capital mexicana. “Estamos trabajando con la AMIA [la patronal del sector en el país latinoamericano] para cerrar una propuesta mexicana”, ha confirmado este lunes el secretario (ministro) de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo. El sector automovilístico es, por mucho, la primera industria de México y la mayor fuente de divisas, por delante de las remesas, del turismo y del petróleo. Pieza, por tanto, de caza mayor en la renegociación.

Consciente de que sin un cambio en este punto EE UU no dará su brazo a torcer, en cuestión de meses el Gobierno mexicano ha pasado de negarse a introducir cambios en las reglas de origen del sector automotriz -que fijan el porcentaje mínimo de piezas fabricadas en la región que deben montar los coches ensamblados en cualquiera de los tres países- a acceder a negociar. Sin embargo, las resistencias internas siguen siendo importantes. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha repetido, por activa y por pasiva, que no ve necesario hacer ningún retoque en el contenido regional y que un incremento drástico -en esto coinciden también muchos académicos- dañaría gravemente la competitividad de los tres países frente a terceros como China.

“En materia automotriz ya hay dos propuestas en la mesa, una estadounidense y una canadiense, y estamos trabajando con la AMIA para cerrar una propuesta mexicana", ha subrayado Guajardo al término de un acto sobre industria 4.0. "Creo que la AMIA hizo una posición de arranque, pero después de seis meses de negociación es tiempo de reconocer que el modelo de vehículo de 1992, que se tomó [en el proceso de negociación del TLC, firmado en 1994] es un automóvil muy diferente del de 2018. Tenemos que modernizar la regla de origen", ha remarcado el titular de Economía mexicano y hombre fuerte de Enrique Peña Nieto (PRI) en la renegociación del acuerdo comercial, del que dependen el 80% de las exportaciones del país norteamericano.

 




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