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México 68: un vil intento de censura

Aquellos Juegos Olímpicos. Ninguna imagen de la matanza en Tlatelolco enmarcó el contexto

Ciudad de México

México 68: un vil intento de censura

El intento de censura recaía sobre los medallistas estadunidenses Tommie Smith y John Carlos, quienes durante la premiación se manifestaron en defensa de los derechos civiles de la población negra.

La toma de ambos atletas con sus puños en alto enfundados en guantes negros, una de las más emblemáticas de la historia de los Juegos Olímpicos, transcurre en menos de 10 segundos y aparece en el minuto 0:53:31 del documental Olimpiadas en México 68 (versión restaurada de la Filmoteca de la UNAM), dirigido por el mexicano Alberto Isaac y cuya duración es de dos horas y media.

Brundage, un expentatleta estadunidense conocido por su racismo y antisemitismo, hizo la petición a Ramírez Vázquez mediante una carta fechada el 19 de agosto de 1969 en la que alegó que la conducta de los medallistas violó los preceptos olímpicos.

“Fue muy desagradable para mí que usted me confirmara el rumor que llegó a mis oídos referente a la inclusión de escenas de la repugnante demostración que hicieron los negros contra la bandera de Estados Unidos en la película oficial de los Juegos de la XIX Olimpiada. El Comité Organizador no debería publicar oficialmente esa violación a todos los preceptos olímpicos y a la buena educación, y crearía un resentimiento inútil entre los partidarios del olimpismo en todo el mundo”, indica el documento, del cual Proceso tiene una copia.

Brundage lanzó otro duro reproche a Ramírez Vázquez. Declaró que, así como no había sido incluida ninguna imagen de la matanza de los estudiantes en Tlatelolco para enmarcar el contexto en el que se desarrollaron los Juegos Olímpicos, porque ello afectaría a “la bandera mexicana”, la escena del Black Power tampoco debería estar en la memoria oficial.

Más aún, indicó que la protesta de Smith y Carlos “no tuvo nada que ver con el deporte, fue un abuso vergonzoso de la hospitalidad y no tendría más cabida en la memoria de los juegos que el tiroteo de Tlatelolco. Como usted sabe, la reacción fue inmediata (por parte del COI) y los culpables (ambos atletas) fueron enviados inmediatamente a su país. Si eso hubiera afectado a la bandera mexicana o a los atletas mexicanos, estoy seguro que no se habría incluido en la película…”

Al final, Brundage fue todavía más explícito en su solicitud de censura: “Esperando que se eliminará ese pasaje indeseable, quedo de usted”.

REACCIÓN MEXICANA

Javier Ramírez Campuzano, hijo de Pedro Ramírez Vázquez, revela que la petición de Brundage fue ignorada. En su poder está la carta original que conserva como todos los documentos y el acervo de los Juegos Olímpicos que su padre le heredó.

“Hizo caso omiso. Mi padre fue congruente con los principios olímpicos. Lo voy a decir de una manera muy dura: a pesar del COI”, puntualiza.

Arquitecto de profesión igual que su padre, Ramírez recuerda cómo Brundage se empecinó en que la Sudáfrica blanca que tenía encarcelado a Nelson Mandela –en plena época del apartheid– fuera invitada a los Juegos Olímpicos. El Comité Olímpico de ese país quería presentar una delegación de atletas blancos y unos cuantos negros. México reunió a la Comisión Ejecutiva del COI para que desistiera de la decisión que había tomado.

ESCAPARATE A COLOR

En la Universidad Estatal de San José California existía una iniciativa denominada Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos (OPHR, por sus siglas en inglés).

Tommie Smith y John Carlos formaban parte de ese movimiento, que después fue conocido como Black Power.

Los Juegos Olímpicos de México 68 fueron los primeros en ser transmitidos en vivo a todo al mundo. Más de 600 millones de personas los verían.

Smith y Carlos compitieron en la prueba de los 200 metros. El primero obtuvo el oro e impuso nuevo récord mundial y Carlos se colgó el bronce.

La noche de la premiación Smith y Carlos caminaron descalzos rumbo al podio, con los tenis en la mano.

Cuando se escucharon los acordes del himno nacional de Estados Unidos, Smith, quien tenía colocado un guante negro en la mano derecha, levantó el puño. Carlos lo secundó con el puño izquierdo cubierto con el guante.




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