‘Martí es víctima, pero yo también’
Da a conocer que el sistema judicial de México es corrupto
México, D.F
La mujer accede a hablar luego de que el sábado pasado, el Juez 32 Penal del Reclusorio Preventivo Sur, Jesús Ubando López, decretó su libertad por “insuficiencia probatoria”.
En la plática exige que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) reconozca públicamente que se equivocó y le ofrezca una disculpa. También pide que nadie le llame más “La Lore”.
“Lamento todo el dolor que él (Alejandro Martí) ha pasado. Porque los hijos son algo maravilloso, tenerlos con nosotros es algo invaluable. Yo desde la cárcel me ponía en sus zapatos porque también tengo un hijo. Cuando ocurrieron los hechos tenía 14 años, creo que coincidían en edad. Por eso su dolor me embargó por mucho tiempo y se volvió más fuerte porque sabía que mi familia también estaba sufriendo”, dijo.
“Me dolía lo de él, lo mío y lo de mi familia. Entonces, efectivamente puedo decirlo, siempre lo dije: él es víctima, pero yo también soy víctima de un sistema judicial corrupto”.
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La exagente denuncia que desde la integración de la averiguación previa “todo estuvo mal”, porque la PGJDF se empeñó en “armar” una historia basada en una banda de secuestradores a la que llamó “La Flor”. “Son cosas que se las sacan tal vez de la manga o de su imaginación. Entonces, todo era un armado, desde el nombre de una banda, desde las personas, mi apodo, toda una orquesta maléfica”, externó.
Lorena González fue detenida por elementos de la Procuraduría capitalina cuando el titular era el actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Recuerda que el 4 de junio, cuando ocurrieron los hechos, estaba en Acapulco con su esposo. Los registros del Hotel Lizeth, donde se hospedaron, así lo demuestran, además de que las cámaras de seguridad de Capufe, los tiene grabados.
Agrega que fue hasta el 5 de septiembre, mientras trabajaba en sus oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, cuando “por instrucciones superiores” fue incomunicada por tres horas, hasta que le informaron que la PGJDF tenía una orden de presentación y localización en su contra.
González Hernández lamenta que a partir de ese momento hubo una fabricación de pruebas, con testigos falsos con credenciales apócrifas. Aun denuncia que es falso que el chofer de Fernando Martí la reconociera, “pues nunca hubo un careo”. Señala que desconoce por qué en este preciso momento fue liberada, “tal vez haya un motivo político”. Sin embargo, lo que sí exige es un reconocimiento público por parte de la PGJDF de que se equivocó. “Me lo deben. Lo más importante era obtener la libertad”.
Además, quiere dejar atrás el apodo de “La Lore”. “Mi nombre es Lorena González y toda mi vida me han dicho Lorena. De repente me dicen ´La Lore´. Y para mí, al agregarle la palabra ‘La’, es como si fuera algo que minimiza tu esencia y sí quiero dejarlo atrás”, sentencia.