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Manuel Velasco y la ‘pifia monumental’ en el Senado

La mayoría de legisladores de Morena cambiaron el sentido de su voto

Al solicitar licencia al Senado para retornar como gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello “extinguió su cargo como senador y, por decisión propia, decidió ser mandatario estatal y no puede volver a la cámara alta”, sentencia el jurista Javier Quijano Baz, quien analiza este polémico caso que marcó con un escándalo político el inicio de la nueva Legislatura.

Manuel Velasco y la ‘pifia monumental’ en el Senado

En un hecho insólito, la bancada mayoritaria aprobó junto con legisladores del PRI, Movimiento Ciudadano, PRD y Partido del Trabajo, por 82 votos a favor, 31 en contra (la mayoría del PAN y seis de Morena, entre ellos la excomandante de la policía comunitaria de Guerrero, Nestora Salgado) más cuatro abstenciones, la petición de Velasco Coello, que además logró el apoyo de todos los coordinadores partidistas de la Junta de Coordinación Política.

La segunda votación de un mismo punto generó una oleada de críticas en redes sociales y entre especialistas en derecho parlamentario, porque se presume que la solicitud de licencia de Velasco es una abierta violación al artículo 125 constitucional, que prohíbe que alguien desempeñe “a la vez dos cargos federales de elección popular, ni uno de la Federación ni otro de un estado que sean también de elección; pero el nombrado puede elegir entre ambos el que quiera desempeñar”.

Para Quijano, en el Senado “se cometió una pifia monumental” al otorgarle licencia y pretender que después de terminado su periodo como gobernador, el próximo 8 de diciembre, Velasco retornara a su escaño.

“Es una clara incompatibilidad jurídica de los dos cargos. No se pueden ejercer dos cargos de elección popular. Y si Manuel Velasco eligió regresar a ser gobernador, automáticamente renunció al otro, según el artículo 125 constitucional”, argumenta.

–Durante el debate el coordinador de Morena, Ricardo Monreal; el coordinador del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, y el propio Manuel Velasco afirmaron que era un derecho de todo senador solicitar licencia. ¿Es correcto este enfoque?

–Es una falsedad lo del derecho a pedir licencia. En el caso de Manuel Velasco no se le conculcaron sus derechos. Él no tenía derecho a pedir esa licencia. Un legislador puede pedir licencia porque se va a operar quirúrgicamente, porque tiene que ir a un funeral, porque hará algún viaje, pero lo que no puede decir es “pido licencia como senador para ejercer el otro cargo de elección popular. ¿Por cuál optó en realidad?

“Por donde uno observe jurídicamente el caso, no hay senador en el caso de Velasco. Es lo que los senadores deben argumentar cuando pretenda regresar, en diciembre de 2018, después de terminar su periodo como gobernador.”

–Manuel Velasco afirma que hay otros casos similares, por ejemplo el del exjefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera, o el de otros senadores que piden licencia, como José Ramón Enríquez, quien solicitó una ese mismo 4 de septiembre.

–Mancera no tiene dos cargos de elección popular. Renunció a su cargo como jefe de Gobierno y luego fue electo senador por la vía plurinominal. Él sí puede pedir licencia, pero no es el mismo caso que el de Velasco. Él pretende ejercer alternativamente dos cargos, como senador y como gobernador. Hay una incompatibilidad jurídica de los cargos.

“La única manera de enmendar esta pifia monumental es que no se le permita regresar como senador y se quede en el cargo su suplente”, advierte Quijano Baz.

Desde el Partido Verde, Velasco Coello fue uno de los primeros legisladores que apoyó las aspiraciones del entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en su carrera por la Presidencia en 2012, y desde su gobierno en Chiapas apoyó las reformas estructurales del presente sexenio.

En la campaña electoral, Manuel Velasco reforzó su alianza con el exgobernador de Oaxaca, José Murat Casab, a tal grado que su suplente es un hijo de éste, Eduardo Enrique Murat Hinojosa, quien podría quedarse como titular del escaño que abandonó el chiapaneco.

‘Amigo’ de casi todos

El caso de Velasco escaló ante la opinión pública al surgir versiones de que se trataba de un “pacto político” con Andrés Manuel López Obrador para impulsar el Tren Maya con los cinco gobernadores del sureste, porque coincidió con la incorporación de cinco diputados federales del Partido Verde a la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y porque las redes familiares, de negocios y políticas del propio Velasco atraviesan a prácticamente a toda la clase política.

“Todos le deben favores y, fundamentalmente, dinero”, afirmó a Proceso un excolaborador de Velasco Coello que conoce la forma de operar del joven político, emparentado con el fallecido exregente capitalino Manuel Camacho Solís. Su abuelo Fernando Coello tiene una antigua y pública relación de apoyo a López Obrador.

 Velasco también mantuvo una firme alianza con Osorio Chong, a quien apoyó en la contienda interna priista por la nominación presidencial de 2018, ha dado su respaldo a Dante Delgado de MC y también fue aliado político del exjefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera. Por si fuera poco, reforzó su alianza con Ricardo Monreal desde que el actual coordinador de la bancada de Morena era delegado en Cuauhtémoc.

Velasco también está emparentado con la próxima titular de la Secretaría de Medio Ambiente en el gobierno de López Obrador, Josefa González Blanco Ortiz Mena, hija del exgobernador priista chiapaneco Patrocinio González Blanco Garrido, primo de la madre de Manuel Velasco.

El árbol genealógico de Velasco Coello lo emparenta asimismo con la actual titular de la Secretaría de la Función Pública, Arely Gómez González, nieta de Salomón González Blanco, y con el ministro de la Suprema Corte Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.




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