Mantener estabilidad macroeconómica es importante para el futuro de México

gilberto.banda@elmanana.com

México, dice el organismo privado, tomó el camino consensuado hacia la modernidad que los tiempos y condiciones actuales exigen a través de la Reforma Energética; eso sí, esta modernidad no admite un daño ambiental ni el desplazamiento arbitral de los productos de calidad hechos en México ni de la mano de obra e ingeniería mexicana en ningún momento cuando se realicen o ejecuten las operaciones de explotación y extracción de hidrocarburos o producción de petroquímicos o cualquier otra obra o proyectos en nuestro territorio, ya sean, vía operadores extranjeros, nacionales o la combinación de éstos. El reto es revertir tanto la actual tendencia de disminución de la producción del petróleo como de las reservas probadas del mismo y si es con el apoyo o inclusión de productos e ingeniería mexicana mucho mejor. México ya no tiene que mirar hacia atrás, dejándose distraer por posiciones radicales e individuales o consultas improcedentes que solo tienen fines ajenos al progreso nacional.

Ahora, México y su industria – incluidos todos los sectores productivos-, tienen una gran oportunidad de multiplicar su productividad, competitividad y crecimiento económico con firmeza cambiando o ajustando sus estructuras que históricamente no le han permitido progresar.

En México ya existen empresas con alto grado de capacidad para participar en el nuevo esquema de exploración, explotación, perforación, construcción de plataformas marítimas, de investigación marítima y distribución de energéticos, ya que, por años han estado operando en otros países en estos rubros porque en México les era más limitada – hasta antes de la aprobación de la Reforma energética-, su participación.

Por cierto, apunta, es recomendable que las empresas –nacionales y extranjeras-, que laboren dentro de este esquema, compitan en forma equitativa entre ellas y además, sean certificadas por los organismos correspondientes y con ello, evitar o disminuir el riesgo de trabajar con empresas “fantasmas” o empresas que no cumplan con las normativas del caso o que sean empresas que realicen “su agosto” y dejen en serios aprietos la economía del país y en abandono a su fuerza laboral.

El procedimiento que se contempla en las Leyes Secundarias para acreditar y autorizar a las empresas que deseen integrarse dentro de este nuevo esquema energético, deberá ser un “procedimiento facilitador”, que no entorpezca o que sea demasiado lento o improductivo o ineficiente en tiempo, para los trámites que tengan que realizar los inversionistas para obtener los permisos correspondientes para extraer hidrocarburos, gas o generar electricidad.

También el actual Plan Nacional de Infraestructura en combinación con las reglas de la Reforma Energética, considerar obras y proyectos para dar buen mantenimiento, adecuación, ampliación y creación de vías de comunicación y conectividad- llámense carreteras, libramientos, puentes, aeropuertos, vías de ferrocarril, gasoductos, ampliación de la capacidad de tanques de almacenamiento para combustibles, red eléctrica, red telefónica, etc.-, que involucren definitivamente las regiones donde el movimiento de los productos derivados de los proyectos inherentes a esta reforma energética- incluidos los de cogeneración de electricidad Además, no se debe olvidar el mejorar la eficiencia de la infraestructura aduanal existente, junto con una mejor dinámica operacional de las aduanas que actualmente operan en el país. Al día de hoy ya existen muy buenos Ingenieros que están involucrados y bien preparados para participar en las obras y proyectos que se incluyen en las obras de la Reforma Energética, sin embargo, en cantidad son insuficientes de acuerdo a las estimaciones de proyectos por venir; sin embargo, México enfrenta una necesidad de incrementar su plantilla de talento en materia energética, principalmente en aguas profundas y el uso de tecnologías de punta al respecto. Se tiene que intensificar la vinculación de las Universidades de México con Universidades en el extranjero y enfáticamente las que se localizan en los países netamente petroleros como Noruega, Estados Unidos de Norteamérica, Brasil, etc.

En este punto, la participación intensiva del Instituto Politécnico Nacional (IPN) – esperando que re tome sus orígenes y se ordene internamente, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (Tec de Monterrey), otros institutos enfocados al petróleo o a la electricidad o a los gases, tecnológicos, etc., será de bastante importancia para que ajusten sus planes de estudio a la modernidad y que nuestros ingenieros petroleros o en energía o geólogos o mineros, puedan abordar apropiadamente y con excelencia, los temas de “nuevas tecnologías de generación de energía” o “nuevas tecnologías en la explotación y obtención de gas shale, o como innovación fotovoltaica o termo solar, o en ingeniería en ciencias de la tierra, o en equipos necesarios eficientes para exploración en aguas profundas, aprovechamiento de radiaciones ultravioleta, paneles solares eficientes, utilización de biogás obtenido de rellenos sanitarios u obtención de bioetanol de agave, explotación y obtención de beneficios en derivados del aceite de Coco o del Maíz o del Plátano o del Nopal, del Sorgo, de la caña de azúcar,  etc.

En concreto: Las universidades, tecnológicos y la educación nacional en general deberá hacer más por mejorar en todos los aspectos y trabajar para que se fortalezcan los planes de estudio actuales y que en ellos se contemple el tema energético y que también, se impulse al desarrollo de nuevas carreras energéticas y así generar una oferta de egresados importante de mexicanos bien capacitados que se pueda incorporar a este sector, que será pujante en los años venideros.

De lograrse esto, México se ubicaría en el ranking internacional de Universidades al menos dentro de las primeras 100 posiciones que publica la organización QS que mide estos niveles a nivel mundial.

Se toca este reto, ya que, se hace necesario que junto con los ajustes a las Leyes y Normativas para el uso de Biocombustibles; será necesario que, el número de estudiantes dedicados a la investigación científica- energética en los institutos y universidades que hay en el país ocupados en maestrías y doctorados, se apliquen para desarrollar, promover y fomentar la producción y uso de energías alternas no contaminantes y económicas en nuestro país.

La creación de nuevas especialidades como la de “manufacturas en energía” o ajustes a las actuales en las áreas de ingeniería petrolera o de energía, deben ser re consideradas por las universidades y tecnológicos existentes en el país; ya que, la reforma energética demandará trabajadores, técnicos y profesionistas dentro de las áreas inherentes a la explotación, exploración, refinación y distribución energética.

Las firmas tanto nacionales como extranjeras que incursionen en el nuevo sector energético, estarán reclutando a técnicos certificados en las especialidades eléctrico- petroleras principalmente; así como, personal administrativo calificado para otras áreas , ya sean de contabilidad,  de ventas, de recursos humanos, etc. La formación o actualización del capital humano será una actividad constante para mantenerse dentro de este esquema.

Por supuesto que el gobierno federal deberá invertir sustancialmente en Centros (Conalep, CECATIS, etc.) o Institutos (Instituto Mexicano del Petróleo IMP, etc.)  o en Universidades (UNAM) Tecnológicas y Politécnicas (IPN), para el desarrollo, diseño y operación en aguas profundas, en los mecanismos y equipamiento – como en laboratorios, viajes de conocimiento a varios países en el extranjero para asimilar nuevas tecnologías, etc.-, de financiamiento y apoyo a estos centros de estudios y sus estudiantes, para lograr los resultados deseados en forma tangible.