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Mandan presupuestos señal de certidumbre

Responde AMLO a mercados financieros con plan austero que prioriza programas sociales

ENTREGA. El diputado Porfirio Muñoz Ledo recibe del Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, el paquete económico de 2019.Mandan presupuestos señal de certidumbre

Ciudad de México

Andrés Manuel López Obrador ha desvelado el rumbo que quiere para México en su primer año de Gobierno con unos presupuestos equilibrados que atienden tanto a sus votantes —que buscan un giro social, en un país con 50 millones de personas viviendo por debajo del umbral de la pobreza— como a los mercados financieros, que escrutan cada paso del nuevo presidente tras la cancelación del proyectado aeropuerto de la capital. 

El mandatario mexicano lanza el mensaje de que pretende la estabilidad económica con un gasto prudente y con el objetivo de lograr un superávit fiscal primario (antes de intereses) entre ceja y ceja.

Las cuentas públicas son el reflejo de la visión del político de izquierda que históricamente se ha inclinado por los programas sociales —uno de sus lemas de campaña fue “los pobres, primero”—, pero que trata de preservar la ortodoxia fiscal que ha llevado a México, la segunda economía latinoamericana, a ser uno de los países más estables de la región a ojos de los siempre temerosos grandes inversores.

La presentación de los presupuestos del nuevo presidente mexicano despeja, al menos en parte, las dudas que inundaban al país norteamericano en los primeros 15 días de Gobierno. Nada más llegar al cargo, anunció programas de impacto social, obras de infraestructura pública y reformas constitucionales sin aclarar cómo iba a lograr cada uno de los objetivos. Sus detractores temían el dispendio de la billetera mexicana para atender a la base que le votó en julio, mientras que sus partidarios titubearon ante la posibilidad de que el presidente no se acercara en lo mínimo a sus promesas de campaña.

En el México polarizado, López Obrador ha conseguido acercar los extremos con un gasto sumamente prudente. “Hay una observación escrupulosa al principio de austeridad”, subrayó su secretario (ministro) de Hacienda y mano derecha para asuntos económicos, Carlos Urzúa, al entregar el proyecto a los legisladores. Este lunes, a la apertura de los mercados, se sabrá la credibilidad que le dan los inversores.

Tras las turbulencias financieras causadas por la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, un proyecto del anterior presidente, Enrique Peña Nieto (PRI), que llevaba un avance superior a un tercio, el nuevo Gobierno sabe que el margen de error es escaso. En plena negociación con los acreedores de esa obra fallida, todo mensaje de tranquilidad es poco. Y el presupuesto busca ser la primera señal de un Ejecutivo sobre el que millones de personas han depositado su esperanza pero que sabe que sin la complicidad gran capital, no podrá sacar adelante su ambicioso programa social.

Pobreza

López Obrador busca, repite una y otra vez, una nueva transformación de un país plagado de oportunidades y con un futuro prometedor, pero asolado por la violencia. Quiere pasar a la historia como el presidente más cercano a los pobres. Pero también como alguien que respetó el principio del rigor fiscal y la “austeridad republicana”, una de sus expresiones favoritas. El espejo en el que se mira es el del primer mandato del brasileño Lula da Silva, dicen en privado sus más estrechos colaboradores.

Las directrices para el primer año del primer presidente de izquierda de México apuntan, en primer lugar, a la atención urgente de ese casi 44% de la población que vive en la pobreza a través de un amplio abanico de programas en el que destacan dos: incentivos como las pensiones a los mayores de 68 años —un total de 13 millones de personas, donde el 70% no cuenta con ingresos por jubilación— y la entrega de becas para dos millones de jóvenes en búsqueda de su primer empleo.


Más dinero para Defensa

>La cartera más beneficiada de los presupuestos del presidente López Obrador es Defensa, que recibe un 11% más. 

>La Guardia Nacional dependerá de este departamento y el combate a la criminalidad se instrumentalizará, en buena medida, desde aquí. 

> Le siguen Energía —con un incremento del 960%, en parte por la construcción y remodelación de refinerías— y Trabajo —que multiplica casi por diez sus recursos sobre todo para la puesta en marcha de contratos de aprendices para jóvenes en empresas. 

>Educación también recibirá un 3% más. 

> En cambio, carteras como Sanidad, Ciencia y Tecnología y Medio Ambiente sufren recortes.




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