buscar noticiasbuscar noticias

Lucha dispar del comercio formal y el ambulantaje

En la zona centro numerosos comercios han cerrado al no poder con la competencia desleal que representa el comercio informal

gilberto.banda@elmanana.com

Lucha dispar del comercio formal y el ambulantaje

El problema del ambulantaje o comercio informal no es nuevo en Reynosa, existe desde siempre, algunas veces controlado, pero casi siempre está libre y en esas condiciones se coinvierte en la piedra del zapato de los comerciantes establecidos o formales.

Los primeros, como se instalan en la vía pública no se ven en la necesidad de pagar renta, servicios públicos como energía eléctrica, agua potable ni mucho menos por el uso del drenaje sanitario.

En materia fiscal, quienes ofrecen sus mercancías, que en su mayoría no son producidas aquí por lo que tienen que pagar el servicio de flete son severamente vigilados por el Sistema de Administración Tributaria – el terrible SAT, dicen algunos – obligándolos a declarar escrupulosamente ingresos y egresos para efecto del pago de los impuestos correspondientes, independientemente de que tienen que pagar impuestos por concepto de derechos tanto al gobierno estatal como al municipal.

En cambio, los que se dedican al comercio ambulante no declaran ni son molestados por Hacienda a través del SAT. Pagan cuando mucho una cuota de piso que fluctúa entre los 40 y los 100 pesos diarios a los inspectores de comercio, inspección y vigilancia dependiente de la Secretaría de Finanzas y Tesorería del municipio.

En cuanto a la generación de empleos, bueno pues ahí sí podría decirse que están parejos los comercios formales con algunos informales, porque se dan casos de una persona que tiene hasta diez o 20 puestos y cada uno de ellos da ocupación a unos tres o cuatro trabajadores en cada negocio.

El empresario Adán Cisneros de la Rosa, ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Reynosa y actualmente presidente de la Asociación de Comerciantes de la Calle Hidalgo, la principal vía del sector comercial de la zona centro dice a EL MAÑANA que ante este panorama se libra una lucha desigual entre el comercio formal con el informal.

Indica que los ambulantes son como una piedra en el zapato o un cadillo entre el dedo gordo del pie y el que le sigue porque en forma permanente están lesionando la economía de los comercios establecidos.

Se instalan donde les da la gana, incluso bloqueando las entradas de zapaterías, tiendas de ropa, joyerías, tiendas de discos y de artículos para regalo, e incluso florerías.

“Y el problema es que cada día son más y más, y como están en condiciones de vender a mejor precio porque no tienen los mismos gastos que nosotros, pues prácticamente nos roban la clientela”, anota.

El problema es eterno y como los comerciantes se convierten en clientela para los políticos pues no hay quien les haga frente.

En el caso de la calle Hidalgo, dice, actualmente invadida por puestos fijos y semifijos ya no sabemos ni cuantos hay. Primero se instalaban en las bocas calles, pero ahora están en todo lo largo y ancho de la principal calle comercial de la zona centro, desde los patios de la vieja estación ferroviaria y hasta la calle Zaragoza.

Recuerda que de hecho los únicos alcaldes que le han atorado a este problema fueron Ramón Pérez García, ya fallecido, y Oscar Luebbert Gutiérrez que en una ocasión les dio madruguete al ordenar el desalojo de todos los puestos que se encontraban instalados en la calle Hidalgo.

En la actualidad, asegura, “hemos expuesto el problema a la presidenta municipal, Maki Ortiz Domínguez y a la tesorera Esmeralda Chimal. Y si, nos prometen que van a limpiar la calle, pero en eso queda: solo promesas”.

Cisneros de la Rosa, por último, señala que los comerciantes y prestadores de servicios tienen mucha inversión en sus negocios que no pueden recuperar y por la misma situación algunos mejor han optado por cerrar sus establecimientos, sobre todo en la llamada zona 



DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD