Los XV años una tradición de arraigo
Un festejo donde las chicas cumplen su sueños de vestir como princesas de cuento
La fiesta de XV es quizá el momento más esperado en las jóvenes adolescentes porque marca un hecho trascendente en su vida y, al mismo tiempo, permite resaltar algunos aspectos en la sociedad mexicana que han cambiado conforme avanza el tiempo.
El color tradicional del vestido de la quinceañera era rosa y en la actualidad eligen otras tonalidades para su presentación.
Sin importar el color, el lugar de la fiesta o el número de chambelanes con el cabello parado o relamido, los “quince” siguen vigentes en la mayoría de las jóvenes mexicanas, quienes maquilladas, peinadas y portando un amplio vestido acuden primero a la tradicional misa.
Los jardines eran antes los lugares más comunes para tomarse la tradicional foto, pero la creatividad e innovación de los fotógrafos ha permitido llevar a las quinceañeras a subirse hasta el paracaídas, buscar edificios en ruinas, subirse en motos, hasta mojarse en un lago.
En los salones rentados para la fiesta acoplan una cabina o estudio de fotografía para plasmar cada momento con los familiares y amigos y de inmediato publicarlas en Facebook, Twitter o Instagram.
De esta manera, entre la entrega del último juguete, la colocación de la corona, el brindis y los discursos, son tradiciones en un mismo espacio y que han estado presentes de generación en generación.