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Los mandan a asilos para vivir seguros... y mueren

Sus familiares los enviaron a asilos para que pasen seguros sus últimos días

Laredo, TX.

En uno de los asilos las autoridades detectaron 27 contagios, 11 entre empleados.Los mandan a asilos para vivir seguros... y mueren

Se trata de centros especializados en atención a personas de la tercera edad, la mayoría de ellos con enfermedades crónico degenerativas como hipertensión, diabetes, problemas cardiacos, obesidad y males renales.

Víctor Treviño, autoridad de salud en Laredo Texas, reconoció que estos centros no tienen la infraestructura médica necesaria para atenderlos si se contagian del virus, por lo que se tomó la decisión de equipar uno de estos lugares para concentrar a los infectados.

Si bien, la pandemia de Covid-19, que comenzó en Laredo en marzo, respetó a los asilos durante casi tres meses, a partir del 1 de julio se presentó la primera defunción y los contagios se multiplicaron.

Actualmente, de las 250 muertes registradas en Laredo Texas a causa del Covid-19, poco más del 20 por ciento (54) ocurrieron en tres asilos. En el Regent Care Center, uno de los más grandes en la ciudad, se detectaron 151 contagios, 67 de ellos entre el personal, pero ya sólo queda uno con el virus activo, mientras entre los residentes hubo 84 casos, sólo uno de ellos activo actualmente, pero han muerto 28 adultos mayores.

En el asilo Retama South las autoridades detectaron 27 contagios, 11 entre empleados de los que sólo tres tienen el virus activo y 16 entre residentes, pero ya ninguno está activo. Aquí se dieron tres decesos.

En el Laredo Nursing and Rehabilitation Center se presentaron 120 casos positivos, 46 de ellos entre los empleados con cero casos activos y 74 entre los residentes, con un total de 23 muertes.

En el asilo Las Alturas se detectaron seis empleados positivos, ninguno de ellos activo actualmente, mientras en el Retama West fueron 26 casos, 22 de ellos entre el personal con un caso activo y cuatro entre residentes, todos recuperados.

La primera muerte fue la de Evangelina R. Martínez, quien tenía cinco meses de estar en el asilo Regent Care Center. Tenía 78 años y falleció luego de más tres semanas de sufrir una tos persistente que su familia pidió que se revisara sin que las enfermeras lo reportaran al médico.

Bertha Reyes, exoficial de la ley y hermana de Evangelina R. Martínez, dijo que hablaba con ella casi a diario y desde tres semanas antes de su muerte, se le escuchaba muy mal.

“Tenía una tos que no paraba, le dije que le dijera a las enfermeras que la atendieran o que la reportaran con el doctor, pero me dijo que yo les dijera porque a ella no le hacían caso”, contó.

Indicó que la mañana del 1 de julio llamó a Rosa Landeros, supervisora de las enfermeras del asilo y le dijo que su hermana necesitaba de manera urgente ser atendida por un médico porque su tos era muy fuerte y traía sangre.

“Cómo era posible que yo por teléfono me diera cuenta de la gravedad de su salud y ellas que la podían ver en persona no se dieran cuenta de su condición y lo que es peor, que no hicieran nada”, lamentó.

Mencionó que su hermana Eva estuvo en la sala de emergencias del hospital todo el día hasta que murió a las 7:16 de la noche del miércoles 1 de julio.



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