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Los inventarios del Archivo Histórico de Reynosa (Primera parte)

De estos sobreviven 15 expedientes relacionados con diferentes ayuntamientos entre 1803 y 1925

Cronista Municipal de Reynosa

Corma o Cepo formado por dos piezas de madera que se ponían en los pies de los prisioneros para impedirles andar libremente, parecido al mencionado en inventario de 1837.Los inventarios del Archivo Histórico de Reynosa  (Primera parte)

La Sección de Inventarios del Archivo Histórico de Reynosa resguarda una serie de expedientes desde la Época Colonial. Estos documentos fueron preparados durante la entrega de los bienes materiales, al término de los períodos administrativos de los gobiernos locales. En ellos quedaron registradas todas las posesiones materiales que se encontraban dentro y fuera de la casa consistorial (Presidencia Municipal), incluyendo la documentación resguardada de años anteriores de la Sala de Cabildo. 

De estos sobreviven 15 expedientes relacionados con diferentes ayuntamientos entre 1803 y 1925. Tres de estos inventarios históricos fueron hechos por investigadores del INAH y del IIH-UAT, durante la última parte del siglo pasado. Uno de los primeros inventarios del archivo documental que se tiene referencia fue el que elaboró el Justicia Mayor (representante de la villa ante la Corona Española), Juan Antonio Ballí, entre 1776 y 1778. Este dato se conoce vagamente a través del inventario de 1803. Juan Antonio fue el dueño de la porción número 13, a donde se trasladó la villa de Reynosa durante las inundaciones de 1802. 

El archivo nació con los cabildos de la antigua Villa de Reynosa, cuando se encontraba a 22 km río arriba de la presente Ciudad, en lo que es ahora Reynosa Díaz. Según la Sección de Inventarios, el traslado oficial de la primera documentación fue hecha en diciembre de 1803, más de un año después de que sus pobladores se mudaran a su segundo asentamiento en 1802 en las Lomas de San Antonio, en lo que es ahora el centro de Reynosa

Para ese entonces, el archivo contaba con 451 expedientes. Desafortunadamente, algunos documentos no sobrevivieron al traslado como se puede corroborar en ese antiguo inventario. Tradicionalmente la documentación desde la Época Colonial era inventariada durante los cambios del personal de los cabildos.

Desde el tiempo de la Independencia de México, los cabildos se empezaron a renovarse en el mes de febrero, por lo cual se inventariaba las propiedades del ayuntamiento, incluyendo la documentación que se había elaborado en ese año y la que permanecía en el archivo de los años anteriores. Entre estos los más completos que se organizaron fueron en los años de 1837 y 1913. 

Desde la Independencia de México, las administraciones de los cabildos fueron electas por períodos de sólo un año; fue a partir de la administración de Jesús Tárrega Guevara (1929-1930) que pasaron a ser de dos años; más tarde con el alcalde don Rodrigo González Guerra (1943-1945) se cambió a períodos de tres años; ha habido algunas variantes en esta última etapa, como fue en la administración de dos años de Fidel E. Treviño González (1961-1962). 

Inicialmente los justicias mayores del Período Colonial y los alcaldes o presidentes del México Independiente redactaban la documentación y la mantenían ellos mismos por la falta de escribanos. En el año de 1827, el ayuntamiento de Reynosa contrató al primer secretario para que se hiciera cargo de la Sala de Cabildo y de su archivo. Los cargos de secretario y de portero (encargado de mantenimiento y de dar la comida a los presos en ese lugar) de la Casa Consistorial fueron los primeros empleados que gravaron remuneración a los Ayuntamientos de Reynosa.

Uno de los primeros edificios construidos de cal y canto fueron los cuartos de la prisión y la sala de cabildo, intermitentemente remodelados en el siglo XIX, habiéndoseles aumentado un segundo piso al final de ese siglo en una de las administraciones del alcalde Juan B. Chapa. Este sería demolido en 1959, para dar paso a una moderna construcción, que se inauguró en 1964. Esta a su vez ha sido modificada en varias ocasiones por los ayuntamientos que siguieron.

Bienes Municipales

Debido a ciertas circunstancias, el gobierno dirigido por Serafín González fue cesado el 14 de agosto del año de 1837, por lo que presentó “a la Ilustre corporación entrante (que sería gobernada por Juan Nepomuceno de la Garza) … los enseres y muebles del juzgado a saber y constancias de materiales de las casas consistoriales que dejan sin concluir.” Para entonces el Archivo de Reynosa contaba con 1,337 expedientes que estaban conformados por libros, actas, cuadernos y otros legajos de oficio. 

Debido a este cambio de gobierno los bienes fueron inventariados en agosto. A continuación incluimos una transcripción de ese listado, el cual muestra la austeridad con la que se vivía en Reynosa.

Muebles pertenecientes a la dicha Secretaría

- Una mesa.

- Cuatro sillas y una banca. 

- Un tintero de bronce con 6 pulgadas de diámetro.

- Una salvadera id. con id. de id.

- Una caja de guerra.

- Un clarín medio servible.

- Un id. sin boquilla. 

- Dos varas de medir. 

- Un almud. 

- Un medio almud. 

- Treinta y tres escantillones desde media fanega hasta un cuarterón de almud. 

- Dos cajones sin tapa. 

- Un id. con balas de onza. 

- Un cordel de ixtle de 75 varas.

- Un cajón grande con su candado de cerradura. 

- Dos pares de tijeras papeleras. 

- Fusiles útiles 120 (70 existentes y los demás en lista). 

- id. de poca compostura 12. 

- id. Inútiles 8. 

- id. Catorce espadas. 

- Piedras de chispa 120. 

- Cartuchos doscientos en un cajón. 

- Una marca de la figura siguiente F para ventear los bienes del fisco. 

- Cinco sellos de fierros para marcar medidas. 

- Un cuarto [habitación] de cal y canto para cárcel, puerta vieja de mezquite, su cerradura, un cepo (corma) con su gozne en una extremidad y en la otra su cerradura, dos pares de grillos, un grillete con su respectiva cadena y un par de esposas. 

Existencias del material de las casas consistoriales. 

- Una sala y zaguán sin concluir. 

- Cuatrocientos cuarenta y siete sillares. 

- Veinticinco carretas de piedra. 

- Cinco vigas de marca. 

- Una varilla de fierro. 

- Tres cuartones de mezquite chicos (los robaron en tiempo de don Serafín).

- Un id. grande. 

- Una barrica grande con aros de palo. 

- Un barril con aros de fierro, sin tapa. 

- Una cubeta de aros de fierro.

Decía en el inventario que “todo lo anotado en la anterior lista lo ha entregado el Ilustre Ayuntamiento saliente al entrante y para constancia lo firman a nombre de ambas corporaciones los respectivos Presidentes y Secretarios en Reynosa, el 19 agosto de 1837; se incluye las firmas de Juan Nepomuceno de la Garza y Serafín González por pertenecer a ambas corporaciones.” El documento fue redactado por Máximo Domínguez, quien era el Secretario del Ayuntamiento.

Al siguiente año, en agosto, se volvió a declarar las posesiones entregadas por el ayuntamiento saliente al Alcalde Constitucional Pablo Anzaldúa. En este listado se encuentran la mayoría de los bienes enumerados en el año anterior; también se incluyen nuevos expedientes y bienes materiales, entre las que se encuentran algunas armas (sable, belduque y arco con cuatro flechas) y una Bandera Nacional.

La evolución de los bienes materiales utilizados por las administraciones que siguieron utilizando durante el siglo XIX, serán narrados en el próximo artículo.

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