Los fantasmas de Del Toro
Gilda Baum-Lappe / EspecialLos Ángeles, Estados Unidos (14 septiembre 2015).- Mientras se prepara para la promoción de su película La Cumbre Escarlata, estelarizada por Charlie Hunnam, Jessica Chastain y Tom Hiddleston, Guillermo del Toro recuerda lo que lo inspiró a hacer dicho filme.
La Cumbre Escarlata
El director mexicano señala que fue una experiencia familiar lo que trata la primera parte del filme.
"El principio de mi nueva película está basado en una experiencia que le sucedió a mi madre, cuando de niña, estando en la cama, fue visitada por su abuela que ya había muerto", afirma Del Toro, quien visitará México en octubre con La Cumbre Escarlata.
"A mí me han visitado dos fantasmas en mi vida. Uno de ellos, en Nueva Zelanda, mientras buscaba locaciones para El Hobbit. Presencie un asesinato, y te aseguro que no bebí ni fume nada. Tampoco pienso que son cosas que tienen que ver con religiones o que son malas".
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Un hombre que con su cine se ha creado una velo de fantasía también vive el día a día como cualquier persona con todo y que su hogar podría parecer un museo de lo misterioso o un set de una cinta de ciencia ficción.
"Tengo todo tipo de pláticas (con mi familia)... con mi esposa quejándose que no llegó el paquete de Neiman Marcus, o que no se puede programar la grabadora. Con mis hijos tengo conversaciones extremadamente complicadas, controversiales y retantes de sus vidas, pero siempre honestas", añade.
"Sí, guardo mucho tiempo para mí solo. Lo necesito. Mi casa tiene su magia, puertas secretas, escondites, colecciones. Por ejemplo, esta mañana amanecí en el cuarto 'Dickens', dedicado, evidentemente, a Charles Dickens, y el mobiliario es de época Victoriana, los libros y las pinturas igualmente".
Admite que como buen coleccionista de objetos que detonan sus obsesiones, se ha creado un espacio único en su intimidad.
"Igual que en las películas, vivo con mucha fantasía. Creo que las casas son reflejos de quiénes somos", comparte.
Cine mexicano con buena salud.
Del Toro no ve mal la creación de la Secretaría de Cultura, como anunció recientemente el Presidente de México Enrique Peña Nieto, pero tampoco cree que con ella la industria fílmica nacional se verá más favorecida.
Afortunadamente, sostiene, el cine en el País goza de salud, gracias a creadores independientes.
"Lo importante es que haya un movimiento, en cualquier sentido favorable. Creo que ya estamos más allá de la época en la que el cine mexicano dependía de las instituciones.
"Hay un cine contestatario que se hace de manera más independiente que nunca, con poco dinero, pero con mucha libertad, con lo que encuentra foros internacionales", comenta.
Como muestra, agrega, es que en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes tres películas mexicanas tuvieron repercusión entre la crítica internacional y dos ganaron premios importantes (600 Millas, de Gabriel Ripstein; Chronic, de Michel Franco, y Las Elegidas, de David Pablos).
El cineasta está involucrado con la cinta La Delgada Línea Amarilla, filme de Celso García que recientemente fue reconocido en Montreal y que se espera su estreno en México en los próximos meses.