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‘¡Me va a doler!’ Crónica: El drama de la vacunación

En la fila es puro nerviosismo de los niños. Las madres platican con ellos para tranquilizarlos

El Mañana / Staff.- Nadie quiere que la fila avance. Nomás de escuchar a la que están vacunando, mejor no. 

‘¡Me va a doler!’ Crónica: El drama de la vacunación

-Sí, pero no.

¡Ay!, que paciencia de las enfermeras para vacunar a cientos de niños que acudieron a centros comerciales, acompañados de sus madres, para recibir una dosis contra la Hepatitis B.

Cada niño es sentado en una silla, que con valor -y luego arrepentimiento- aceptan tomar para recibir la vacuna.

Sus miradas se concentran en las manos de las enfermeras que toman la aguja y jeringa. Se ve como la mayor arma que en sus cortas vidas han visto.

En la fila es puro nerviosismo de los niños. Las madres platican con ellos para tranquilizarlos. 

El último niño de la fila se la toma tranquilo, pero como va avanzando la tensión crece. Los nervios aumentan y con una voz temblorosa le dice a su mamá: “mejor en otro día”. ¡No!, dice su madre, ya estamos aquí.

Para los demás clientes es imposible voltear a ver a un niño que grita de espanto a ver la jeringa y  escuchar el grito desgarrador al recibir el piquete y el llanto que viene con la frase de: “Ya, tranquilo, ya pasó’’.



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