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El caso del perro bandolero y bravo con la gente de Reynosa, 1765

Durante la Real Visita que se llevó a cabo en julio de 1757 por el capitán de dragones José Tienda de Cuervo y el Ingeniero Agustín López de Cámara, Lázaro y su esposa aparecen de nuevo en el padrón de pobladores de Reynosa. En este censo su familia ya incluía tres hijos

 -Segunda Parte-

Detalle de los ranchos de Reynosa durante el primer repartimiento de tierras conocido como los Autos de la General Visita de 1767 y 1768. AGN.El caso del perro bandolero y bravo con la gente de Reynosa, 1765

En este ensayo tratamos de ver brevemente la presencia de estos primeros pobladores de Reynosa; su llegada a estas partes y su arraigo al entorno del río Bravo durante la segunda mitad del siglo XVIII. Entre estos personajes en el expediente se mencionan a Lázaro Flores quién acuchilló al perro bandolero, a Santiago Torres el dueño del can y quien sufrió las agresiones de parte de Flores, a Juan Antonio Ballí quien era la máxima autoridad de la villa, a Juan José de Hinojosa quién tenía el cargo de Juez, a José Gutiérrez y José Antonio Velasco quienes eran los asistentes del Juez, a Ildefonso Rodríguez un vecino a donde llegó Torres golpeado y a Cristóbal Cano “el Mozo” quién fue a revisar la calidad del perro asesinado.

Para algunos de estos personajes existe información dentro del acervo documental que se encuentra en el AMR o en los padrones del Archivo General de la Nación (AGN). Casi en su mayoría estuvieron presentes durante los “Autos de la General Visita” de 1767 y 1768 cuando se repartieron 80 porciones de tierras a los primeros pobladores en Reynosa.  

De estas, 37 porciones se encontraban por el lado sur y 43 por el lado norte del río, en lo que es ahora Tamaulipas y Texas.

Estas porciones se encontraban a lo largo del río entre lo que son ahora los límites orientales del municipio de Camargo y lo que es ahora el lugar del Puente Internacional Reynosa-Pharr. Por el lado de Texas, la porción 38 comenzaba en lo que son ahora los límites de los Condados de Starr e Hidalgo y se extendía hasta las inmediaciones del puente mencionado. Pero la jurisdicción era mucho más grande, existían muchas tierras realengas al norte, sur, y oriente, fueron tierras de la Corona Española.

Lázaro Flores

Lázaro se declaraba como español por ser ciudadano de la Nueva España y de la Corona, no por haber nacido en la península ibérica. Suponemos que desde 1749, Lázaro había llegado con los primeros pobladores a fundar la villa de Nuestra Señora de Guadalupe de Reynosa con su esposa Margarita Villarreal y sus dos hijos, Antonio de dos años y un infante de pecho. Aparece con estos datos un año después en el padrón levantado en 1750.

Durante la Real Visita que se llevó a cabo en julio de 1757 por el capitán de dragones José Tienda de Cuervo y el Ingeniero Agustín López de Cámara, Lázaro y su esposa aparecen de nuevo en el padrón de pobladores de Reynosa. En este censo su familia ya incluía tres hijos.

Años más tarde en 1767, Lázaro Flores recibió la porción de tierra número 76 en el lado norte del río Bravo, durante la primera repartición de tierras en Reynosa, conocida bajo el nombre de los “Autos de la General Visita” de 1767 y 1768. En esa repartición participaron Juan José de Hinojosa como agrimensor y Juan Antonio Ballí como apoderado de la villa de Reynosa. 

Esta repartición de tierras se extendió hasta el año de 1768 a causa de las crecientes del río Bravo. Lázaro Flores se había ausentado con su familia de la antigua villa para entonces. Pero había dicho antes de irse con su familia, que no quería las tierras de la otra banda del río. Por esa razón su porción fue adjudicada a Francisco Quiroga.  

Aunque no está claro, Lázaro Flores vendió esta misma propiedad para subsanar una deuda de $185 pesos y $6 reales que tenía con los herederos del difunto Antonio Llanos, vecino de la villa de Santander. Esa transacción la ratificó el propio Juan Antonio Ballí, quien era todavía Justicia Mayor de Reynosa en 1787. 

Por última vez en 1802, ante el Justicia Mayor de Reynosa, Francisco Ballí, Lázaro se presentó como un español y vecino conquistador de la Colonia del Nuevo Santander y residente de Reynosa. En esta ocasión ante el hijo de Juan Antonio Ballí, Francisco, Lázaro en nombre de su hijo pedía que se le hiciera justicia.  Este último había comprado una india párvula, y sus padres no se la querían entregar.

Santiago Torres

Santiago era el dueño del perro apuñalado. Él aparentemente había llegado a Reynosa desde 1749 con su esposa María de los Santos. Pero esta pronto fallecería en la villa recién fundada, según el padrón de pobladores asentado por Ladrón de Guevara, bajo las órdenes de José de Escandón en 1750. Santiago es mencionado en este registro como un mestizo viudo, quien tenía dos caballos.

Durante la Real Visita de julio de 1757, el capitán de dragones José Tienda de Cuervo menciona en su revista de pobladores que Santiago se encontraba ya casado con María Cano, con quién tenía tres hijos; se le menciona que poseía espada, adarga y cuatro caballos.

Durante los Autos de la General Visita de 1767, Santiago recibió la porción de tierra 36, al sur del ejido de la villa por la banda sur del río Bravo.

Antonio Gutiérrez 

Antonio Gutiérrez, quién era asistente del Juez Juan José de Hinojosa, no aparece dentro de los primeros padrones de pobladores, pero si se encuentra dentro de los Autos de la General Visita de 1767. Según un documento en el Archivo Municipal de Reynosa, de la Serie de Tierras y del Fondo Reinosa Colonial, en 1793, Antonio Gutiérrez pidió a Juan Antonio Ballí le certificara la merced de tierra que se le había otorgado durante los Autos de la General Visita de 1767 y 1768. 

El expediente de 1793, aclara que Francisco Guajardo y Antonio Gutiérrez eran hermanos y que se les había intercambiado las porciones 62 y 63 por las porciones 8 y 9. Las primeras se encontraban por la banda izquierda del río Bravo y las segundas por la banda derecha o sur del río.

Esto era debido a que las últimas dos porciones de tierras habían quedado vacantes. Los dueños originales, Pedro Cantú y José Aparicio Cantú e hijo, habían decidido pedir mercedes de tierras río abajo, en los parajes nombrados como el Rosario y de los Reyes, lejos de las 80 porciones repartidas a los vecinos por los visitadores Juan Fernando Palacios y don José Osorio y LLamas. El Rosario existe en la actualidad al oriente del cruce internacional de Nuevo Progreso.

En 1799, Antonio Gutiérrez le vendería parte de la porción 9 a don Francisco Ballí, hijo de Juan Antonio Ballí, por $100 pesos plata. Curiosamente, la petición de la escritura de este terreno se encuentra duplicada en el AMR, debido a que Francisco Ballí perdió su documento original durante la inundación de 1802, cuando él dirigió el traslado de la antigua villa a la Loma de San Antonio, donde se encuentra actualmente el centro de esta ciudad.

José Antonio Velasco

José era el otro asistente del Juez Juan José de Hinojosa en el caso del perro bandolero. Él no aparece en los padrones de pobladores que se registraron entre los años 1750 y 1757 en la villa de Reynosa. Más tarde se le adjudicaría una porción de tierra en los Autos de la General Visita de 1767 y 1768.

José Antonio se beneficiaría con la porción de tierra número 70 al igual que otros 80 vecinos de la antigua villa de Reynosa. Su tierra quedaba por la banda norte del río Bravo. A finales del año 1793, el Señor Velasco decidió venderle sus tierras a otro vecino de Reynosa, don Marcos Farias. Su porción medía 25 cordeladas (1.05 km) de frente con el río Bravo y cinco leguas (20.95 km) de fondo hacia el lado norte. El documento menciona que estas tierras se encontraban en el paraje conocido como “El Zurrón”.

La venta de esta merced de tierra se presentó ante el Justicia Mayor, Juan Antonio Ballí. En este protocolo estuvieron presentes como testigos Francisco Ballí, Manuel Gómez y Antonio Madrazo. El primero era hijo y el segundo era yerno del Justicia Mayor.

José Antonio Velasco es reconocido por haber sido el representante de los vecinos de Reynosa, quién junto con Joseph Bernardo Gómez por parte del gobierno de la Corona, sirvieron de agrimensores durante el primer repartimiento de tierras en 1767 y 1768. En diferentes ocasiones los vecinos de las villas del norte le otorgaron poderes para el cobro de sus deudas, según documentos del AMR.

En la próxima nota cubriremos las existencias de los cuatro personajes restantes. Dos de ellos fueron trascendentales en el desarrollo histórico de la primera villa.

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Rúbrica de José Antonio Velasco, fungió como uno de los agrimensores del primer repartimiento de tierras. AMR. 



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