buscar noticiasbuscar noticias

Wayo Roux Calzada y la música rocanrolera de Reynosa

Los músicos no estuvieron contentos con lo que le pagaban a cada grupo, pues se enteraron que estaban cobrando 25 pesos a los espectadores, siendo que sobrepasaban los cienmiles. Armando Nava del grupo “Dugs Dugs” le reclamaba al organizador de las bandas Miguel “Mike” Salas que se les pagaran más de lo estipulad

Francis Laboriel (q. e.p.d.), quien era hermana de Johnny, Abraham y Esperanza “Ella”, era la encargada de alimentar a los artistas que irían a tocar en Avándaro ese 11 de septiembre de 1971. Según Wayo, la División del Norte, fue atendida entre las dos y las tres de la tarde. Estuvieron una o dos horas en el comedor y se fueron a echarle un vistazo al escenario.

El vocalista de la banda La División del Norte, Wayo Roux, en el escenario de Avándaro. Momento capturado por la reconocida fotógrafa mexicana Graciela Iturbide.Wayo Roux Calzada y la música rocanrolera de Reynosa

-Cuarta parte-

Francis Laboriel (q. e.p.d.), quien era hermana de Johnny, Abraham y Esperanza “Ella”, era la encargada de alimentar a los artistas que irían a tocar en Avándaro ese 11 de septiembre de 1971. Según Wayo, la División del Norte, fue atendida entre las dos y las tres de la tarde. Estuvieron una o dos horas en el comedor y se fueron a echarle un vistazo al escenario.

Algunos de los músicos fueron a inspeccionar la orilla del lago, cargaban con sus instrumentos. Cada quién traía sus cosas, pues no podían dejarlas en el autobús porque era muy difícil de encontrarlo, debido al congestionamiento de tráfico en el lugar.

El escenario era una plataforma de 15 m de frente por 15 m de fondo, la cual se encontraba elevada por una estructura metálica de 5m a 6m de alto. El acceso a la plataforma era una escalera que se encontraba en la parte posterior de la armazón.

El sonido se encontraba en unas torres que se encontraban en los lados del escenario, pero los monitores de las bocinas estaban en la plataforma donde tocarían los músicos.

Supone Wayo que el equipo de sonido, los órganos Hammond y baterías fueron alquilados por los organizadores de una casa de música de Nuevo Laredo, cuyos dueños eran los hermanos Tena. Ellos habían sido integrantes del grupo pionero del rock en México, conocidos como Los Rebeldes del Rock.

Alrededor de las cinco de la tarde se llevó a cabo una rifa para seleccionar el turno y horario de presentación, de cada una de las doce bandas que participarían en el festival. Wayo quedo satisfecho, cuando quedó en número tres.

El horario era excelente, su División del Norte quedo programada a subir al escenario entre las 10 y las 11 de la noche, el mejor horario del festival, dice Wayo. 

"El horario era excelente, su División del Norte quedo programada a subir al escenario entre las 10 y las 11 de la noche, el mejor horario del festival" Wayo

Los músicos no estuvieron contentos con lo que le pagaban a cada grupo, pues se enteraron que estaban cobrando 25 pesos a los espectadores, siendo que sobrepasaban los cienmiles. Armando Nava del grupo “Dugs Dugs” le reclamaba al organizador de las bandas Miguel “Mike” Salas que se les pagaran más de lo estipulado.

De acuerdo a Wayo les pagaron $5000 pesos por grupo, aunque otras fuentes mencionan que solo había una bolsa de $40,000 pesos para las 12 bandas.

Armando Molina y los organizadores les piden a los integrantes de los grupos que se comprometieran, si estaban de acuerdo en participar en el festival.

Les expresaron que el evento se hacía con ellos o sin ellos, pues allí abajo se encontraban entre 30 y 40 bandas esperando subir al escenario. Todos estuvieron de acuerdo en proseguir con lo acordado anteriormente.

El festival se arrancó puntualmente a las 8 de la noche.

Los Dugs Dugs abrieron el concierto al mismo tiempo que empezó una llovizna o brizna interminable. El Epílogo fue el siguiente grupo en presentarse esa noche.

Antes de comenzar a tocar La División del Norte, el animador pidió un minuto de silencio antes de que empezaran su presentación.

La presentación de La División del Norte

Pedían silencio en memoria del reconocido guitarrista estadounidense James Marshall “Jimi” Hendrix, quien había fallecido el 18 de septiembre del año anterior, a sus 27 años de edad.

Para esto, el guitarrista de La División del Norte, Angelillo Olvera (q.e.p.d.), improvisó magistralmente haciendo sonar su requinto por un minuto. Wayo no se explica como una multitud de más de 200 mil se mantuvo totalmente callada y en silencio.

No se escuchaba un alma, solo las notas del requinto.

Al dar las gracias por el minuto de silencio, surgió un estruendo que provenía de un público compactado que se extendía en el horizonte, hasta donde alcanzaba la vista. Siguiendo ese impulso, Wayo le grita al baterista “cuéntale y entramos”.

El público se encontraba eufórico cuando comenzaron con la rola “It´s A New Day”. La letra de esa pieza la había desarrollado con el apoyo de una estadounidense en un hotel de la ciudad de McAllen. 

Entre canción y canción salían varios animadores, entre ellos el organizador Armando Molina.

Estos gritaban a la audiencia: ¿cómo la están pasando? o hacían alusión al lugar de Avándaro. En otras ocasiones Wayo gritaba animando a la audiencia. En una de estas, les pidió a los muchachos que estaban trepando y apostándose en la estructura del escenario, que se bajaran.

Los organizadores temían a que se viniera abajo la plataforma.

Con excepción del grupo, no dejaban subir a nadie al escenario, donde ya estaban los animadores y unas bailarinas que coreografiaban las piezas musicales.

En esa plataforma también estaban el personal que monitoreaba el sonido y los que manejaban las cámaras de Televicentro. Ya no cabía nadie más. Wayo explica que no se escuchaba fácilmente a nadie arriba del escenario.

Wayo no recuerda el orden en que se presentaron las otras cinco piezas instrumentales de su autoría, compuestas en Reynosa: su primera canción “Baby Don’t Let Me”, una pieza instrumental “Soul Lady”, “She’ll Come Back To Me”, “My Way Is Love” y “I Got Your Love”.

Estas canciones de la era de la psicodelia traían mensaje y fueron populares en la radio en ambos lados de la frontera, durante los años que siguieron. 

Recuerda Wayo que antes de subir al escenario, había toda una fiesta en la parte de abajo.

Uno de los fans cargaba un cencerro bastante especial. Este le dijo—se lo presto maestro, es un honor que lo toque junto con las panderetas que ya estaban en el escenario.

Durante la presentación, recuerda Wayo, que le falló el órgano Hammond al tecladista, pero este fue rápidamente y eficientemente resuelto por el staff, sin que se notara el cambio.

Fue durante la participación de La División del Norte que, una chamaca bailó y se desnudó enfrente del escenario, arriba de un camión de mudanza en el que habían traído el equipo del sonido. La prensa la bautizó como “La Encuerada de Avándaro”.

Para terminar la banda su espectáculo, el público le pedía más canciones, por lo que interpretaron otras piezas. Tocaron para terminar una rola de Blood, Sweat and Tears y la rola “Them Changes” de Buddy Miles. 

La División del Norte tocó una hora y 15 minutos en Avándaro. Cuando bajaron de la tarima, Wayo ya no vio al dueño del cencerro, por lo que se lo llevó a Reynosa, donde fue parte de sus actuaciones en el Alaska.

Después que descendieron del escenario, los integrantes buscaron los autobuses que los regresarían a la Ciudad de México.

En uno de los camiones de la disquera Polydor les dijeron que se subieran, pues todos iban para donde mismo; el anuncio en el vehículo decía Tinta Blanca. Serían como las 12 de la noche cuando Wayo se sentó en el autobús. Recargó su cabeza en el respaldo del asiento y se durmió hasta que despertó a las 7 de la mañana de ese día 12 de septiembre.

A esa hora todavía no salían de Avándaro, el concierto estaba apenas por terminar. Wayo recuerda que tenían dos días sin dormir, desde que habían dejado la ciudad de Reynosa. Estaban muertos de cansancio por la emoción y el nervio de participar en el festival.

Entre le cansancio y el sueño de los integrantes de la División, Tequila fue el grupo que les siguió en el escenario. A medianoche le tocó el turno al grupo Peace & Love de Tijuana, quienes avivaron al público con su rola “We Got The Power”, las palabras a finales de su presentación “¡Chin chin a su madre el que no cante!” y la rola “Mariguana”.

Esto incitó a los oficiales de Gobernación para que empezaran los cortes intermitentes en la trasmisión de la XERPM, Radio Juventud, y después un corte permanente de la transmisión en vivo.

Encendido el ambiente, continuaron las bandas El Ritual y Bandido con fallas intermitentes de sonido. Después de un apagón total de la electricidad continuó el festival con los reformados Yaki y su nueva cantante, la chilena Mayita Campos.

Continuaron el festival Tinta Blanca, El Amor y al amanecer el cuarteto de Alex Lora, nombrado Three Souls in My Mind, el cual evolucionó en el famoso Tri años más tarde.

Con este último clausuraron el festival pasadas las 8 de la mañana. El doceavo grupo, Love Army, nunca llegó al escenario, debido al congestionamiento vehicular hacia Avándaro.

En la Ciudad de México

La salida de Avándaro fue tortuosa entre las 7 y 8 de la mañana, debido al congestionamiento vehicular. El autobús arribó entre las 3 y 4 de la tarde a la Ciudad de México, dirigiéndose al hotel. A su llegada, los esperaban los reporteros con una serie de entrevistas. Estas fueron con las revistas México Canta, Revista Pop, Notitas Musicales, etc.

  • Los reporteros les preguntaban sobre su actuación, su música y otras cosas positivas y no lo que publicarían la prensa amarillistas sobre el festival. 

El grupo de Wayo permaneció varias semanas en México. La disquera Polydor los llevó a grabar a sus estudios, donde grabaron “It´s A New Day”, “My Way Is Love”, “I Got Your Love” y “She’ll Come Back To Me”, en un “extended play” de 45 RPM. Un día después que grabaron la música, Wayo grabó la letra de las piezas.

En todo momento durante las grabaciones, Wayo estuvo al pendiente y supervisando de cómo sonaban las intervenciones de cada instrumento, pues su oído siempre fue muy bueno.

Durante los fines de semana, La División del Norte se presentó en los Hoyos Funkies de la ciudad de México. Estos eran los estacionamientos subterráneos de empresas que cerraban durante el fin de semana. Ahí se hacían presentaciones de varios grupos ante una audiencia de hasta 800 a 1000 personas.

Recuerda que unos de estos hoyos se encontraban en Peralvillo. Sus actuaciones eran pagadas en el momento por los organizadores. 

La disquera les dio parte de las regalías por adelantado, lo que les sirvió también para pagar el hotel y las comidas. Cuenta Wayo que, el trompetista Pepe Ramos se iba a tocar a Garibaldi para sacar dinero, regresando con tacos para los compañeros en el hotel.

Él era tan buen trompetista que fácilmente se acoplaba con cualquier mariachi en ese lugar.

El del bajo y la batería eran casados y los buscaban constantemente sus familias, por lo que se regresaron a Reynosa primero.

El resto de la banda permaneció unos días más en la capital, regresando en avión a la frontera. Ya tenían un importante compromiso en la ciudad de Río Bravo.

En una próxima nota contaremos el final que tuvo La División del Norte y sobre el desarrollo de Wayo como empresario en Reynosa

imagen-cuerpo

El trompetista José “Pepe” Francisco Ramos Reynoso (q.e.p.d.) en el escenario de Avándaro. Imagen capturada por la fotógrafa Graciela Iturbide.

Te puede interesar....
te-puede-interesar
Wayo Roux Calzada y la música rocanrolera de Reynosa



DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD