Lo que puedes hacer para combatir el cambio climático

El cambio climático es un tema de candente actualidad que podemos escuchar en la mayoría de medios de comunicación a diario. A esto se suman personajes públicos cada vez más concienciados que piden un cambio en los hábitos de la gente para poder frenar algo que supondría un desastre irreversible para nuestro planeta.

Lo cierto es que si todos aportaran su granito de arena, se podría ayudar a evitar una gran catástrofe como esta. Para ello, puedes poner en práctica estos pequeños cambios para combatir el calentamiento global. 

Alternativas a tu vehículo 

Utilizar transporte público, caminar o ir en bicicleta son sencillos gestos que ayudan a reducir las emisiones de carbono. Otras medidas que puedes llevar a cabo son la utilización de un coche eléctrico, optar por el tren en lugar del avión siempre que sea posible o incluso, en el terreno empresarial, cambiar el viaje de negocios por una videoconferencia. 

Ahorra energía

Parece algo obvio, pero ciertas prácticas de nuestro día a día hacen que descuidemos este aspecto. Por ejemplo, para evitar poner el aire acondicionado, prueba primero a abrir las ventanas, y si lo haces, intenta que la temperatura no sea inferior a los 24ºC. Otra alternativa para ahorrar energía es sustituir las bombillas de casa. 

Reduce tu consumo de carne

El consumo de alimentos también está relacionado con el cambio climático. Una prueba de ello es que la producción de carne roja produce un mayor número de emisiones de gases de efecto invernadero que otros alimentos como la fruta, la verdura, los cereales e incluso el pollo. Por ello, suprimir total o parcialmente este producto de tu dieta ayudará a combatir el cambio climático. 

Otro factor importante relacionado con la alimentación es el uso de productos de temporada y locales. Para evitar las emisiones extra que suponen las importaciones de productos, se recomienda que los productos hayan sido adquiridos cerca del punto de venta. Grandes supermercados como Carrefour ya tienen acuerdos con huertos y granjas locales para dar solución a este problema.   

Recicla, pero sobre todo reduce y reutiliza

Desde hace años se habla de la importancia de reciclar los productos que utilizamos en nuestro día a día. Esta es una práctica vital para el planeta, pero que también debe ser reforzada mediante la reducción y reutilización de productos. Por ejemplo, se puede utilizar el agua de hervir las verduras para regar las plantas, reconvertir envases plásticos en algo como macetas o incluso realizar manualidades con productos desechados. 

Por otro lado, reducir el uso de determinados productos como el plástico es una gran ayuda para combatir el cambio climático. Para ello, se pueden sustituir productos de un solo uso por otros más duraderos como botellas rellenables que sirven tanto para líquido frío como caliente, copas menstruales, envoltorios de cera de abeja para alimentos, etc. 

Anima a otros con el cambio 

Por último, si ya practicas estas simples acciones, es tu turno de ser un líder y animar a que la gente de tu entorno se sume a poner en práctica estos sencillos hábitos. Estas medidas son también aplicables a tu entorno de trabajo, por lo que puedes convencer a tu jefe para llevar a cabo un plan de acción sostenible, lo que hoy en día es muy valorado por los consumidores y dará valor a la empresa. 

En definitiva, cualquier grano de arena que se pueda aportar, tanto de forma individual como colectiva, estará ayudando al planeta en su lucha contra el cambio climático.