Llega 20 años tarde la apertura al transporte
La Canacar ve con escepticismo el anuncio de Estados Unidos
DECISIÓN TARDÍA. Poco entusiasmo y sí mucho escepticismo, provocó en el transporte mexicano el anuncio de que en breve podrá trabajar en el lado americano. (EL MAÑANA / Juan Carlos Flores).
Con escepticismo recibió la industria del transporte de carga el anuncio del Departamento del Transporte de Estados Unidos, en el sentido de que en breve camiones mexicanos podrán circular en todas las carreteras de ese país.
Ramón García Garza, delegado local de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), dijo que el anuncio llega más de veinte años tarde ya que siempre estuvo contemplado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), pero Estados Unidos siempre se había negado a cumplirlo.
Aventuró que quizá el cambio de actitud, tenga su origen en una demanda interpuesta por el transporte mexicano por 23 mil millones de dólares, por incumplimiento del TLC.Dicha cantidad aclaró, es la cantidad de dinero que se estima perdió el transporte mexicano durante todos estos años en los que el vecino país impidió el libre tránsito de camiones mexicanos por sus carreteras.
“El plan piloto que permitió a algunas empresas mexicanas prestar servicio de transporte en Estados Unidos, funcionó bien y comprobó que los transportistas nacionales no representamos un riesgo para la seguridad de las carreteras estadounidenses” reveló.
Comentó que los vecinos del norte se tardaron tanto en permitir el ingreso de los mexicanos, que ahora se ve poco atractivo incursionar en esa actividad y de hecho genera pocas expectativas.
Subrayó que cumplir con el TLC es importante, pero no representará realmente un cambio positivo, pues hay poco interés en aprovechar esta “tardía apertura de fronteras”.
Recordó que los choferes del transporte mexicano no hablan inglés y tampoco tiene muy claro la reglamentación que rige las carreteras norteamericanas, así que aventurarse a realizar viajes al norte tendrá inconvenientes.
De hecho aseguró, que permitir el ingreso de los camiones mexicanos no representará más trabajo para la industria, pues fuera de las empresas que participaron en el programa piloto, ya no hay más interesados.
“Ellos ya tienen contratos con corporativos de Estados Unidos, es decir tienen las conexiones y años de experiencia, lo cual es aplicable al resto del transporte mexicano, el cual si decide aprovechar la apertura de la frontera deberá de comenzar de cero”.

