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Las razones de los renunciantes

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya ha sufrido la baja de los titulares de las secretarías y entidades estratégicas en finanzas, salud, comunicaciones, medio ambiente y, próximamente, seguridad

Ciudad de México.

Las razones de los renunciantes

No ha cumplido aún dos años de gobierno, un tercio del sexenio, y el presidente Andrés Manuel López Obrador ya ha sufrido la baja de los titulares de las secretarías y entidades estratégicas en finanzas, salud, comunicaciones, medio ambiente y, próximamente, seguridad, casi todas con renuncias estruendosas contra la concepción e instrumentación de las políticas públicas que él personalmente define.

Una de las más recientes es la del exconsejero electoral Jaime Cárdenas Gracia al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, organismo creado por el gobierno de López Obrador para administrar y vender bienes decomisados y que, según el exfuncionario, está infectado por la corrupción, el mal que prometió extirpar el presidente de la República.

Además de estar en desacuerdo con la “lealtad ciega” al proyecto de Cuarta Transformación que López Obrador exige, Cárdenas Gracia aseguró que la corrupción anida en la institución que efímeramente encabezó, por el robo de piedras preciosas, subastas arregladas y favoritismo a empresas, por lo que formalmente la denunció ante la Fiscalía General de la República, cuya fiscal anticorrupción, María de la Luz Mijangos Borja, es su esposa.

Cárdenas duró poco más de tres meses en el cargo, prácticamente la mitad de los casi seis meses que fue director del IMSS Germán Martínez Cázares, primer miembro del gabinete legal y ampliado que renunció, el 21 de mayo de 2019, por desacuerdos con el criterio presidencial de austeridad.

“El presidente del gobierno de México proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo’”, reprochó Martínez en su carta de renuncia.

A uno y a otro, López Obrador les reclamó su falta de vigor y compromiso en su encargo público, algo semejante al “estrés” que atribuyó a Víctor Toledo para renunciar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tras difundirse, en agosto, un audio en el que afirmó que la Cuarta Transformación “como tal, como un conjunto claro y acabado de objetivos, no existe”.

La agenda ambientalista, aseguró, no es prioritaria para López Obrador: “este gobierno es un gobierno de contradicciones brutal y esta visión que aquí la compartimos todos nosotros no está para nada en el resto del gabinete y me temo que tampoco está en la cabeza del presidente, hay que decirlo”.

La crítica de Toledo al proyecto del gobierno, cuyas luchas palaciegas también describió a detalle en el audio, López Obrador las tomó como normales en el proceso de transformación y de libertad que existe en su equipo, pero recordó que él, como presidente de la República, es quien al final toma las decisiones, porque es el responsable ante la nación.

“En el gabinete nuestro hay libertad y hay discrepancias, y no hay pensamiento único. Se da la libertad para que todos opinen; desde luego yo soy el responsable del resultado final, yo soy el que al final decido, y no son, en este caso –porque ante la nación yo soy el presidente, yo soy el responsable–, no son los secretarios los responsables de decisiones”.

ESTILO DE GOBERNAR

La renuncia de Cárdenas al organismo que sustituyó al opaco Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, creado en el gobierno de Vicente Fox, en 2003, puso de relieve, otra vez, el estilo personal de gobernar de López Obrador, sobre todo en los potenciales conflictos de interés y la austeridad.

La inminente renuncia de Alfonso Durazo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para ser candidato a gobernador de Sonora perfila, también, una recomposición en el gabinete legal, que se inició, el 25 de mayo de 2019, con la renuncia de Josefa González Blanco Ortiz Mena.

La titular de la Semarnat, que ya lleva tres secretarios en 21 meses de gobierno, obedeció al desplante de poder para retrasar un vuelo comercial –“soy la única responsable de lo sucedido”–, pero la renuncia que cimbró al gobierno de López Obrador por la relevancia de la cartera y las razones fue la de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el 9 de julio de 2019.

Urzúa, quien tras su renuncia se volvió un ácido crítico de López Obrador y su gobierno, alegó en su carta que hizo pública la improvisación y desconocimiento de los funcionarios que manejan la economía, la errónea política energética y los “conflictos de interés” de personajes del entorno de López Obrador, quien lo llamo simulador.

“Él no está conforme con las decisiones que estamos tomando y nosotros tenemos el compromiso de cambiar la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 36 años. Como es un cambio, una transformación, a veces no se entiende que no podemos seguir con las mismas estrategias, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas, y es cambio de verdad, transformación, no simulación”.

En entrevista publicada en Proceso, obtenida por Hernán Gómez, Urzúa fue más específico en sus razones para renunciar a la SHCP, en particular en sus pleitos con el magnate Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia.

“Me cuesta entender el tipo de relación que tiene con el presidente. Ideológicamente Romo es un hombre de extrema derecha y en términos sociales oscila entre el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. ¿Cómo un hombre así, que llegó a admirar a Augusto Pinochet y a Marcial Maciel, acabó no sólo siendo amigo de López Obrador, sino incluso siendo el jefe de la Oficina de la Presidencia?

“Ahora bien, es verdad que aun cuando Romo trató de usar su influencia para apoderarse de las secretarías de Hacienda y de Economía, el presidente no lo dejó. Pero sí pudo imponer a Margarita Ríos-Farjat en el SAT y a Eugenio Nájera en Nafinsa y Bancomext. Este último ha sido desde siempre su mano derecha en el sector empresarial, mientras que para que ella pudiera ser impuesta se tuvo que cambiar la propia Ley del SAT”.

–¿Alfonso Romo tiene algún conflicto  de interés?

–Es una buena pregunta, y es precisamente a él a quien aludo en mi carta de renuncia. Un conflicto de interés existe cuando una actividad personal o de negocios de un servidor público podría eventualmente interferir con el ejercicio de sus funciones.

“No estoy diciendo que esto haya pasado en el caso de Romo, no me consta, pero dado que en la jefatura de la Oficina de la Presidencia se maneja a diario un cúmulo de información económica confidencial, uno quisiera que Alfonso Romo y sus familiares hasta de primer grado no tuvieran actualmente participación accionaria alguna en la Casa de Bolsa Vector.”

–¿Qué está buscando Alfonso Romo en este gobierno? ¿Cuál es su agenda?

–Creo que su fin último es renacer. Después de haber estado en la lista de Forbes está buscando ser lo que alguna vez fue. Es entendible que esté tratando de encontrar nuevamente un espacio. Entiendo su postura, lo que no puedo entender es que López Obrador lo tenga en su gobierno.



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