Las correrías del cártel que amenazó a AMLO
El presidente López Obrador le restó importancia al incidente
Guanajuato.
Después de varias semanas de intensas acciones federales contra el robo de combustibles de Petróleos Mexicanos, el jueves 31 de enero provocó alarma el hallazgo –en el puente Mazda, de Salamanca– de un mensaje supuestamente firmado por El Señor Marro, líder del Cártel de Santa Rosa, en el que amenaza al presidente Andrés Manuel López Obrador con “empezar a matar gente inocente” si no retira a las Fuerzas Armadas de la refinería de Salamanca.
En el mismo mensaje se añadió que los autores dejaron “un regalito” afuera de la puerta 4 de dichas instalaciones de Pemex, que resultó ser una camioneta con un artefacto.
Al respecto, el coordinador de Comunicación de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, confirmó el hallazgo del mensaje pero negó que el objeto hallado en el vehículo fuera una bomba.
Sin embargo, admitió que se trataba de una reacción de uno de los cárteles que se disputan el negocio ilícito del huachicoleo en el estado.
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Y aunque posteriormente la Secretaría de la Defensa Nacional confirmó que el artefacto contenía un explosivo llamado Emulex 1 y detonantes, el presidente López Obrador le restó importancia al incidente, se dijo dispuesto a continuar la lucha contra el robo a la nación y reiteró que no reforzaría su seguridad porque eso le restaría comunicación directa con la gente. Por enésima ocasión, sus simpatizantes en las redes sociales, y sorpresivamente también la oposición en el Congreso federal, le pidieron al mandatario que tomara medidas para su mayor protección ante la amenaza directa.
Por lo menos desde 2013 autoridades estatales y federales sabían de la existencia y las actividades del líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, en la zona sur de esta entidad. Y no sólo eso: tenían en sus manos una orden de aprehensión en su contra por homicidio calificado.
El 26 de junio de ese año, policías ministeriales adscritos a la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) entraron a la comunidad de Santa Rosa de Lima con esa orden. Pero el operativo salió mal: los ministeriales fueron recibidos a balazos. El tiroteo ocurrió en plena plaza de la comunidad. En la persecución, uno de los lugartenientes de Yépez murió al caer desde una barda; siete civiles fueron detenidos, pero El Marro escapó.
Funcionarios de la PGJ de la entidad señalaron entonces que los ministeriales se dirigían a una casa en obra negra para detener al presunto delincuente. Añadieron que a los siete capturados se les acusaría de portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército e intento de homicidio.
Fue esa una de las primeras ocasiones en que las autoridades estatales mencionaron al Señor Marro, como ahora se le conoce en la zona situada entre Silao y Celaya, un radio de casi 95 kilómetros al sur de Guanajuato que en su recorrido incluye Irapuato, Villagrán, Salamanca y los Apaseos.
De Villagrán forman parte las comunidades de Santa Rosa de Lima, Los Ángeles y San Salvador Torrecillas, un área conocida como El Triángulo. De la primera lleva el nombre el grupo delictivo encabezado por El Marro. En la última se realizó el 29 de enero pasado el operativo de la Secretaría de Marina en el que sus elementos aseguraron pipas, tanques y otros vehículos cargados de combustible robado, acción que tuvo como respuesta bloqueos en la vecina carretera Panamericana con vehículos y pastizales incendiados.
Los poliductos amenazados
El informe señala que esta banda se dedica al robo de hidrocarburos mediante la colocación de tomas clandestinas con derivación hacia predios bardeados y aledaños a los poliductos de 16 y 12-14-12 pulgadas Tula-Salamanca.
El documento es preciso en cuanto al lugar y datos de operación de los poliductos explotados ilícitamente por El Marro: Salamanca-Guadalajara, Salamanca-Zacatecas y Salamanca-León, Salamanca- Morelia y Tula-Salamanca.
De acuerdo con el informe de Pemex-PF, en mayo de 2018 se corrió en el ducto Tula-Salamanca un “Diablo Instrumentado”, un aparato dotado con sensores que normalmente se emplea para revisar la condición del ducto en términos de corrosión, pero que también identifica y ubica posibles tomas clandestinas.