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La ruptura: PRD-AMLO

Luego vinieron el Pacto por México y la fractura de las izquierdas

La ruptura definitiva de Andrés Manuel López Obrador con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que ayer domingo 5 de mayo llegó moribundo a su 30 aniversario, fue un documento concebido por dirigentes de Nueva Izquierda que proponían reconocer el triunfo de Enrique Peña Nieto, convertir a los partidos de izquierda, “empezando por Morena”, en la principal fuerza de oposición e impulsar una agenda de reformas que dieron origen al Pacto por México.

ENCUENTRO. A la derecha, abrazo entre Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. Observa Jesús Ortega.La ruptura: PRD-AMLO

El documento denominado Reconciliación de México: Legalidad, mandato popular y bases para un acuerdo nacional, que ahora Proceso revela, fue elaborado por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, dirigentes de Nueva Izquierda del PRD, así como por Manuel Camacho Solís. Su contenido se expuso en una comida a la que asistieron, además de ellos, López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente.

La comida, que terminó de mala manera, se celebró a finales de julio de 2012 en las oficinas de la Fundación Equidad y Progreso, presidida por Ebrard, en medio de las protestas de fraude electoral de López Obrador contra Peña y cuando aún estaba pendiente la calificación de la elección presidencial por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

“Acataremos la decisión del Tribunal, pero exigiremos que su decisión y las de las demás instancias sean apegadas a la ley y transparentes”, enunciaba el primero de los 10 puntos del documento, en el que se exigía al TEPJF no repetir su conducta en la elección de 2006, con Felipe Calderón, cuando “se sostuvo que hubo violaciones a la Constitución y a la ley, pero éstas no tuvieron ninguna consecuencia”.

En el punto 10 del documento, titulado “Relación con el gobierno y alianzas”, que daba por hecho el triunfo de Peña Nieto, el planteamiento era que los gobiernos perredistas y los grupos parlamentarios de los partidos de la coalición que postularon a López Obrador actuaran de manera unitaria ante el próximo gobierno.

“Seremos una fuerza que siga avanzando con los buenos resultados de sus gobiernos y que se abrirá a los ciudadanos para impulsar las reformas más importantes y la modernizacion de sus propios partidos”, subrayaba. 

Y añadía: “Nos debemos preparar para cambiar el régimen político y alcanzar una nueva mayoría en 2015 y 2018. Queremos mostrar a la sociedad que ofrecemos una alternativa y estamos obligados a darle garantías de que practicamos otra política”.

El movimiento progresista, decía el documento, podría ser la principal fuerza opositora si sumaba los votos de PRD, Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano en el Congreso, “y (si) mantiene una adecuada coordinación entre sus diputados, senadores, gobernadores y dirigentes de los partidos y el movimiento social, empezando por Morena”, que era aún una asociación civil.




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