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LA PRESIDENCIA DEL PAN, DIFÍCIL APUESTA DE MARGARITA ZAVALA

Con casi toda la estructura partidaria en su contra, un padrón de militantes “inflado” por sus adversarios y el estigma de ser esposa de Felipe Calderón, quien será en los hechos el coordinador de su equipo de campaña integrado con residuos de su grupo, Margarita Zavala Gómez del Campo va por la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN). Esta es la única opción de futuro que le queda a Zavala luego de que la cúpula del partido, controlada por Gustavo Madero, demolió su ruta prevista desde el fin del gobierno calderonista: diputada federal plurinominal este año, coordinadora del grupo parlamentario y candidata presidencial en 2018.
  • Por: Álvaro Delgado
  • 05 / Enero / 2015 -
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LA PRESIDENCIA DEL PAN, DIFÍCIL APUESTA DE MARGARITA ZAVALA

México, DF

Madero le ofreció, a través de Blanca Judith Díaz Delgado –la única facultada por la dirigencia para hablar con ella–, competir por una diputación federal de mayoría en un distrito de la delegación capitalina Álvaro Obregón, pero rechazó la oferta por la inminencia de una derrota ante la izquierda, y las plurinominales están ya comprometidas para la coalición dominante.

Zavala Gómez del Campo tiene además una remota posibilidad de triunfo: por una parte, el PAN observa una ligera recuperación electoral hacia las elecciones de junio, que opera en su contra, y se prevé que enfrente al gobernador Guillermo Padrés Elías, quien se fortalece como el candidato de Madero y de Rafael Moreno Valle, los aliados dominantes en ese partido.

De hecho, tras una reunión entre Madero y Moreno Valle, a principios de diciembre en La Paz, Baja California Sur, el gobernador de Puebla se convirtió en el prospecto presidencial del grupo, luego de que el primero, quien será diputado federal plurinominal y coordinador parlamentario, buscará ser gobernador de Chihuahua, porque –afirma– las encuestas lo colocan como puntero.

El pacto establecido en esa reunión, según información de testigos recogida por Proceso, fue que Madero apoyará a Moreno Valle para ser candidato presidencial del PAN en 2018, a cambio de que él lo ayude a ganar la gubernatura de Chihuahua en 2016, cuando también habrá elecciones de gobernador en Puebla.

El escenario para Zavala se complica, además, porque personajes allegados a su marido y que apoyaron a Ernesto Cordero contra Madero en la elección interna de mayo de 2014 son ya aliados de Moreno Valle.

Dos ejemplos relevantes: el diputado federal Maximiliano Cortázar, coordinador de la campaña de Cordero, exvocero de Calderón y amigo desde la adolescencia de la propia Margarita Zavala, y el senador Roberto Gil Zuarth, exsecretario particular de Calderón y derrotado por Madero en 2010.

Más aún, la lista de candidatos a diputados plurinominales en la circunscripción que corresponde a Puebla y el Distrito Federal está controlada por adversarios de Margarita: uno es Eduardo Aguilar Sierra, coordinador jurídico del CEN e incondicional de Madero, y Kenia López Rabadán, integrante del equipo de Jorge Manzanera Quintana, aliado de Moreno Valle.

El tercero es el expriista Eukid Castañón Herrera, diputado local de Puebla y oscuro operador electoral y financiero de Moreno Valle, quien manejó todos los recursos económicos para garantizar el triunfo de Madero en al menos 20 estados en la elección interna de mayo pasado.

Margarita y Oliva

“¡Presidenta, presidenta!”, le gritaron a Margarita Zavala cuando asistió, la noche del 18 de diciembre, a la cena anual del PAN capitalino, acompañada de Calderón, quien también fue recibido con aprecio por panistas, a muchos de los cuales les firmó los libros editados por su fundación y se los regaló.

Aunque el más aplaudido por los asistentes fue Jorge Romero, el delegado en Benito Juárez y cacique del PAN defeño –colocado en el cuarto lugar de las preferencias electorales–, la asistencia de Margarita y su marido a la cena llamó la atención, sobre todo porque están en curso definiciones hacia las elecciones de 2015 y 2018.

Los únicos oradores fueron el anfitrión del PAN capitalino, Mauricio Tabe, y Ricardo Anaya, secretario general en funciones de presidente interno, quien supuestamente ha tomado distancia de Madero, aunque apoya el proyecto presidencial de Moreno Valle.

Esta reunión y otras, sobre todo privadas, tienen que ver con el pulso que Zavala está tomando al PAN nacional para integrar su equipo y establecer las alianzas hacia la elección interna.

Una de las alianzas previstas es con Juan Manuel Oliva, el exgobernador de Guanajuato que fue compañero de fórmula de Cordero y quien a su vez definirá su proyecto en una reunión con su equipo, el próximo miércoles 21.

En noviembre de 2013 Oliva reveló que visitó, en Harvard, a Margarita Zavala como parte de los acuerdos para vencer a Madero en la elección interna, en la que él quería contender como candidato a presidente.

–¿Qué pacto hizo con ella? –le preguntó el reportero. 

–Sólo platicamos.

Lo que se pretendía entonces, dijo el guanajuatense, era una especie de Tucom, “Todos unidos contra Madero”, en el que participarían Zavala, Vázquez Mota y Calderón. 

Al final Vázquez Mota decidió no participar y ahora Zavala busca el apoyo de Panistas por México, la agrupación integrada por los exgobernadores Ernesto Ruffo, Carlos Medina Plascencia, Alberto Cárdenas, Fernando Canales Clariond, así como por Luis Felipe Bravo Mena, expresidente nacional del PAN.

Estos políticos se reúnen cotidianamente con la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota en la Torre Azul del Senado, y aunque algunos detestan a Calderón, como Ruffo, podrían apoyar a Zavala con tal de vencer a Madero y a Moreno Valle.

El puente de Panistas por México con Zavala es Bravo Mena, exsecretario particular de Calderón y quien identifica a Moreno Valle como el prototipo del panismo “sin valores”, como definió a los arribistas en su libro Acción Nacional ayer y hoy, una esencia en busca de futuro.

En ese libro, editado en agosto del año pasado, el exdiputado y exsenador afirma que el PAN enfrenta una disyuntiva: “Reencontrarse con su alma panista ciudadana o ser una mala réplica de lo peor del PRI. Lo primero lo condujo al triunfo. El extravío por lo segundo lo demolerá hasta sus cimientos”.

Y añade: “Ser una copia defectuosa de lo que siempre combatió lo convertirá más pronto que tarde en una pieza desechable de una restauración autoritaria, venga de donde viniere y sea del color que fuere”.

–El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, es militante panista, pero ¿es emblema del panismo? –le preguntó el reportero.

–Aquí funciona muy bien lo que es la tesis y el hilo conductor en el libro: Se puede ser militante del PAN sin ser panista. Tenemos un militante del PAN que gobierna Puebla, pero creo que la cultura panista, que se llama panismo, no está ahí.

–¿Moreno Valle puede ser el candidato presidencial del PAN?

–No quiero especular, falta todavía para que esta posibilidad pueda consolidarse, pero es una reflexión que tenemos que hacer en los próximos meses y años: El tipo de abanderado que debemos llevar a la Presidencia de la República y esta idea de simplemente competir por competir, o realmente llevar un abanderado que refleje la esencia del PAN.

La propia Vázquez Mota, a quien tampoco Madero le ha garantizado que será diputada federal, puede sumarse al apoyo de Margarita Zavala, sobre todo porque identifica a Moreno Valle como uno de los gobernadores del PAN “traidores” en la elección de 2012 y por ser discípulo de Elba Esther Gordillo, su principal enemiga.

Padrón “inflado”

Además de tener la estructura partidaria en su contra, controlada por Madero y Moreno Valle, y un equipo menor, Margarita Zavala afronta un problema adicional: el padrón de militantes que domina esa misma dupla.

Tras la derrota de 2012, el PAN de Madero depuró el padrón con un refrendo de militancia que bajó drásticamente las cifras: de 1 millón 800 mil a 367 mil militantes.

Para la elección interna de mayo de 2014, la lista nominal era de 217 mil 593 panistas, es decir, quienes tenían más de un año de militancia, pero la militancia ya había crecido sospechosamente más del doble, como lo hizo ver Bravo Mena en su libro:

“Para abril de 2014 los miembros del PAN ya habían ascendido de nueva cuenta a 558 mil 261, lo que significa que la lista nominal de 217 mil 593 militantes con derecho a votar el 18 de mayo se formó con 38.9% de la militancia; el resto, 340 mil 714 (61.1%), son afiliados con menos de un año de ingreso.”

Y en entrevista expuso: “¿Es vitalidad o es corporativismo, clientelismo, que en un año se haya doblado otra vez la militancia? Vale la pena hacernos la pregunta, porque ahí está fincado el futuro, porque son los votantes de los procesos internos de mañana”. El PAN tiene previsto definir mediante elección directa de la militancia a sus candidatos a gobernadores, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales. Es sabido que quien controla el padrón tiene las de ganar.

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