La “Planchada” del Hospital Naturista de Playa Miramar
Leyendas urbanas
Madero, Tam.
Una enfermera pulcra, guapa y de carácter fuerte falleció en el Hospital Naturista de Ciudad Madero y ahora, su alma pena por los pasillos del nosocomio; quienes han visitado el lugar y juran haberla visto, prefieren no haber pisado el hospital, ya que la impresión es tanta, que no la pueden sacar de su cabeza.
“La Planchada”, como suelen llamarle, se pasea a paso lento por todo el hospital que fue construido en el año 1984 y que dejó de funcionar en 1989, tras el encarcelamiento de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”.
Era usado como un sitio alternativo de saneamiento, ubicado al norte de la Playa de Miramar, a unos metros de lo que fuera el “Recreativo”.
Tras la caída de la “Quina” el hospital quedó a la deriva, pues éste era sostenido con dinero del sindicato petrolero -al igual que lo fue su construcción.
La leyenda cuenta que la famosa “Planchada” fue una enfermera muy pulcra y aseada, que trabajaba en el Hospital Naturista. Esta enfermera se enamoró de un doctor joven y guapo… Ella dio todo de su tiempo para este joven y él sólo jugó con sus sentimientos y después la abandonó. Recibe el apodo de “La Planchada” porque su uniforme siempre lucía impecable, excelentemente planchado y sin mancha alguna.
La enfermera que antes había sido una mujer tierna, cambió notablemente su comportamiento, se amargó con la vida y empezó a tratar de manera muy cruel a todos sus pacientes. Al final la enfermera se volvió tan negligente que no le dio un medicamento a un niño de 9 años y murió al día siguiente. El padre del niño al enterarse de la negligencia de la enfermera, se volvió loco y decidió matarla, cortándole el cuello con un bisturí.
Cuando el Hospital cerró tras la detención de La Quina, se contrató seguridad privada para resguardar el inmueble, al pasar el tiempo fueron renunciando. Los motivos eran porque decían haber visto a una mujer vestida de enfermera que les hablaba y les preguntaba si se encontraban bien. El gobierno local decidió abandonar por completo el hospital y el equipo de seguridad fue retirado.
Se dice que “La Planchada” aparece en las ruinas de este hospital y se supone que cura a todo aquel que ingresa en sus instalaciones. Otros dicen que, en realidad los que curan son los espíritus de médicos que también deambulan por el hospital con la intención de corregir el mal que la enfermera provoca.
SE PASEA POR LOS PASILLOS
Después de que la seguridad privada se retiró (a partir de 1994), jóvenes acudían al lugar con la intención de divertirse, ya que el inmueble está ubicado a unos 50 metros de la Playa de Miramar (Norte).
Generalmente lo hacían por las noches, organizando fiestas en las afueras del hospital; sin embargo en ese entonces se reportaron numerosos avistamientos de lo que pudiera ser un fantasma que se paseaba por los pasillos y techo. Los reportes se hacían a la autoridad municipal de Madero.
DELINCUENTES TOMAN EL HOSPITAL
En el año 2006, un grupo de criminales se refugió en las instalaciones del Hospital Naturista, y aunque la Policía mandó elementos para capturarlos, nunca pudieron encontrarlos.
Según afirman desaparecían en el sótano del edificio y no se les encontraba por ninguna parte, pero no estaban muertos, puesto que seguían con sus delitos. Tenían una forma de escapar que hasta la fecha nadie ha descubierto.
Las historias de que el hospital era un santuario para los drogadictos, criminales y ladrones se empezó a esparcir por toda la ciudad y pronto fue una madriguera de los más sanguinarios y locos malvivientes.
Durante muchos años los elementos de la Policía que iban a ese lugar tanto de día como de noche, encontraban animales muertos, gallinas sin cabeza, pentagramas dibujados en las paredes, miles de jeringas vacías, restos de ropa sucia, quemada y sangre en las paredes.
Al final el grupo delincuente decidió abandonar el naturista y sólo quedaron la gente sin hogar, los drogadictos y los practicantes de ritos satánicos, además de “La Planchada”, que sigue rondando a paso lento los pasillos.