La metamorfosis de Penny Pacheco
Reynosense y ahora “Tamauchilanga”, ha dado la vuelta al mundo en su multifacética carrera, pasando por Barcelona, Nueva York, Colombia, China y ahora aterriza en el mundo de la música y nada más y nada menos que bajo la producción de Jorge “La Chiquis” Amaro (ExNeón, ExFobia, actualmente integrante de Jot Dog y productor de bandas como Moenia, La Lupita, Víctimas del Dr. Cerebro y Natalia Lafourcade).
Hay muchos antecedentes artísticos tuyos en Reynosa y el Valle de Texas, pero este nombre no nos es tan familiar ¿quién es Penny Pacheco?
Penny Pacheco es un personaje que canta, le gusta la música, tiene un carácter punk y está rodeada de buenos músicos e influencias teatrales. Se mete a su armario para viajar en el tiempo y regresar a los escenarios de los años 60’s, 70’s.
¿Cómo te metes de lleno en el mundo de la música?
Por consecuencias del teatro e influencia de gente muy cercana; por esas dos razones empecé y en el camino aparecieron otras personas que hasta ahora han sido clave en el desarrollo de esta experiencia; la música conmigo ha sido muy generosa, por eso trato de honrarla y respetarla, también me divierto con ella.
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Platícanos un poco del disco que estás por grabar, tu primer disco.
Es un disco muy querido ya antes de nacer; desde su concepción ha sido un proceso muy divertido y emocionante. Lo está produciendo el Chix Amaro, con quien ya nos hemos aventado ensayos para darle su mágico touch a cada rola, desmenuzando el material y entrando en una complicidad con toda la banda para que la experiencia del estudio sea aún más encantadora. Lo estamos grabando entre DF y Guadalajara; traemos rolas de Salev Setra y de Jaime López, y por ahí uno que otro debraye de Lola Pacheco (mi cómplice inseparable) y yo. Me está gustando eso de tirar líneas al aire para armar rolas y mucho interpretar las ideas retorcidas de otros; digamos que éste es un disco de serenata.
¿Cuáles son tus planes a corto plazo?
Grabar, tocar, promover, divertirme, crecer, pero no de espíritu, de ese quiero ser una adolescente eterna aunque les cale a algunos por ahí. También quiero seguir estudiando y conociendo música; aprendo mucho de mis amigos. Por cierto, ahora estoy estudiando batería y puedo decir que hasta como terapia la recomiendo, no vayan a psicólogos, estudien.
Tu trabajo se asocia a personajes importantes en el mundo de la música latinoamericana, ¿cómo llegaron a ti Chix Amaro y Jaime López?
Supongo que el destino nos hizo encontrarnos; a Jaime López lo conocí en el DF, afuera de un concierto que dio en un foro popular en la colonia Roma; lo esperé tomando una copa de vino y cuando salió me acerqué para invitarlo al estreno de una obra de teatro en la que yo trabajaba con Cecilia Toussaint; me pareció chido ya que sabía que son compas. Hablamos un par de cosas e hicimos click al saber que somos “paisas”, así dijo el viejón. Fue al estreno de la obra y de ahí no nos pudimos separar más, tanto que ahora incluso hicimos teatro juntos, una obra que se llama “Sangre en la Comisura de tus Labios”, donde jugábamos los roles de padre e hija, los mismos que ya habíamos establecido alguna vez de cotorreo; yo soy su hija adoptiva y él mi papá putativo, aunque más putativo que papá… en el disco vamos a grabar 3 rolas suyas, una escrita por ahí de los 80’s y otras dos que escribió especialmente para la Pacheco, o sea pa’ su servilleta.
El Chix Amaro llegó como supongo se presentan los mejores amigos de la vida, como caído del cielo; la primera rola que grabamos Salev Setra y yo la subimos a soundcloud y escribimos una bio; de pronto ya hasta twitter teníamos y por ahí nos contactó Chix. Después estuvo chido porque le conté del proyecto y le mostramos las rolas en una sala de ensayos; recuerdo que ese día también le cayó López; así fue como el Chix se aventó a la aventura Pacheca; confié absolutamente en él cuando dijo: “Está bien atascado tu rollo morra y todavía puede quedar peor”.