La emergencia es Trump
Los Ángeles, California.
La frontera ha tenido épocas de picos de inmigración ilegal y problemas de seguridad. Pero la última década no es una de ellas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ve una emergencia nacional en la frontera. Trump ve “una invasión” de inmigrantes irregulares que cruzan sin cesar, desbordando a la policía de inmigración.
Trump relaciona esos inmigrantes directamente con el crimen violento en las ciudades (que está en mínimos históricos), una relación que las propias policías locales niegan y de la que no ha conseguido aportar datos.
Aparte, considera que la frontera es el origen de la heroína que se consume en Estados Unidos y la relaciona con la crisis de la adicción a los opioides, que no son drogas ilegales, sino prescripciones médicas.
El crimen violento y adicción a las drogas en Estados Unidos, según Trump, son problemas que se solucionan construyendo un muro.
En el aspecto de inmigración, Trump parece vivir mentalmente en los años noventa. La frontera de la que habla existió. A principios de los noventa comenzó una tendencia al alza en el número de entradas ilegales a Estados Unidos.
Es cuando se empezó a superar el millón de personas detenidas al año. En California, esta realidad llevó a una reacción antiinmigrante que resultó en algunas de las leyes más duras contra los irregulares.