La banda prefiere a Café Tacvba y no a Christina Aguilera

“¡Muy bonito muchachos, pero se oye puro desmadre!, ¡hay que organizar!”, exclama bromista Rubén Albarrán desde su trono musical, el escenario.

Han llegado de Querétaro, Monterrey y Guadalajara algunos, para atestiguar el concierto que celebra los 30 años de vida de la banda. ”Bailen, canten y vivan esos recuerdos y sensaciones bellas que les ha producido nuestra música, ¡nos sentimos muy halagados!”, dice Rubén emocionado.

“¡Muchachos!, ¡muchachos!, ¡llegamos a los 30!, ¡no lo podemos creer, qué alegría!”, recalca el vocalista. Se pone un sombrero de paja mientras Meme hace el “robot”, el cual se quita para cantar “Trópico de cáncer” que le dedica a la madre tierra.

Playeras a 100 pesos en los puestos aledaños al foro volaron, lo mismo que tazas conmemorativas con el número mágico de los satelucos y sudaderas en negro con las letras rojas de Re, uno de sus álbumes. Desde el escenario salían luces rojas y blancas, a veces azules y otras naranjas parpadeantes que bañaban al público en cancha, pero que alcanzaban su nal a las gradas de donde surgían luces blancas de celulares. Con “Volver a comenzar” la pantalla central mostraba cuatro imágenes diferentes del grupo y entre el público comenzaron a brincotear sobre su lugar, mientras las cabezas iban de atrás a adelante y viceversa.

Así que los 15 grados centígrados, con viento ligero, que marcaba el termómetro a las 22:00 horas era casi imperceptible. Si hace 14 años a Café Tacvba lo vieron 175 mil personas en el Zócalo capitalino, rompiendo récord hasta ese año, ahora fue menos de la mitad, pero con una fecha conmemorativa que se esperaba durara tres horas. Previo al concierto un grupo de chicas subió al escenario para cantar “El violador eres tú”, pidiendo acabar la violencia contra las mujeres.

“¡Nunca más violencia!”, gritó quien llevaba la voz cantante, siendo secundada por varios de los asistentes.