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Julián Castro: “En algún momento, los demócratas nos hemos olvidado de defender a los pobres”

Desde la Casa Blanca vio cómo Estados Unidos elegía presidente a Donald Trump dejando atónitos a los demócratas y al mundo

El pasado martes, un pequeño grupo de personas se concentraba frente a la sede central de la Policía de Los Ángeles para protestar por la violencia policial. Eran el grupo local de Black Lives Matter, el movimiento contra la brutalidad policial que se ceba con los jóvenes negros en Estados Unidos. Les acompañaba en solidaridad Julián Castro, candidato a presidente de Estados Unidos en las primarias demócratas. Castro escuchó con respeto a la familia de Grechario Mack, un hombre negro de 30 años que murió a tiros de la policía el año pasado. Cuando tomó la palabra, pidió que sean despedidos los policías que mataron a Mack y prometió fijar unos estándares nacionales sobre el uso de la fuerza si llega a presidente.

Julián Castro: “En algún momento, los demócratas nos hemos olvidado de defender a los pobres”

“Nunca habíamos tenido una interacción así con un candidato a presidente”, decía a EL PAÍS Melina Abdullah, portavoz de Black Lives Matter. “Fueron ellos los que nos llamaron y nos dijeron cómo podían ayudar. Este es el tipo de campaña que puede ilusionar a gente como yo”. Definitivamente, manifestarse con víctimas de la policía no es el típico acto de una campaña electoral presidencial. Pero es el típico acto de la campaña que está haciendo Julián Castro.

En 24 horas en Los Ángeles esta semana, Castro no se hizo fotos con líderes locales ni estatales, ni con donantes famosos en Bel Air. Su agenda incluía hablar a una clase de alumnos de políticas de la Universidad de East LA, la universidad del corazón mexicano de la ciudad. Los alumnos le preguntaron por sanidad, cambio climático, leyes de armas y políticas de refugiados. Después, la protesta frente a la policía. Por último, una mesa redonda con veteranos sin techo que viven en un centro para personas sin hogar que él puso en marcha como secretario de Vivienda en 2015. Entre medias, se reunió con unas decenas de partidarios en un restaurante mexicano. En un breve discurso, les dijo: “En algún momento de los últimos 40 años, los demócratas nos olvidamos de defender a los pobres”.

“Creo que el partido se condenó durante la época de Reagan”, explicaba Castro después en una entrevista con EL PAÍS durante ese día de campaña en Los Ángeles. “Cuando Reagan hablaba de las ‘reinas de los subsidios’ y parecía que si eras pobre era porque habías hecho algo mal, algunos demócratas decidieron que era políticamente arriesgado hablar de solucionar la pobreza. Intentaron convencer a una generación de que la guerra contra la pobreza de los años sesenta fue un fracaso y no trajo nada bueno, lo cual es mentira”.

“Yo creo que los demócratas podemos luchar por la clase media”, continúa Castro, “pero también luchar por la gente que está durmiendo en la calle, las personas con discapacidad que sufren cada día solo para sacar adelante sus vidas y luchar por los niños migrantes que han sido separados de sus padres. Tenemos que luchar por todos, porque a este presidente solo le preocupa la gente que se parece a él y tiene una cartera como la suya”.

Julián Castro (San Antonio, 45 años) es un abogado tejano, hijo de María Castro, una activista del movimiento chicano iniciado en los años sesenta. Tiene un hermano gemelo idéntico, Joaquín, que nació un minuto después que él. A principios de la década, ambos entraron en política influenciados por su madre, Julián como concejal de su ciudad y Joaquín como congresista estatal (hoy es miembro de la Cámara de Representantes). En 2009, Julián se convirtió en alcalde San Antonio. El resto del país lo descubrió en 2012, cuando dio un celebrado discurso en la convención demócrata de aquellas elecciones. En 2014, Barack Obama lo llamó para ser Secretario de Vivienda en su Gobierno.

Desde la Casa Blanca vio cómo Estados Unidos elegía presidente a Donald Trump dejando atónitos a los demócratas y al mundo. “Creo que en parte fue una reacción a la elección de Barack Obama, el primer presidente negro. También fue una reacción de alguna gente que quería sacudir el  establishment y pensaban que Trump iba a hacerlo. El problema es que Donald Trump está en esto para servirse a sí mismo. Da igual si eres demócrata o republicano, en política puedes encontrar a alguien que sea honesto y que quiera servir a tu familia en vez de a sí mismo”.



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