Juárez, el primer teatro y cine de Reynosa
El terreno al lado oriente junto al Palacio Municipal está intrínsecamente ligado con la historia de nuestra ciudad desde el año de 1802
Cronista Municipal de Reynosa
Se tienen algunas noticias de que a Reynosa llegaban periódicamente compañías trashumantes de artistas de teatro desde el siglo XIX. Don Donato Palacios, el primer cronista de Reynosa, menciona a la compañía de los hermanos González Rada entre los que hicieron aquí muchas y largas temporadas en la villa a principios del siglo XX; “representaban grandes dramas que conmovían a la gente y remataban con jocosas comedias para borrar el impacto emotivo”.
El terreno al lado oriente junto al Palacio Municipal está intrínsecamente ligado con la historia de nuestra ciudad desde el año de 1802, cuando se estableció la villa. Por más de siglo y medio no se construyó ahí ninguna casa, no obstante que estaba frente a la Plaza de Armas y sólo se bordeó por sus propietarios originales con altos muros. Esto dio motivo a que tuviera múltiples usos, como fueron las carpas de estas compañías teatrales trashumantes.
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El solar fue el centro de entretenimiento de la villa por muchos años, pues en él se instaló temporalmente una plaza de toros, una arena de box, una sede de proyecciones de cine (cuando éste estaba en la etapa inicial), unos circos y una pista para patinar. Esto sin contar que se utilizó como cuartel provisional, corral de caballada militar, paredón de fusilamiento, reunión de mítines políticos y letrina de trasnochadores.
A principios del siglo pasado, en Reynosa ya existía también una vieja tradición entre la juventud que los llevaba a organizarse y representar dramas y comedias de aficionados, que de acuerdo a Don Donato Palacios “explican claramente una inquietud cultural y un medio eficaz para tonificar la vida calmosa y apacible del pueblo,” de esos tiempos. Estos se presentaban en foros improvisados sin tener la villa un lugar específico para escenarios.
El cine incipiente
El primer cine en Reynosa, sobre una pantalla provisional al aire libre, lo proyectó don Ildefonso Rodríguez en el terreno junto al Palacio Municipal en 1908 o 1909. Don Ildefonso parado a un lado de la pantalla explicaba a los azorados espectadores cada escena de la película que todavía no tenía argumento.
Por el año de 1915 funcionó otro cine que estuvo ubicado en el solar de la casa, que por muchos años fue la botica y papelería “La Unión”, lo estableció don José Tárrega (hijo) y las películas ya de mayor metraje contenían argumentos sencillos. Para entonces los actores y las comparsas caminaban aceleradamente y grandes títulos acompañaban a cada escena, ya que las cintas eran mudas. Hubo otros intentos de presentar películas en 1923 por la calle Matamoros, por entonces la empresa que se llamó “Salón Rojo” organizada por el contador de la Aduana don Ricardo Barrón quién era originario de Matamoros, se asoció con el acaudalado comerciante don Gerardo M. Gutiérrez.
El decano del cine
Don Vicente Cantú Flores finalmente se convertiría el decano de los empresarios de los cines en Reynosa, al fraguar el primer edificio que se erigió especialmente para teatro y cine en la villa.
A principios de 1917 durante la revolución mexicana, el joven Vicente Cantú Flores compró a don Mamiliano G. Rodríguez una propiedad en lo que es actualmente la calle Hidalgo, entre Madero y Pedro José Méndez, según documentos en el Archivo Histórico de Reynosa. En octubre del año 1923, ya convertido en un visionario hombre de negocios, don Vicente inició el proyecto del primer teatro de Reynosa. En noviembre de ese mismo año empezó la importación de los materiales necesarios para el edificio que construirían los maestros de obras Juan y Bernardo Ríos.
Fue el 5 de diciembre, cuando se colocó la primera piedra, la cual llevaba la inscripción de su hija: “Niña Lydia Cantú Guerra.” El teatro fue apadrinado por don Eduardo Barreda y Acebo y su esposa Juanita Rodríguez.
En un modesto recuerdo a este personaje el primer cronista de Reynosa, don Donato Palacios, menciona en sus cuadernos que don Eduardo Barreda era originario de Santillana del Mar en Cantabria, España; un reynosense por adopción que hizo su fortuna aquí en esta ciudad. Había llegado en 1907 como oficinista de la Hacienda la Sauteña en el poblado Colombres, el actual Río Bravo. El cronista menciona que era un hombre “que poseía una amplia cultura pues escribía frecuentemente artículos que le publicaba el periódico “La Prensa” de San Antonio, Texas; periódico muy leído en Reynosa por los años veinte.”
En una de las entrevistas grabadas a principio del año 1990 por el segundo cronista de Reynosa, Lic. César Humberto Isassi, don Juan Granados hablaba de la” bonita fachada” del teatro que habían construido los maestros Ríos, mencionando que “para atrás era de madera… pero con el tiempo lo reformaron.”
La inauguración
La inauguración oficial de este recinto de espectáculos fue celebrada el día 21 de marzo de 1924, bautizándolo como Teatro Juárez. El primer cronista explica que quizá “el nombre era un homenaje al patricio por coincidir la fecha de inauguración con el aniversario de su nacimiento.”
El discurso de inauguración estuvo a cargo del famoso empresario Ignacio Gallardo para pasar a un amplio programa de festejos, donde estuvieron presentes habitantes de diferentes comunidades del Valle de Texas y del lado de México: representantes del Teatro Reforma y la Sociedad Mutualista Benito Juárez de la H. Matamoros; la Orquesta Rio Grande City; el Club Rotario de Brownsville. El Sr. Luis Pacheco representó al gobernador del Estado de Tamaulipas, profesor Candelario Garza. Para finalizar el espectáculo se pasó en pantalla del nuevo teatro el estreno de la película “La Perla Negra.”
Por su escenario pasaron destacados artistas nacionales y compañías teatrales, así como películas de los estudios cinematográficos del país y del extranjero. En sus inicios las películas las distribuían F. Gamus y Cía., desde la capital de la República. El lugar fue administrado por varias empresas como la de A. Rodríguez y Hnos. de Monterrey, N.L., la del Sr. Nicolás Longoria y la Sociedad Cooperativa de Espectáculos Públicos de Reynosa, S. C. L.
Entre los artistas que se presentaron durante las primeras décadas en este teatro se recuerdan al declamador Enrique Curtis, al tenor David Silva (padre), doña Esperanza Iris, el tenor Paco Sierra, Agustín Lara, el trío Garnica Ascencio y las compañías de don Pepe Campillo y Roberto Soto; otros tantos notables artistas que llenaron toda una época en el arte del teatro y de la comedia en México.
En esos tiempos en que Reynosa era pequeña, el foro del antiguo Teatro Juárez también ofreció el espacio a los jóvenes de Reynosa para sus obras de drama y comedia.
Juan Granados narra, en las grabaciones en el archivo privado del Lic. Isassi, que don Vicente era el propietario del comercio y del Hotel América, que se encontraban pegados al lado norte del teatro. Su familia administró el edificio por más de seis lustros.
Esperanza Iris, la reina de la opereta, estuvo en el escenario del teatro Juárez de Reynosa.
El trío Garnica Ascencio se presentó en Reynosa en los años de 1920.
Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, conocido como Agustín Lara, también se prestó en este lugar.