Joven alerta en redes sociales: “caí en una red de trata y quiero prevenirlas”
“Temo por mi seguridad ahora más que nunca y hago responsable de cualquier cosa que pueda ocurrirme al @GobCDMX ya que intenté denunciar este fraude y su respuesta fue que ellos no podían hacer nada por mí”, se quejó

“Mi error fue no corroborar la veracidad de la página a la que posteriormente envíe mis datos”, redactó el 9 de agosto la usuaria autodenominada “Hija de Lucifer”.
Contó que le pidieron la fotografía de su credencial del Instituto Nacional Electoral (INE), su dirección y la de sus redes sociales (Facebook).
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“Temo por mi seguridad ahora más que nunca y hago responsable de cualquier cosa que pueda ocurrirme al @GobCDMX ya que intenté denunciar este fraude y su respuesta fue que ellos no podían hacer nada por mí”, se quejó.
Compartió la información para que la gente no caiga en redes de fraude o posible trata de personas y pidió al gobierno de la Ciudad de México y a la jefa Claudia Sheinbaum, que tomen cartas en el asunto porque, advirtió: “No quiero ser una cifra más”.
Asimismo, exigió a las autoridades y a la Policía Cibernética que investiguen el caso.
Al día siguiente, la Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México envió a la joven dos mensajes para intentar contactarla por Twitter y darle seguimiento a su denuncia.
“Buen día, estamos a tu servicio, nos interesa establecer contacto directo contigo, por favor envíanos un DM (Mensaje Directo). Quedamos atentos”, indicó la PDI en el primer mensaje.
En el segundo, le pidió: “Por favor puedes enviarnos un MD (mensaje directo), seguimos a tu servicio. Saludos”.
En las redes aprovecharon la denuncia para quejarse del restaurante Hooters porque --subrayaron-- “denigran a las mujeres” y las tratan “como objetos sexuales”. Incluso, una usuaria apuntó: “Hooters en sí es bastante parecido a la trata o prostitución”.
“Los uniformes son especialmente cortos, se suelen buscar perfiles atractivos que cumplen con los estándares de belleza y seguro que muchas cosas más, no es un restaurante cualquiera”, indicó alguien más en otro mensaje.
Uno más cuestionó: "Si es tan malo ¿por qué las mujeres siguen trabajando allí? ¿Será porque el mismo machismo explotador da grandes propinas?”, a lo que otro usuario le respondió: “Debe ser que alguien por aquí no conoce la falta de dinero. Habiendo crisis y un desempleo alto hay gente que no puede permitirse buscar otro trabajo porque necesitan el dinero para vivir”.
Otro pidió que le creyera que quienes trabajan ahí “están muy a gusto y no son obligadas a vestir así”, pues “de antemano saben cómo es el uniforme y ‘sus’ estándares”.