buscar noticiasbuscar noticias

Inhuman a muertos en la fatal ordeña

Tlahuelilpan, Hgo.

LUTO. En la Iglesia de San Francisco de Asís se ofició la misa de cuerpo presente para despedir a las víctimas de la explosión.Inhuman a muertos en la fatal ordeña

Este lunes fue día de luto y misas de cuerpo presente en la iglesia de San Francisco de Asís, procesiones al Panteón Municipal, donde se depositaron los cuerpos de ocho de los fallecidos por la explosión del ducto de Pemex ocurrida el viernes pasado en este municipio, que como nunca lloró a sus muertos.

Lo mismo fueron homenajeados con música, llorados por parientes y conocidos, así como despedidos con aplausos ocho de las personas que fallecieron calcinadas o simplemente fulminadas por una masa de gasolina y fuego.

La música de banda suena fuerte con las melodías favoritas de los difuntos, que se tocan al mismo tiempo en el cementerio pero en diferentes sepelios, que lo único que los une es el pesar de las familias, compuestas por la madre, la esposa y los hijos de personas que van de los 23 a los 46 años.

Se trata de gente productiva y trabajadora que se dejó llevar por el canto del "huachicol" y que hoy dejan viudas, huérfanos y madres que nunca pensaron que tendrían que ser ellas las que enterrarían a sus hijos.

En la primera misa son nombrados uno a uno Ricardo Martínez Pérez, Omar Vázquez Estrada, Ismael Olguín, Victor Gutiérrez Olguín y Hugo Antonio Godinez. A cada nombre sigue un lamento, un llamado que hacen como si el más allá tuviera remitente.

En la segunda homilia se escuchan los nombres de Ricardo Cerón Hernández, Antonio García y Jonathan Pérez, este último de apenas 24 años, con toda la vida por delante, dice su madre, quien lamenta que ella debería ser la que va en el ataúd.

Ricardo Cerón Hernández fue llevado por la necesidad, tenia un carrito, dice su esposa, que rompe en llanto en cuanto dice su nombre.

Un conocido comenta a Notimex que igual que su padre era albañil, pero además se tendía en algunos tianguis o mercados públicos a vender cositas, dulces o lo que podía.

El entrevistado dice que supo que con la ayuda de su padre, Ricardo estaba construyendo su casa en un terrenito que tenía y que había comprado con mucho trabajo.





DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD