Imparte disciplina y valores
El interés infantil por replicar lo que Alfredo hacía, lo llevaron a generar pequeños grupos de juegos de boxeo
Cuando Alfredo José Uzcategui Morales, un exmilitar venezolano llegó a Reynosa, desplazado por cuestiones de amenazas, crímenes y violencia, jamás imagino que se convertiría en un maestro de disciplina y deportes para decenas de niños que están varados en la Plaza de la República.
’Estar aquí es muy difícil para un adulto, pero para un niño es es horrible, mucho sufrimiento, ellos golpean el saco como un juego pero sin darse cuenta están aprendiendo una disciplina’.* Alfredo Uzcategui, Migrante venezolano.
Cuando Alfredo José Uzcategui Morales, un exmilitar venezolano llegó a Reynosa, desplazado por cuestiones de amenazas, crímenes y violencia, jamás imagino que se convertiría en un maestro de disciplina y deportes para decenas de niños que están varados en la Plaza de la República.
Un saco lleno de ropa vieja colgado de un árbol basto para llamar la atención.
“Yo empecé golpeando un saco de ropa simulando un entrenamiento, tenia que sacar la energía que llevaba, la frustración, en aquel momento no me sentía bien, yo en Venezuela era militar, pero tuve que salir desplazado, dejé a mi familia, mis hijos, aparte no encontraba empleo, así que esto del saco fue una distracción; repente cuando me di cuenta tenía varios niños rodeándome pidiendo que los dejara participar, querían que les enseñara”, relata a EL MAÑANA.
El interés infantil por replicar lo que Alfredo hacía, lo llevaron a generar pequeños grupos de juegos de boxeo hace dos meses y en la actualidad, es imposible pasar desapercibida su labor.
Para los menores es un maestro y mentor, ya que además del juego, imparte pláticas de valores, religión y da consejos a las niñas, niños y adolescentes que esperan el cruce hacia Estados Unidos. “Estar aquí es muy difícil para un adulto, pero para un niño es es horrible, mucho sufrimiento, ellos golpean el saco como un juego pero sin darse cuenta están aprendiendo una disciplina, sus padres me han dicho que han visto cambios positivos, no son tan rebeldes, no se mezclan en delitos y cuando yo llego a toparme con alguien que no razona, hago lo posible para que mejore, yo tengo hijos que extraño muchísimo, así que es parte de ello”.
La actividad que realiza Alfredo José en este lugar ha llamado la atención de varios grupos civiles y asociaciones religiosas, que le han dado guantes y sacos de entrenamiento.
Todas las tardes se realizan actividades. “He pasado por Chile, Ecuador, varios países en Centroamérica, pero aquí en Reynosa desde hace dos meses se quedó una parte de mi corazón con todos estos niños, que tienen muchas historias conmovedoras, al igual que todos ellos yo estoy sufriendo, duermo en la calle, no he encontrado empleo a pesar de que también soy mecánico, pero uno decide como ver las situaciones”.