Imagen de Juárez, símbolo de Reynosa
Don Benito Juárez García es el personaje de la Historia de México más encomiado en la obra pública reynosense. El nombre del Benemérito de las Américas es compartido en calles, colonia, aduana fronteriza, mercado, escuelas, plazas, etc.
Foto del obelisco donde se situaba el busto de Don Benito Juárez García, perteneciente al Fondo Documental: Reynosa Contemporáneo, colecciones especiales de César Humberto Isassi Cantú. (Cortesía: Archivo Municipal de Reynosa).
Don Benito Juárez García es el personaje de la Historia de México más encomiado en la obra pública reynosense. El nombre del Benemérito de las Américas es compartido en calles, colonia, aduana fronteriza, mercado, escuelas, plazas, etc. No es de extrañarse que cuente con media docena de figuras escultóricas distribuidas en distintos puntos de la ciudad, que fueron elaboradas a través del tiempo con diferentes técnicas y materiales. Una de estas, la primera y más antigua escultura de la ciudad, tiene ya más de 108 años con nosotros. La obra es un busto elaborado de piezas estampadas o troqueladas de metal, unidas con soldadura. La efigie ha sobrevivido a las crudezas del entorno en dos lugares concurridos de Reynosa. Esta es su historia.
Aunque se tienen antecedentes desde 1903 sobre la preparación de los festejos para el centenario del natalicio del Benemérito de las Américas, fue hasta mayo de 1905 que se instaló en la capital de México la Delegación de la Comisión Nacional del Centenario de Juárez, quien determinó nombrar como subdelegado al presidente municipal de Reynosa. En ese entonces el Sr. Hesiquio de la Garza presidía este Republicano Ayuntamiento. A él se le encargó elegir el subcomité local “Benito Juárez” para los festejos del centenario de su natalicio.
Durante la conmemoración se planeó incluir, en la mayoría plazas de las principales comunidades mexicanas, un monumento del Benemérito de las Américas. Para esto el encargado a nivel federal, Othón Balcázar, pidió una cantidad de bustos con la figura de Benito Juárez a “The W.H. Mullins, Company” en Salem, Ohio, en los Estados Unidos Americanos. Esta compañía fabricaba artículos de metal utilizando procesos de estampado desde 1894. Se distinguió a principios del siglo XX por fabricar todo tipo de productos de estampado arquitectónico, barcos, partes de automóviles y aeroplanos, además, por supuesto, grandes esculturas troqueladas que perduran en parques y plazas públicas de ese país.
Según consta en las actas de cabildo del Ayuntamiento de Reynosa, el secretario de Gobierno del Estado de Tamaulipas le indicó al presidente del subcomité para los festejos de la villa que se verificase una Jamaica (kermés) para que el dinero recaudado se destinara al monumento del Benemérito de las Américas que se erigiría en esta localidad.
Por documentos de la Sección de Tesorería del Archivo Municipal de Reynosa, sabemos que ésta duró 15 días. Otros ingresos fueron de donativos de los ciudadanos de la villa y de sus visitantes. También se obtuvo dinero de cuatro funciones de teatro y dos de acróbatas. Ingresos que se utilizaron para pagar materiales de construcción, artesanos, el busto del Lic. Benito Juárez, faroles para el alumbrado de la plaza, adornos, fletes del ferrocarril, música, cuetes y pólvora para el festejo, una corona de flores y demás gastos.
El monumento arquitectónico consistía en un alto y elegante obelisco que tenía aproximadamente cuatro y medio metros de altura, diseñado por el reynosense José María Cavazos. Partía de una base cuadrangular de donde se extendía una columna cuyos lados se iban reduciendo hasta llegar al tope, terminando en su cúspide con el busto estampado de Benito Juárez. El obelisco estaba adornado con molduras cóncavas y convexas en el capitel y basa y con una guirnalda a la mitad de la columna. El busto fue traído a Reynosa por el entonces recién inaugurado ferrocarril Monterrey-Matamoros.
Al Sr. Cavazos también se le adjudica el famoso obelisco de Escobedo en el campo de batalla de las Lomas de Santa Gertrudis, en el actual municipio de Camargo. El monumento a Juárez se empezó desde el 10 de diciembre de 1905 cuando se hizo la ceremonia de la colocación de la primera piedra, que fue amenizada musicalmente. Quedó casi terminado para los festejos del 21 de marzo del año siguiente.
Durante el año del centenario del natalicio de Juárez, el Ayuntamiento de la Villa era presidido por el ciudadano Gerardo M. Gutiérrez, quien recibió órdenes y permisos del gobernador del Estado Pedro Argüelles, para la recaudación de ingresos para el logro de esta festividad. De acuerdo con la acta de Cabildo del 10 de marzo, el edil de Reynosa pedía a los “vecinos que asearan el frente de sus fincas”, para el día 20 en vísperas del festejo y que los miembros de la corporación estuvieran presentes en dicho acto acompañando al subcomité organizador.
Según una circular del 14 de febrero de 1906, se nombró a los señores Rafael García Martínez y Manuel García como delegados para la representar al municipio en las festividades que tuvieron lugar el 21 de marzo con motivo del centenario en la Ciudad de México.
Por 61 años, el busto de Juárez permaneció ubicado a mitad de camino del andador central al sur de la Plaza Miguel Hidalgo, mientras la cara del Benemérito estaba de frente hacia la Casa Consistorial (Palacio Municipal). El busto ya se encontraba en la Plaza de Armas en 1910, antes de las celebraciones del primer Centenario de Independencia de México, que fue cuando se le cambió el nombre a “Plaza Miguel Hidalgo”.
En el año de 1967, bancas banquetas quiosco y el monumento a Juárez fueron removidos para dar paso a una moderna plaza construida por la Junta Federal de Mejoras Materiales (JFMM). Esta fue terminada en 1969, durante el primer año del Ayuntamiento presidido por el Ing. Rafael Sierra de la Garza. En los años de 1970 el busto pasó a ser parte de la placita que está enfrente del Mercado Juárez.
Esta obra escultórica ha cumplido la función como punto de referencia para los actos cívicos que se conmemoran año tras año relacionados con el Benemérito de las Américas. Actualmente fue regresado a su antiguo punto de partida, después de 47 años, en la Plaza Hidalgo.
*Antropólogo/Cronista de la ciudad
