Hugo Gutiérrez Vega murió admirando a grandes del periodismo cultural
El poeta se dijo devoto del mexicano Fernando Benítez y del español Ramón Gómez de la Serna
México.- El periodismo es para informar pero también para divertir. O para informar divirtiendo. O para divertir informando, señaló en una entrevista el académico diplomático, abogado, escritor, poeta, actor y periodista Hugo Gutiérrez Vega, quien murió la víspera en esta capital.
En su opinión Fernando Benítez siempre fue un personaje absolutamente antisolemne, en el mejor sentido de la palabra, “porque se divertía mucho, y por eso, podía divertir a los demás”.
Fue en el marco de la XXXVI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) donde Gutiérrez Vega anotó que el libro “México en la Cultura (1949-1961)”, de Víctor Manuel Camposeco, resulta “un homenaje a quien fue y sigue siendo de alguna manera misteriosa, nuestro maestro en materia de periodismo cultural, Don Fernando Benítez”.
Para llegar a ese punto, el entrevistado habló de otro periodista cultural muy influyente en su tiempo, Ramón Gómez de la Serna Puig (Madrid, 1888-Buenos Aires, 1963), “quien nos enseñó mucho sobre la forma de escribir reseñas de libros, de películas como lo hacía aquí Javier Villaurrutia, y crónicas de conciertos y otras actividades más”.
Gómez de la Serna hacía una recomendación: El periodismo cultural debe ser ameno. Los análisis artísticos o culturales y los estudios culturales en revistas académicas, no tienen por qué ser amenas y pueden ser a veces espesas y difíciles, puesto que van dirigidas a un público perfectamente bien localizado, o sea, a los académicos que estudian esos temas.
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Mientras, añadió Gutiérrez Vega evocando a De la Serna, el periodismo cultural abre las puertas a todo el público y para ello requiere de amenidad y de una cosa fundamental: La brevedad. De la Serna decía que lo importante se puede decir en 15 líneas. Una noticia se lee en las primeras siete líneas, después vienen vueltas y revueltas sobre el mismo tema.
“El periodista De la Serna hablaba en torno al tema de la objetividad y siempre insistió en que el periodismo, y el buen periodista, debe ser objetivos pero debo confesar que eso, a mí, me parece una empresa imposible, porque la objetividad es algo muy fuerte, porque como decía en cada oportunidad el viejo Fernando Benítez, ‘el ego es muy cabrón’”.
Sobre el libro, el entrevistado aseguró que es un volumen “que realmente me entusiasma mucho, porque al igual que toda la colección, que ha recogido momentos importantes del periodismo cultural mexicano, nos ayuda, si no a definir, sí a aproximarnos a las características del periodismo cultural, que como género tiene su lugar muy cercano a las artes”, dijo.
Esta colección, añadió convencido el decano de los periodistas culturales de México, “ha venido a llenar un vacío muy importante en la materia, porque el periodismo cultural se leía, se comentaba, pero no se habían hecho estudios serios sobre sus características, no para dar lecciones, sino simplemente, para abundar con inteligencia y ética en el tema”.
Tras lo anterior, el maestro subió al estrado de la Galería de Rectores del Palacio de Minería para hablar del libro que toca a “México en la cultura”, uno de los suplementos más importantes del siglo XX y que reúne nuevamente a Benítez, fundador y director, con personajes relevantes de la cultura nacional que incursionaron en el periodismo.
Hugo Gutiérrez Vega (Guadalajara, 20 de febrero de 1934-Ciudad de México 25 de septiembre de 2015), escritor, editor, traductor, diplomático, actor, catedrático, periodista y abogado, falleció la víspera dejando tras de sí un legado literario integrado por cerca de 40 libros de poesía y más de una docena de obras en prosa. Su pulcra pluma fue traducida a 10 idiomas.
Entre sus obras destacan “Información y sociedad” (1974), “Cuando el placer termine” (1977), “Georgetown blues y otros poemas” (1987), “Los soles griegos” (1989), “Nuevas peregrinaciones” (1994), “Los pasos revividos” (1997), “Lecturas, navegaciones y naufragios” (1999), “Esbozos y miradas del bazar de asombros” (2006) y “Antología con dudas” (2007).
Su amplia obra le granjeó el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1975, Premio de Letras de Jalisco 1994, Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2001, Premio Xavier Villaurrutia en poesía 2002, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura 2013 y otros más, todos de capital importancia cultural.