Hoy llega a Netflix
Septiembre 13, 2019 -
La serie Monarca tiene como tema central la intriga a un grado tóxico
Ciudad de México.- La fortuna de los Carranza se cuenta por varios miles de millones de dólares: gracias a Grupo Monarca, tienen una tequilera centenaria, cadena de hoteles, una constructora y mucha influencia política.
También están envueltos en un intenso drama que provocará que Monarca, la serie producida por Salma Hayek, sea un juego de ajedrez de poder y un desfile de intrigas entre haciendas agaveras.
NIDO DE SERPIENTES
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El patriarca, cansado de llevar la empresa y haber cedido a malos manejos, decide ofrecerle el control del imperio a Ana María (Irene Azuela), quien huyó a EU para alejarse de su familia, un nido de serpientes.
El hijo mayor, Joaquín (Juan Manuel Bernal), experto en corruptelas y transas, cree que el trono sólo le pertenece a él. Y el menor, Andrés (Osvaldo Benavides), quien habita un universo de falsedad, querrá su tajo.
Esos son los elementos con los que se encontrará el espectador a partir de este viernes, que estrene la producción por Netflix.
"Uno de los obstáculos de Ana María es introducirse a un mundo absolutamente masculino. Es un tema importante de la serie, pero no el único.
EMPODERAMIENTO FEMENINO
"Sus hermanos constantemente la tratan de: 'No tienes la experiencia', ' Nunca te ha interesado la empresa', 'Eres mujer, ¿qué vas a lograr?'", explica Azuela (Quemar las Naves) en entrevista.
Monarca, justamente, lleva el mensaje del empoderamiento femenino, no sólo por la trama de Ana María, o porque Hayek esté detrás de la serie, ni porque tiene capítulos dirigidos por Natalia Beristáin.
De acuerdo con los creadores, se buscó la equidad hasta en los diálogos de los personajes: hubo casi la misma cantidad en mujeres que en hombres.
"Ana María es una mujer que aunque es profesionista, inteligente y pelea por las mujeres, en el momento en que se presenta la oportunidad de manejar algo que es grandísimo, con problemas inmensos, se cuestiona: '¿soy capaz?'.
EL MUNDO DEL TEQUILA
"Creo que es el momento que vivimos muchas mujeres del mundo. Ojalá que las mujeres que vean esto agarren la valentía de recordarse que pueden hacer todo", externa Salma.
A pesar de que la historia oscila alrededor del mundo del tequila, parte del mensaje que buscaba la producción con Monarca es mostrar un México moderno, corporativo, cosmopolita.
"Un México que no anda en burro", bromea Hayek.
Y aunque pudo haber sido una telenovela con los elementos con los que cuenta, la serie, que llegará a 190 países, consigue algo más, asegura el elenco.
"Es retomar el melodrama, dejando atrás las telenovelas, con otro lenguaje de exposición. Es apostarle a lo sutil y lo complejo", dice Benavides.
A la pantalla chica
El intenso drama que provocará que Monarca, la serie producida por Salma Hayek, es un juego de ajedrez de poder y un desfile de intrigas entre haciendas agaveras; son los elementos con los que se encontrará el espectador a partir de hoy viernes, que estrene la producción por Netflix.