Héctor Herrera ilusiona al Oporto

Héctor Herrera se disfrazó por algunos minutos de Messi. El mediocampista mexicano acribilló la portería del Benfica en el último minuto al marcar el gol de la victoria 0-1 para el Oporto. El triunfo de los dragones es visto como el renacimiento de un club alejado de la gloria desde cuatro años.

"Sé el club que represento y poner a un mexicano como capitán no es una decisión normal. Comencé a trabajar con él este año y reafirmo por qué tomé esa decisión, por qué lo hice capitán de mi equipo, es un gran hombre y un profesional fabuloso", alabó el entrenador del Oporto, Sergio Conceiçao sobre el jugador de 27 años.

En el encuentro del pasado domingo hubo una reunión mexicana. En la oncena del Benfica, Raúl Jiménez jugó todo el partido y no pudo batir a Iker Casillas; Jesús Tecatito Corona y su nivel han decaído al jugar sólo 10 minutos y Diego Reyes se quedó en el banquillo. 

El centrocampista ofensivo forma parte del Oporto desde el 2013. Ha sido un habitual en las alineaciones del conjunto que ha rotado de entrenadores para limitar los éxitos del Benfica. Julen Lopetegui, seleccionador de España, le mantuvo en alta estima. En el transcurso de las temporadas, a Herrera le han querido colocar como el fichaje del Nápoles. 

Y ahí en la cancha del Estádio Da Luz, Herrera, con el brazalete de capitán, lanzó un misil que calló a la marejada del Benfica. El festejo tenía que ser catártico. Herrera se sacó la camiseta y la mostró ante la grada. Lionel Messi, sin buscarlo, impuso un nuevo festejo al anotarle al Real Madrid en diciembre pasado: restregar los colores al rival. El mexicano le hizo un guiño en un momento clave. A la Liga portuguesa le restan cuatro partidos que no suponen mayor dificultad: Vitória Setúbal, Marítimo, Feirense y Vitória Guimaraes. El Oporto manda con 76 puntos, los de Lisboa tienen 74. 

En México sonríen junto con Héctor Herrera. El futbolista formado en Pachuca fue parte de la generación que conquistó los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una camarilla que no tuvo miedo al éxito. El mismo domingo su compatriota, Hirving Lozano, alzó el trofeo de la Eredivisie con el PSV Eindhoven. El trío del Oporto también quiere champaña para festejar.