Google certifica la paralización casi completa de España e Italia

El planeta se ha detenido por la amenaza de la Covid-19, pero unos lugares más que otros. Las tendencias de movilidad ciudadana publicadas por Google a partir de información recogida en teléfonos móviles de todo el mundo muestran diferencias notables entre los 131 países analizados. Los datos, actualizados hasta ayer para el periodo que va del 16 de febrero al 29 de marzo, evidencian la parálisis casi completa de la actividad en Italia y España, escenarios desiguales en América y una situación más desahogada en los países asiáticos que sufrieron primero el golpe de la enfermedad y pusieron en marcha soluciones tecnológicas para paliarla.

Los datos están recogidos de aquellos usuarios que mantienen activado en sus teléfonos el historial de ubicaciones de la cuenta de Google, donde se guardan los sitios en los que se ha estado con el móvil. La compañía advierte por ello que quedan fuera de sus informes quienes han desactivado dicha función. “Como con todas las muestras, esto puede representar o no el comportamiento exacto de una población más amplia”, avisan. Con todas esas cautelas, el estudio puede incluir datos agregados y anonimizados del comportamiento de cientos de millones de personas en todo el mundo.

En España la cifras de Google muestran la casi total desaparición de los desplazamientos hacia los centros de compras no esenciales y lugares de ocio, que el domingo 29 de marzo y los dos días anteriores se habían desplomado el 94% respecto a la media de un periodo de cinco semanas entre el 3 de enero y el 6 de febrero elegido como base para los cálculos. La comparación se establece siempre con los mismos días de la semana. También cae a plomo la visita a parques, plazas y playas (-89%) y el acceso a las estaciones de transporte público (-88%).

La visita a tiendas de alimentación y farmacias se reduce algo menos, el 76%, con un aumento en la semana del 8 al 15 de marzo, cuando se vivió cierta inquietud ante un posible desabastecimiento. Los desplazamientos hacia los centros de trabajo bajan el 64%, aunque la muestra aún no refleja el decreto del Gobierno que el día 30 prohibió todas las actividades no esenciales. Solo aumenta, el 22%, el movimiento en los lugares de residencia.

Estas conclusiones son similares las publicadas esta semana por EL PAÍS con información de 20 millones de señales de GPS de los móviles de 300.000 españoles ofrecida por la empresa Geoblink. Según estos datos los peatones han desaparecido prácticamente de las zonas comerciales y solo se concentran, y en un número mucho menor que antes de la crisis, en tiendas de alimentación, gasolineras y hospitales.

El informe de Google detalla cifras por comunidades autónomas, aunque en general el comportamiento ha sido muy similar en todas ellas. El apartado que refleja mayores diferencias es el de los desplazamientos al lugar de trabajo, con descensos de hasta el 66% para Canarias o la Comunidad Valenciana frente al 59% en el caso de Galicia.

Desplazamientos al trabajo en Canarias (der) y Galicia (izq)

Las cifras de reducción de la movilidad son casi calcadas a las de Italia. La diferencia más notable entre ambos países es la fecha en que empezaron a caer los desplazamientos. En España se aprecia esta tendencia sobre todo desde el fin de semana del 14 y 15 de marzo, cuando se anunció y entró en vigor el estado de alarma. En el caso italiano la parálisis empieza a notarse desde unos días antes. Los desplazamientos hacia estaciones de transporte público, por ejemplo, venían cayendo desde finales de febrero y se desplomaron definitivamente a partir del 9 de marzo, cuando el Gobierno de Giuseppe Conte anunció el aislamiento total del país.

Los datos de Google permiten de una manera bastante precisa visualizar el ritmo al que fueron tomadas las medidas en los distintos países. En Reino Unido, por ejemplo donde hasta el 18 de marzo el primer ministro Boris Johnson no ordenó el cierre de los centros educativos y hasta el 23 no impuso el confinamiento domiciliario, puede apreciarse como el descenso de la actividad se ha producido más tarde y de forma más gradual.

Desplazamientos a tiendas y lugares de ocio en España (izq) y Reino Unido (der)

En América se observan diferencias notables a lo largo del continente. En Estados Unidos, el país que suma ya más casos de la enfermedad y acumula la cuarta parte del total mundial, los desplazamientos se habían reducido hasta los días previos al 29 de marzo mucho menos que en Europa. Ni siquiera la movilidad hacia los centros de ocio y tiendas de productos no esenciales había caído por debajo del 50%. Países como Argentina o Colombia que han adoptado medidas drásticas, aunque hayan sufrido apenas algo más de un millar de casos, presentan en cambio niveles de parálisis cercanos a los de Italia o España. En otros como México, donde el confinamiento es en realidad más una recomendación que una obligación, los movimientos habían descendido mucho menos.

Un panorama muy distinto se vive en varios países asiáticos que sufrieron primero la pandemia. A falta de información de China, donde Google está vetado, los datos de Japón, Corea del Sur o Singapur muestran un nivel mucho mayor de actividad que en los países europeos. En Corea del Sur, por ejemplo, el acceso a tiendas de alimentación o parques ha aumentado respecto al periodo base, y la reducción de desplazamientos a las tiendas no esenciales al trabajo no llega al 20%. En realidad estos países en realidad nunca experimentaron la parálisis que afecta ahora a Europa. Con el precedente del virus SARS en 2002, tomaron medidas desde muy temprano. Japón, aislando rápido a los enfermos. Corea del Sur, utilizando además tecnología para trazar mapas de los infectados y tests masivos para detectar rápidamente los casos.

Al estar enfocados en los desplazamientos de los ciudadanos, estos informes comparten ciertas similitudes con la iniciativa de rastreo teléfonos puesta en marcha por el Gobierno español para elaborar un estudio de movilidad en los días previos y durante el confinamiento, aunque utilizan fuentes diferentes. El proyecto que gestiona el Instituto Nacional de Estadística (INE) obtendrá sus datos de desplazamientos de las antenas de los dispositivos, de las que se derivará la posición de los propietarios de los teléfonos. Las compañías telefónicas también anonimizarán estos datos antes de hacerlos accesibles al Ejecutivo. La iniciativa, según se ha publicado en el BOE, pretende servir para evaluar las capacidades sanitarias en cada provincia.