Golean a Campos en la Plaza Roja

Moscú, Rusia

El portero acapulqueño hizo equipo, el Rojo, junto con jugadores de la talla del alemán Lothar Matthäus, el brasileño Cafú, el argentino Juan Pablo Sorín y el portugués Nuno Gomes, quienes se enfrentaron al Azul, conformado por el uruguayo Diego Forlán, el español Michel Salgado y el colombiano Juan Pablo Ángel, entre otros.

Campos salió vestido con su tradicional suéter multicolor, ese que hizo famoso durante los 90, pero le trajo mala suerte, ya que en la primera parte, que fue de 20 minutos, le hicieron seis goles, cuatro pasándole el balón entre las piernas.

Tan aciaga era la tarde para el dos veces mundialista por la Selección Mexicana, que Cafú y Matthäus le reclamaban, en broma, su supuesto bajo nivel... y el carismático ex guardameta —a modo de defensa— gritaba: “Me dejan solo”.

Fue hasta la segunda parte cuando Campos se reivindicó. Comenzó a detener todo tipo de disparos y hasta salió jugando en un par de ocasiones, para conseguir los goles que le dieron el empate a su equipo.

Lo malo es que Campos no pudo terminar el partido debido a que se lesionó el dedo medio de la mano derecha, lo que provocó que en los últimos minutos fuera Matthäus quien se quedara como portero, mientras que el mexicano abandonaba el estadio improvisado, para ser atendido. El marcador final fue 9-9.

Forlán, quien fue el verdugo del guerrerense al marcarle cuatro goles, destacó este tipo de encuentros: “Siempre es bueno ver a los viejos rivales, hoy grandes amigos y recordar los viejos tiempos. Además, esto es una forma de ser parte de la fiesta del Mundial, aunque ya estés retirado”.

De los goles que le hizo al mexicano, dijo: “Jorge es un gran portero, que marcó época. Hoy era cuestión de disfrutar, de recordar los viejos momentos. Al final, fue figura con esas atajadas y los pases a gol”.

Al inicio, no fue la mejor tarde de Campos, seguro que nunca en su carrera profesional recibió tantos goles en un juego y menos por en medio de las piernas, pero al final se reivindicó.