Germán Larrea, el depredador
El presidente de Grupo México siempre ha vivido fuera de los reflectores.
México, 31 Julio.-
Poco se sabe de su familia, esposa, hijas o hijos, todos esos datos están ocultos, ni siquiera su fecha de nacimiento ha sido verificada o confirmada por las autoridades y se habla que vio la luz un 8 de julio de 1941.
Larrea Mota Velasco heredó de su padre además del Grupo México, la afición por las carreras de caballos y por los vinos de mesa. Hay quienes aseguran que esporádicamente puede ser visto en el Hipódromo de las Américas, del que también se dice es copropietario.
El heredero del Grupo México es hijo de don Jorge Larrea Ortega (1912-1999) y Sara Mota de Larrea, también tenía un hermano de nombre Genaro Larrea Mota, quien por cierto era accionista del emporio, pero falleció en agosto del 2012.
Jorge Larrea, el padre del Grupo México
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Jorge Larrea comenzó a figurar en el mundo empresarial en el sexenio del presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1950), luego de crear la compañía Construcciones Larrea que luego pasó a convertirse en la México Constructora Industrial S.A. de C.V.
Jorge Larrea, el cerebro creador de Grupo México, ganó fama luego de relacionarse con el hombre más rico de aquella época, el empresario italoamericano Bruno Plagiai, con quien se unió para formar la empresa Tubos de Acero de México S.A. de C.V. (TAMSA). Fue en ese momento cuando Jorge Larrea inició su carrera ascendente en el ramo metalúrgico y siderúrgico.
Larrea Ortega se hizo verdaderamente rico durante el mandato del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y en el primer año de ese sexenio compró las acciones gubernamentales de la quebrada mina de La Caridad a un precio de ganga.
Fue precisamente en el año 1988 cuando nace el Grupo México al adquirir la compañía Minera de Cananea a un precio excepcionalmente bajo -680 millones de dólares-.
De esa transacción se dicen muchas cosas, pero los conocedores aseguran que Jorge Larrea ganó la puja y solo desembolsó 475 millones de dólares por la compañía minera más grande de México, muy por debajo del precio del mercado.
Fue hasta el año de 1994 cuando Larrea Ortega cedió el control de las acciones a su hijo mayor, Germán Larrea Mota Velasco, y don Jorge permaneció hasta su muerte como presidente honorario del Grupo México.
Germán Larrea metido en todo
Desde entonces Germán Larrea es el accionista más grande de Grupo México y presidente y director ejecutivo (CEO) de ese enorme emporio que alberga diferentes ramas que van desde la minería, entretenimiento, ferroviaria y de la construcción.
Además es presidente del Consejo de la American Mining Corporation, presidente de la Souther Copper Corporation y presidente del Consejo del Grupo Ferroviario Mexicano S.A. de C.V.
German Larrea está ligado al Grupo Bursátil Mexicano, a Televisa, Grupo Financiero Banamex Accival -ahora CitiGroup-, al Grupo Comercial América, propiedad de Seguros ING.
También es inversionista en el grupo Transportación Marítima Mexicana (TMM) y en Scotiabank Inverlat; posee acciones del Grupo Aeroportuario del Pacífico, que administra el aeropuerto de Los Cabos, en Baja California Sur.
Ferromex y Ferrosur son controladas por Grupo México con el 55.5 por ciento de su capital, pero opera en sociedad con Union Pacific que posee el 26 por ciento y con el Grupo Carso-Sinca Inbursa, del hombre más rico de México, Carlos Slim Helú, que posee en 18.5 de las acciones.
El consejo de administración del Grupo México está conformado por poderosos hombres de dinero como Valentín Díez Morodo; el consejero de los archimillonarios, Claudio X. González, y Juan Gallardo Thurlow, quienes tienen suficiente liquidez financiera para sacar la cartera y quedarse con una buena parte del conglomerado.
Germán Larrea Mota Velasco dirige también Ferromex, la compañía ferroviaria más grande de México, así como la compañía Perforadora México, dedicada al negocio petrolero y con grandes contratos de perforación y exploración en Pemex.
La empresa Ferromex tiene presencia en 24 estados de la República Mexicana con más de 10 mil 570 kilómetros de vías férreas, además de tener conexión con cinco puentes fronterizos entre México y Estados Unidos e interconectados con ocho terminales portuarias.
La empresa de entretenimiento del Grupo México se llama Cinemex, que tiene 23 años en el mercado y está ubicada en el “top 10” de las mejores cadenas cinematográficas del mundo.
La compañía de salas de cine del Grupo México presume tener 335 complejos y dos mil 898 pantallas en 98 ciudades de la República Mexicana.
Grupo México es la cuarta empresa más grande de México con activos de clase mundial en siete países del mundo, cuenta con 80 años de trayectoria y más de 30 mil colaboradores.
El Grupo México registra actividades además en Perú, Estados Unidos, Argentina, Chile, Ecuador y España, con clientes en México, Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y Asia.
El conglomerado de Germán Larrea cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores desde el año 1966 y 80 por ciento de sus ventas corresponden a la minería.
Las empresas mineras del Grupo México lo convierten en el tercer productor de cobre en el mundo y el primero en la República Mexicana y del mismo modo es el tercer productor más grande de Estados Unidos.
Según la revista Forbes, Germán Larrea Mota Velasco es el segundo hombre más rico de México con una fortuna valuada en 14 mil 900 millones de dólares, sólo por debajo del magnate de la telefonía, Carlos Slim Helú. A nivel mundial ocupa la casilla 67 de los millonarios.
Germán Larrea está casado y tiene dos hijos, una de ellas estudiaba en Chicago y es muy poco lo que se sabe de este empresario, no asiste a fiestas o reuniones y son pocos los que lo han visto.
El dueño de Grupo México pasa más tiempo en los viñedos en su castillo en La Toscana, en Italia. Lejos de su familia y de los intereses que demandan su presencia en sus empresas.
Larrea Mota Velasco tiene residencias en la Ciudad de México, Acapulco, un chalet en Colorado, así como una lujosa suite en el Ritz-Carlton de Chicago, donde aparentemente se hospedaba una de sus hijas.
Lo negro del Grupo México
Pero no todo ha sido progreso económico, el Grupo México ha dejado a su paso destrucción y muerte principalmente en sus minerías y sobre todo el daño irreversible que ha causado al medio ambiente.
Las condiciones en las que trabajan muchos de sus mineros como en Pasta de Conchos son infrahumanas y los obreros reciben a cambio unos cuantos pesos, esto a pesar de que la empresa Grupo México obtiene millonarias ganancias.
Grupo México derramó 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico en los ríos Bacanuchi y Sonora, en lo que es considerado el peor desastre ecológico en la historia de México.
El derrame de tóxicos en los ríos Sonora y Bacanuchi ocurrió el 6 de agosto de 2014 y se estima que más de 24 mil personas fueron afectadas por este accidente de la minera propiedad de Germán Larrea.
El daño al medio ambiente fue brutal; la flora y fauna en los ríos Sonora y Bacanuchi prácticamente fue arrasada por el ácido sulfúrico y aunque se anunciaron medidas para resarcir el daño, éstas nunca prosperaron.
La construcción de plantas tratadoras de agua quedó en simples promesas, cientos de personas sufren enfermedades de la piel y los casos más graves de cáncer, jamás fueron atendidos por el famoso tren de la salud del llamado Doctor Vagón, que tanto presume Ferromex del Grupo México en las salas de Cinemex.
En Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Coahuila, en una de las minas del Grupo México una explosión por acumulación de gases dejó al menos 65 mineros sepultados.
Fue un 19 de agosto del 2006, poco antes de las 02:00 horas cuando se suscitó la terrorífica explosión en la mina número ocho del complejo que pertenece al Grupo México; de inmediato las familias salieron de sus casas para ir en busca de los carboneros.
Todo resultó inútil, la explosión derrumbó los túneles y la entrada a la mina, los obreros quedaron atrapados no se sabe si bajo toneladas de carbón y tierra o si murieron quemados a causa del siniestro.
La verdad nunca se supo y a casi 13 años del macabro accidente los cuerpos de los obreros siguen dentro de la mina, la idea del gobierno federal es rescatar los cuerpos de los 65 mineros para dar alivio a las familias, quienes desde entonces viven un macabro calvario.
También se le atribuye la muerte de cinco obreros en la mina de Charcas, San Luis Potosí, al emporio minero de Germán Larrea y los habitantes aún recuerdan con horror el accidente ocurrido el 12 de febrero del año 2014, donde quedaron a relucir las condiciones de inseguridad e insalubridad en la que trabajan los empleados de Grupo México.
Recientemente, el pasado 9 de julio del 2019 en el Mar de Cortés el Grupo México volvió a ser partícipe de otro derrame de tóxicos, pero como siempre el emporio de Germán Larrea salió en defensa de sus intereses y minimizó los daños ecológicos.
El Grupo México se responsabilizó del derrame de tres mil litros de ácido sulfúrico que se vertieron sobre el mar luego de que una válvula en la Terminal Marítima de Guaymas presentara fallas.
Después del derrame, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el tanque averiado donde el Grupo México almacenaba ácido sulfúrico para su planta Buenavista del Cobre.
Con este último derrame, el Grupo México que comanda desde el extranjero Germán Larrea Mota Velasco suman 22 accidentes mineros, muchos con pérdidas humanas y otros más considerados ecocidios.