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Ganaderos en la peor de sus crisis. Panorama a futuro, nada alentador

Nomás no llueve y las necesidades aumentan

Díaz Ordaz, Tam.- Mientras que los agricultores han visto una luz de esperanza en su lucha por convencer al gobierno federal para que cumpla con su compromiso de apoyar al sector, con los apoyos para complementar el Ingreso Objetivo, los ganaderos viven una de sus peores crisis y su panorama para el futuro inmediato es nada alentador.

EMERGENCIA. La falta de alimento en los ranchos ha generado que las pacas de pastura se sigan incrementando y estén fuera del alcance de muchos ganaderos.Ganaderos en la peor de sus crisis. Panorama a futuro, nada alentador
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Al ver día a día el pronóstico del tiempo, los ganaderos no reciben buenas noticias pues en plena canícula, sólo han recibido malas; ‘más calor y ninguna posibilidad de agua que pueda ayudar a mitigar tan desalentador panorama*. Martín García Magdaleno, presidente de la Asociación Ganadera General “San Miguel”

“Parece que los agricultores sí recibirán el Ingreso Objetivo por parte del gobierno, mientras que nosotros no tenemos ninguna esperanza para recibir el Progan, ni ningún otro apoyo”, externó el presidente de la Asociación Ganadera General “San Miguel”, Martín García Magdaleno.

Dijo que conforme avanzan los días, la situación para los productores de carne, principalmente los de bajos ingresos, empeora porque no llueve y las necesidades aumentan.

Ante la falta de alimento para los hatos, en las praderas donde se concentran la emergencia se agudiza, pues no sólo les falta comida para sostener vivos a los animales, sino que en muchos casos ni siquiera tienen agua en las presas, lo que obliga a los productores afectados a constantemente acarrear el vital elemento, ya sea a través de tanques o cualquier balde para que las reses puedan calmar la sed y no mueran deshidratadas.

Al ver día a día el pronóstico del tiempo, los ganaderos no reciben buenas noticias pues en plena canícula, sólo han recibido malas; “más calor y ninguna posibilidad de agua que pueda ayudar a mitigar tan desalentador panorama”, indicó García Magdaleno.

INCREMENTAN LAS PACAS DE PASTURA

Y por tan adverso clima, las consecuencias no se han hecho esperar, pues los pacas de pastura se incrementaron notablemente, lo que representa otro duro golpe para la economía de los ganaderos.

Las pacas de pastura o zoca de sorgo, que es lo que tienen más a la mano los productores de carne, subieron por la extraordinaria demanda.

El kilo de pastura se está vendiendo aproximadamente a un peso, que es un precio muy elevado, tomando en cuenta que se trata de zoca de sorgo y no de un alimento balanceado.

“Y no creas que estamos comprando pastura para darle a llenar a los animales, porque en un mes gastaríamos lo que cuesta el animal”, aseguró el líder de los ganaderos de Díaz Ordaz.

Sin un vaca se come 80 kilos diarios de pastura, por citar un ejemplo, los ganaderos de bajos ingresos, sólo les proporcionan unos 8 ó 10 kilos diarios, para que sobrevivan, para que se mantengan y no mueran de hambre, porque proporcionarles alimentos hasta que llenen en esas condiciones, sería muy mal negocio, dijo García Magdaleno.

CARO MANTENERLOS

Por otra parte, el líder ganadero manifestó que en estos momentos ser un productor de carne de bajos ingresos, no es una actividad nada envidiable, pues las preocupaciones y el trabajo son muchos, y los rendimientos malos.

Si el precio de la pastura está por las nubes a causa de la sequía, el precio de la carne ha bajado notablemente, al grado de que la actividad pecuaria es muy adversa en las condiciones actuales.

Hace algunos años, el precio de la carne de becerro en pie se llegó a pagar hasta en 72 pesos por kilo, y en esos momentos los ganaderos tenían agua y comida, lo que en su tiempo les representó un buen negocio.

Otro plus que en esa época tenían, eran los apoyos del “Progan”, que eran muy buenos, pero que en este gobierno desaparecieron, asestando un golpe letal a la economía de los productores de carne.

Lamentablemente en las condiciones actuales los ganaderos de bajos ingresos están viviendo la otra cara de la moneda, es decir, que mantener a los hatos les resulta demasiado caro, por el alto costo de forraje, y el precio de la carne de becerro en pie, fluctúa entre los 46 pesos.

“Y para acabarla de amolar, desaparecieron el Progan”, lo que significa que los ganaderos están solos, que ya no reciben esos apoyos directos, que era de mucha ayuda para el sector, puntualizó Martín García.



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