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Gana Italia mundial de repostería

Las selecciones de Italia, Japón y Francia fueron las ganadoras de oro, plata y bronce, respectivamente, en la Coupe du Monde de la Pâtisserie (CMP), realizada los días 24 y 25 de septiembre en Lyon, Francia

El equipo mexicano, integrado por los chefs Alan Tercero, Omar Robles y Gustavo Barbabosa, se situó en el octavo puesto. Fueron 11 los equipos participantes, pues Brasil, Marruecos y China cancelaron su participación a escasas semanas de la justa.

Gana Italia mundial de repostería

 "Tenemos mucho por crecer, mucho por aprender, pero México va avanzando con paso firme en el terreno de las justas gastronómicas internacionales", expresa Oswaldo Tapia, repostero mexicano quien fungió como jurado.

 Bajo el tema del certamen "Todo Arte Imita la Naturaleza", los ganadores presentaron una serie de creaciones basadas en las abejas y su labor de polinización; esta es la tercera medalla de oro que los italianos ganan en la historia de la competencia.

 "La Coupe du Monde de la Pâtisserie es una experiencia de vida única. Son años de preparación. Una fecha límite que desarrolla considerablemente la creatividad. Te permite superarte a ti mismo. La competencia está llena de emoción y estrés", subraya Patrick Roger, presidente de honor del certamen.

 La décimo sexta edición de esta justa, que se lleva a cabo cada dos años, se efectuó bajo estrictas medidas de bioseguridad, de acuerdo con los protocolos de la Unión Europea y el gobierno de Francia.

 La primera edición de la CMP ocurrió en 1989, y desde entonces, el certamen ha tenido una importante evolución, con la realización de finales regionales en Europa, África, Asia y América; la CMP es el evento más importante de este segmento a nivel mundial.

 En esta edición se sumó a la justa la prueba postre de restaurante con el objetivo de promover la profesión de pastelero en estos espacio y reforzar la colaboración con los chefs.

 "El postre de restaurante es una disciplina en que la imaginación y la libertad se expresan de forma más explícita. Es un desafío total al talento; la personalidad del pastelero y hasta su estado de ánimo se pueden adivinar. Es la expresión más mágica y efímera de la pastelería", describe el afamado repostero Jordi Roca, miembro del jurado.



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