Fugas vemos... métodos no sabemos
La fuga de Joaquín "El Chapo" Guzmán del penal de máxima seguridad del Altiplano se suma a unos cuantos casos de reos que lograron escapar de otros centros de detención.
Por ejemplo, el jefe del cártel de Medellín, Pablo Escobar, en julio de 1992 se fugó de la cárcel donde cumplía una condena después de iniciar un motín y así evitar su traslado de prisión.
El narcotraficante había tomado como rehenes a cuatro funcionarios judiciales que habían llegado al penal de La Catedral, en Envigado, para hacer cumplir su traslado.
Escobar se atrincheró con 14 de sus hombres en un túnel secreto que había construido en el penal, y afirmó que estaba dispuesto a morir antes que cambiar de prisión.
El entonces Presidente de Colombia, César Gaviria, suspendió su viaje a la Cumbre de Madrid a raíz de estos hechos, y ordenó la intervención del Ejército, que rescató a dos de los rehenes, el director de prisiones, Hernando Navas Rubio, y el viceministro de Justicia, Eduardo Mendoza, y detuvo a cinco lugartenientes de Escobar.
Según la versión oficial, los otros dos funcionarios murieron a manos de los reclusos.
Sin embargo, nada se sabía del narcotraficante.
El presidente del Congreso, José Blackburn, reconoció que no se conocía el paradero de Escobar.
La hipótesis de su posible fuga, que tomaba más fuerza a medida en que pasaban las horas, fue finalmente confirmada por el propio Presidente Gaviria, en una intervención televisada.
Escobar y nueve de sus hombres lograron huir por una red de túneles secretos que existía en el penal. Para ello, se presume que utilizaron máscaras antigás, según el testimonio de Navas Rubio.
Escobar había ingresado en la prisión de Envigado el 19 de junio de 1991. Un helicóptero lo trasladó a una prisión hecha a su medida, en la que también quedaron encarcelados sus cuatro lugartenientes.
Un narcotraficante que huyó para resolver un problema
Reinaldo Rojas Reyns, natural de Málaga y en prisión preventiva en la cárcel El Salto del Negro, en Las Palmas de Gran Canaria, estaba acusado de ser el cabecilla de un grupo desarticulado en julio de 2005 en una operación llamada "Bentayga", en la cual se intervinieron 19 kilos de cocaína y 140 mil euros.
Rojas fue llevado el mismo 30 de diciembre de 2006 al Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria, desde donde huyó, después de haberse causado a sí mismo cortes de consideración que no pudieron ser atendidos en la enfermería mientras estaba ingresado en la prisión.
Al parecer, problemas familiares le habían sumido en una depresión lo que le llevó a autolesionarse, por lo que las investigaciones policiales apuntaron que no se descartaba que su propósito al huir fuera, simplemente, solucionarlos.
Menos de una semana después, apenas comenzado el nuevo año, el fugado retornó voluntariamente, solo y por su propio pie, al Salto del Negro, donde permanece recluido desde entonces.
Tras noches de visita "conyugal", llegaron los balazos
En noviembre de 2013, dos narcotraficantes, un guerrillero presuntamente afiliado al Ejército del Pueblo Paraguayo y tres ladrones huyeron del penal de Concepción, en Paraguay durante el horario de visita.
Los otros dos paraguayos que escaparon estaban recluidos por robo y los dos brasileños estaban acusados de ser sicarios.
Los reclusos estuvieron desde el viernes hasta el domingo en celdas privadas con prostitutas. Aunque se trata de un área en la que pueden convivir con mujeres del exterior, las investigaciones arrojaron que era anormal que estuvieran tantos días con ellas.
De alguna forma, los reclusos obtuvieron al menos una pistola con la que sometieron al guardia Oscar Augusto Vera López, quien vigilaba el sector de las celdas privadas.
Según su testimonio, le obligaron a acompañarles hacia la salida del penal. En la Oficina de Guardia dispararon contra el guardia Edgar Gustavo López Sosa, quien falleció.
También tomaron como rehén a su compañero Menelio Pereira Ríos, a quien llevaron hasta el portón principal, cuyo candado rompieron con disparos.
Afuera les esperaba un cómplice con una camioneta.
Durante la fuga, uno de los reclusos, Jorge González Rojas, fue alcanzado por los disparos de un guardia desde una garita de la zona alta del perímetro de seguridad del penal.
González Rojas fue encontrado muerto posteriormente en la camioneta, que los reos abandonaron a unos siete kilómetros de la cárcel.
Los Urabeños
Los Urabeños o los de Urabá, también conocidos como Clan Úsuga, es una organización narcoparamilitar que forma parte del conflicto armado en Colombia.
Se les considera la agrupación más grande, peligrosa y mejor estructurada del país, por la cantidad de combatientes que la integran, por las zonas donde hacen presencia y el gran número de cargamentos de droga que trafican a nivel nacional e internacional.
En noviembre de 2013, 15 personas, 12 internos y 3 guardianes resultaron heridas en la cárcel de El Pedregal, en Medellín, Colombia, en un intento de fuga de presuntos integrantes de esta banda criminal.
Hacia el mediodía del 13 de noviembre, se desató una gresca entre los reclusos y los guardianes en una especie de amotinamiento, cuando las autoridades intervinieron para evitar la de fuga que algunos internos tenían preparado.
Pero el 16 de enero de 2014, la cosa cambiaría.
Seis miembros de la banda protagonizaron una insólita fuga del penal cuando utilizaron documentos falsos para salir caminando por la puerta de acceso al establecimiento.
Se sabe que el 26 de diciembre de 2013, llegó al centro penitenciario un oficio firmado por Natalia Campos Bernal, supuesta secretaria del Juzgado del Municipio de Canalete, Córdoba, donde se ordenaba la libertad inmediata de los procesados por una supuesta revocatoria de la medida de aseguramiento que pesaba en su contra por el delito de concierto para delinquir agravado.
El oficio fue confirmado supuestamente por el propio juez, Ángel Castro Durán.
La Fiscalía inició una investigación contra la juez coordinadora del centro de servicios judiciales de Medellín, quien habría firmado la petición de libertad.
Los delitos por los cuales se inició el proceso a la funcionaria son falsedad en documento, uso de documento falso, fraude a resolución y fuga de presos.
Además, se ordenó la recaptura de los cuatro fugados.
Una de las prófugas fue una hermana de Darío Antonio "Otoniel" Úsuga, uno de los narcotraficantes más temidos de Colombia y por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares para quienes aporten información que permita dar con su ubicación.
El episodio motivó que el Presidente Juan Manuel Santos ordenara remover al director de la cárcel.