‘Frenan’ partidos a independientes. ‘Lo que hay son renegados’
La impunidad, el mayor mal, dice aspirante a Presidencia
El principal reto que enfrenta quien aspire a dirigir el país es el sistema de los partidos, aseguró Gustavo Jiménez Pons, candidato ciudadano a la Presidencia de la República.
Dijo que actualmente no existe competencia entre candidatos independientes pues ninguno tiene esa figura.
Expresó que, por ejemplo, Jaime Rodríguez, “El Bronco”, gobernador de Nuevo León, nunca fue candidato independiente, sino un “renegado”, calificó.
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“Se metió a bañar y salió ciudadano o fue porque le negaron la oportunidad de participar como candidato oficial de su partido. Jaime Rodríguez puede haber decidido cambiar pero vivió del sistema”.
Representa, dijo, los mismos vicios y compromisos del sistema.
“No es un ataque personal al señor Jaime Rodríguez, sencillamente estoy cansado de oír que es el primer candidato independiente que ganó en el país y no, es el primer renegado en ocupar un puesto de elección en el país, no representa los intereses de la ciudadanía”.
Cualquier ciudadano, dijo, que participe para ocupar un puesto de decisión debe poder presentar un proyecto que a la gente convenza.
“No es Gustavo Jiménez Pons el único que quiere participar, pero sí, el que hasta este momento está pensando contender por la presidencia, los demás, son meramente emigrados del sistema”.
LA IMPUNIDAD
El mal principal del país, dijo, es la impunidad. “A la gente le gusta hablar de la corrupción, pero sólo es una derivación de impunidad. La impunidad es el paraguas de todos nuestros males, del dispendio público, del abuso del poder porque al no haber castigo para esos funcionarios,esta conducta se perpetua”.
De haber un castigo eficaz para quien ostenta un cargo público, entonces el país va a empezar a funcionar.
“Es por ello que he puesto sobre la mesa un tema polémico por sí solo, que es la modificación del artículo 22 constitucional para que México se vuelva a aprobar la pena de muerte”.
Esta pena no es para toda la ciudadanía que cometa un delito grave sino para el ejecutivo y sus secretarios que cometan actos de corrupción y enriquecimiento público. “Hoy a cárcel y el escarnio públicos no son suficientes para impedir que ellos abusen, roben o mal conduzcan el destino de 120 millones de personas”.