Fallece Liliane Bettencourt, la mujer más rica de Francia
La heredera de L’Oréal se ha ido pacíficamente, anunció su hija en un comunicado
París
Liliane Bettencourt, heredera de L'Oréal, falleció este miércoles a los 94 años según ha informado su familia. La heredera y accionista principal del grupo L’Oréal llevaba tiempo siendo la mujer más rica de Francia, la revista Forbes le calculó el pasado marzo a ella y a su familia una fortuna de 39.500 millones de dólares (unos 33.000 millones de euros). Su delicado estado de salud desde hacía años le abrió un frente judicial por parte de su fortuna, batalla que se cerró el pasado mes de mayo y que aireó públicamente las intimidades y la vida de quien ocupaba la 14º posición en el ránking de las personas más ricas del mundo.
"Liliane Bettencourt murió esta noche en su domicilio. Hubiera cumplido 95 años el 21 de octubre. Mi madre se fue en paz", ha escrito su hija, Françoise Bettencourt-Meyers, en un comunicado. Bettencourt sufría demencia y Alzheimer desde hace años. Una situación de la que se habrían aprovechado presuntos amigos y los encargados, supuestamente, de proteger sus intereses, como su abogado o su administrador, para lograr regalos y millonarias donaciones.
La hija ha aprovechado el comunicado para confirmar, "en este doloroso momento", la "fidelidad" familiar a L'Oréal y expresar la absoluta "confianza" al actual presidente de la compañía, Jean-Paul Agon, así como a los equipos de la empresa "en el mundo entero".

Liliane Bettencourt y su hija, Francoise Bettencourt-Meyers, en marzo de 2011.
Precisamente su hija, de la que llevaba años distanciada, era una de las protagonistas de la batalla judicial que duró más de una década. Françoise Bettencourt-Meyers acusaba al amigo íntimo de la heredera, el fotógrafo François-Marie Banier, de haberse enriquecido de forma abusiva con más de 1.000 millones de euros. Unas acusaciones que les costaron años de escándalos y tribunales en los que incluso se vio involucrado Nicolas Sarkozy, que fue imputado en septiembre de 2013 por un delito de abuso de debilidad de Lilliane Bettencourt para obtener financiación.

Liliane Bettencourt, en noviembre de 1988 en un desfile en París.
Quizá conocedores del empeoramiento del estado de salud de la multimillonaria heredera, el pasado mes de marzo su hija y François-Marie Banier llegaron a un acuerdo tras años de litigios en los que Banier llegó a ser condenado en 2015 por un tribunal de Burdeos a tres años de cárcel (aunque solo 2,5 firmes) y una multa de 350.000 euros, más el pago de una indemnización con intereses a Bettencourt hija de 158 millones. Un juicio en el que salieron a la luz grabaciones clandestinas que realizó Bettencourt-Meyers a su madre y a su círculo más cercano para demostrar que estos movían la fortuna de su madre a su antojo. El fotógrafo apeló y le rebajaron la condena, y contraatacó demandando acusando a Bettencourt-Meyers de presionar y sobornar a testigos para que declararan en su contra. El acuerdo alcanzado pondría fin a esa guerra de tribunales. Barnier por tanto renuncia a su acusación y Bettencourt-Meyers se da por satisfecha con la decisión de rebajarle la condena.
Bettencourt heredó la casa cosmética tras la muerte de su padre, Eugène Schueller, en 1957, pero en los últimos años ha sido más noticia por su deterioro cognitivo —un juez llegó a ponerla bajo tutela de un familiar— y por los procesos abiertos con relación al supuesto aprovechamiento que hicieron de su delicado estado personas de su entorno. Este año, por primera vez, la multimillonaria sobrepasó al magnate del lujo Bernard Arnault, el dueño del imperio del lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), como principal fortuna profesional francesa, según publicó la revista económica Challenges.

