Fallece el sacerdote atacado en Catedral
No sobrevivió a un doloroso tratamiento para recuperar su salud
Ciudad de México
La Arquidiócesis Primada de México informó el fallecimiento del sacerdote José Miguel Machorro Alcalá, quien el pasado 15 de mayo fue apuñalado adentro de la Catedral Metropolitana.
El Cardenal Norberto Rivera informó que la muerte se registró este jueves a las 12:36 horas, luego que el cura sufrió un doloroso tratamiento para recuperar su salud.
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“Que el Dios de la vida lo tenga ya en su presencia y que Santa María de Guadalupe dé consuelo y fortaleza a todos los fieles que han padecido junto con él este lamentable hecho, especialmente a sus familiares, que hoy sufren esta irremediable pérdida que a todos nos duele en lo más profundo”, expuso la Arquidiócesis en su página de internet.
Ayer, la doctora Elida Roque, de la Unidad de Terapia Intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médica y Nutrición Salvador Zubirán, reportó la muerte cerebral del presbítero y sólo se esperaba que su corazón dejara de latir.
El atacante del sacerdote fue detenido e identificado como Juan René Silva Martínez, quien le provocó lesiones medulares en el cuello que derivaron en una complicación de deshidratación severa, choque hipovolémico e insuficiencia respiratoria.
El agresor originario de Matehuala, San Luis Potosí, presenta una discapacidad mental que no le permite reconocer el acto delictivo que cometió.
CONDOLENCIAS
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó sus condolencias por el fallecimiento del padre José Miguel Machorro Alcalá, quien fue apuñalado el pasado 15 de mayo.
El órgano que reúne a los más de cien obispos del país manifestó su tristeza y solidaridad con el Cardenal Norberto Rivera por la muerte de Machorro Alcalá, procedente de la diócesis de Papantla, y quien sirvió los últimos 20 años en la Arquidiócesis de México.
“El padre José Miguel ha partido hoy a la casa del Padre, después de haber sido agredido violentamente, el pasado 15 de mayo, en la Catedral de México, y después de haber sufrido convalecencia y grave debilidad. En estos momentos de tristeza y consternación, dirigimos nuestra mirada al Buen Pastor Jesucristo, quien nos confiere el don de la reconciliación para perdonar a quienes nos ofenden. Por nuestra fe sabemos que la muerte no es el final, y que el amor destruye la muerte, porque la esperanza es la victoria frente a la desesperación”, expresó.