¡FALLA LA ESTRATEGIA!
Septiembre 26, 2018 -
Ante el mal inicio de temporada de los Patriotas de Nueva Inglaterra, a Belichick le quedan un par de ases bajo la manga para sacar adelante una ofensiva que se ha visto inoperante
Ciudad de México
Aprovechándose de las limitadas variantes en el juego aéreo de Nueva Inglaterra, Jacksonville y Detroit se dedicaron a sacar del partido a Rob Gronkowski con coberturas dobles a lo largo de 60 minutos, forzando a los Patriotas a ganar por medio de sus receptores abiertos... pero ninguno levantó la mano.
Después de tres semanas de temporada, sólo 3 receptores han participado directamente en la ofensiva de los Patriotas, produciendo entre Phillip Dorsett, Chris Hogan y Cordarelle Patterson 24 recepciones para 230 yardas y 3 TD.
Como punto de comparación, la ofensiva en Kansas City ha involucrado a seis receptores diferentes, para un total de 36 recepciones, 542 yardas y 8 anotaciones.
Dorsett ha sido el WR más importante de Nueva Inglaterra en este inicio de temporada con 12 recepciones, igualando su producción de 2017 y acercándose a las 18 que tuvo en la campaña 2015, cuando jugaba en Indianápolis.
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Los Patriotas además confiaron en el regreso de Julian Edelman, quien ha sido el receptor más productivo para ellos en los últimos 5 años, pero semanas después de ese voto de confianza, Edelman fue suspendido un mes de temporada por uso de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento.
Nueva Inglaterra optó por estas opciones, permitiendo que Danny Amendola se marchara a los Delfines en la Agencia Libre y cambiando a Brandin Cooks a los Carneros de Los Ángeles.
Entre Amendola y Cooks sumaron 126 recepciones, mil 741 yardas y 9 anotaciones la campaña pasada en Foxboro, producción que pensaron reemplazable, pero que de momento les ha pasado a Tom Brady y compañía.
A Belichick le quedan un par de ases bajo la manga para sacar adelante una ofensiva que se ha visto inoperante dos semanas seguidas.
El regreso de Edelman en la Semana 5, una vez cumplida su suspensión, y la adaptación del recién adquirido Josh Gordon, quien llegó de Cleveland tras una serie de problemas con las drogas, pero que ya sabe lo que es liderar la NFL en yardas, cuando lo hizo en 2013.