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Experta en las burbujas

La nacida en Austria, pero de padre originario de Mazatlán, Sinaloa, llega al Abierto de Zapopan con la consigna de seguir destacando en suelo mexicano

Ciudad de México

Experta en las burbujas

Giuliana Olmos sí sabe lo que es ser profeta en la tierra de su padre.

El año pasado se consagró en dobles, en el Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco, tras imponerse en la Final junto a la estadounidense Desirae Krawczyk a la dupla de Kateryna Bondarenko y Sharon Fichman.

En 2019, estuvo a un paso de consagrarse en el Abierto de Monterrey al perder en Semifinales. 

Hoy, busca destacar en el Abierto de Zapopan, en el que debutó en singles en 2019, pero cayó junto a Laura Pigossi ante Fichman y Reka-Luca Jani.

Giuliana ya sabe lo que es vivir y jugar dentro de una burbuja, teniendo a Netflix, el ping pong y las cartas como sus aliados.

La tricolor se ha adaptado a los cambios en su especialidad: tiene prohibido chocar las manos con su pareja durante el partido, sólo las raquetas, además de que antes de cada punto no pueden platicar de cerca.

Lo mismo ha jugado con o sin gente. En el último Abierto de Australia llegó a los Cuartos de Final junto a Fichman, en lo que fue su mejor resultado en lo que va de su carrera deportiva.

En el primer Grand Slam de la temporada fue de las pocas jugadoras que guardaron una cuarentena previa poco menos restrictiva, después de no llegar en uno de los 3 vuelos donde se detectaron positivos por Covid-19 y que mantuvo a 72 jugadoras y jugadores en confinamiento estricto.

Olmos tuvo acceso a las canchas durante un periodo de 5 horas con horario establecido, después volvía a su habitación y sólo abría la puerta en caso de recibir comida, toallas o agua.

Todas las mañanas se realizó una PCR para determinar si había contraído el virus que detuvo por 5 meses el tenis femenil el año pasado, de marzo a agosto.

En esta temporada 2021, ha jugado el torneo Yarra Valley Classic y quedó eliminada en la primera ronda contra las estadounidenses Ashleigh Barty y Jennifer Brady, la número uno del mundo y la finalista en singles del Abierto de Australia.



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