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Exige Alfaro ‘dar la cara’

Matanza en Tonalá motiva mensaje del gobernador de Jalisco

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, señaló que el asesinato de 11 personas cometido este sábado en Tonalá y el de dos más ocurrido el mismo día en Guadalajara fueron cometidos por el crimen organizado y, en ese sentido, recordó que es responsabilidad del gobierno federal combatirlo, por lo que le exigió “dar la cara” por este tipo de hechos.

En un mismo día fueron ejecutadas 13 personas en Jalisco.Exige Alfaro ‘dar la cara’

Señaló que aunque las corporaciones municipales y estatales hacen su trabajo, el combate a la delincuencia organizada es tarea de la federación.

“Todas las corporaciones de seguridad en Jalisco actuaron coordinadas e inició una importante movilización policiaca y de investigación que continúa su curso. Pero esto no puede seguir así. La lucha contra el crimen organizado es responsabilidad de Gobierno federal por disposición constitucional”, indicó.

Alfaro señaló que en materia de seguridad su administración ha hecho su labor al reducir los índices de delitos del fuero común y lamentó que se responsabilice a su gobierno por lo ocurrido: “Siempre he dado la cara para informar a los jaliscienses sobre los temas de seguridad. En dos años logramos reducir a la mitad los delitos de fuero estatal y seguiremos haciendo nuestra parte, pero, mientras sucedan este tipo de actos, pareciera que de nada sirve, que solo hay una cara responsable”.

Así, exigió que el gobierno federal asuma su responsabilidad e informar qué está haciendo para combatir la delincuencia organizada en la entidad.

“Es tiempo de que el Gobierno federal y sus instituciones de seguridad también den la cara ante la difícil situación que vivimos en Jalisco como en el resto del país. Tenemos toda la voluntad de seguir sumando esfuerzos, pero cada nivel de Gobierno tiene que cumplir e informar lo que le toca”.

GUERRA EN EL BAJÍO

A sangre y fuego, el “Cártel Jalisco Nueva Generación” se apodera del mercado de las drogas en Guanajuato y, desde este territorio, perfila “la vía libre” para el trasiego de narcóticos desde el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, hacia la frontera, en ruta por el noreste, de acuerdo con especialistas.

En seis años, la estrategia sustentada en dinero, capacidad de fuego y atracción de bandos contrarios le permitió a este grupo delictivo conquistar 60% del territorio estatal, sin alcanzar el dominio en las ciudades de la zona Laja-Bajío, donde el “Cártel Santa Rosa de Lima” se sostiene a pesar de la captura de José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”.

En Guanajuato, desde octubre de 2017, la presencia del “Cártel Jalisco Nueva Generación” fue más notoria cuando Yépez Ortiz le declaró abiertamente la guerra a los de Jalisco, por la disputa del robo de combustible en el llamado triángulo del huachicol, formado por los municipios de Apaseo el Grande, Salamanca, León, Irapuato y Celaya. 

Las balaceras, masacres, ataques y el tiradero de muertos que desde entonces ubican a Guanajuato en el primer lugar nacional en homicidios dolosos son el reflejo de la guerra entre los cárteles locales y el “Cártel Jalisco Nueva Generación”, afirman expertos en seguridad pública.

Los titulares de la Fiscalía General del Estado, Carlos Zamarripa, y de la Secretaría de Seguridad Pública local, Alvar Cabeza de Vaca, han dicho que más de 80 por ciento de los homicidios dolosos tienen relación con la disputa por la plaza entre “Cártel Jalisco Nueva Generación” y “Cártel Santa Rosa de Lima”.

David Saucedo, especialista y consultor en seguridad pública, considera que la guerra de cárteles en Guanajuato tiene tres frentes: el de León, entre el “Cártel Jalisco Nueva Generación” y “La Unión de León”; el del “Cártel Jalisco Nueva Generación” contra el “Cártel Santa Rosa de Lima”, en la zona huachicolera y en la del sur, donde aparentemente el “Cártel de Sinaloa” pelea contra el de Jalisco, en refuerzo del “Cártel Santa Rosa de Lima”.

El experto detalla que la determinación del “Cártel Jalisco Nueva Generación” de conquistar las plazas se debió al deseo de controlar las rutas de trasiego del fentanilo, “droga más redituable que la cocaína”, a una disputa por ruta comercial y, por otro lado, el control del mercado interno del menudeo de drogas de diseño.

Susana Martínez, especialista en política criminal de la Universidad de Guanajuato, explica que las organizaciones criminales tienden a ir a lugares donde se mueve dinero y existe la manera de que sus negocios florezcan.

“La delincuencia organizada se inclina por estados que son clave por la posición geográfica, vías de comunicación con otros, espacios que hay para esconderse y para mantener sus actividades”, considera.

LA ESTRATEGIA

En su avance, el “Cártel Jalisco Nueva Generación” desplegó sus grupos élite, poderoso armamento y gran cantidad de sicarios. Ha ganado terreno en León, San Francisco y Purísima del Rincón, Silao, Romita, Irapuato, Huanímaro, Abasolo, Valle de Santiago, Pueblo Nuevo y Pénjamo; además, despliega sus grupos en otras regiones.

El avance del cártel ha sido paulatino: a sangre y fuego o recurriendo a la táctica de abrir franquicias, induciendo a los jefes de plaza de cárteles contrarios a cambiar de bando, recurriendo a la traición y la deserción para apoderarse de los municipios.

“Va a la conquista de cada calle y colonia hasta dominar las ciudades. Ha alcanzado presencia en 50% de León, la otra mitad sigue bajo el control de ‘La Unión de León’, una confederación de cárteles de más de 25 años de antigüedad”, explica Saucedo.

El consultor refiere que la guerra de cárteles en Guanajuato empezó en León, en la recta final del trienio de la alcaldesa Bárbara Botello (2012-2015), cuando el “Cártel Jalisco Nueva Generación” decidió apoderarse de la ciudad y entró en confrontación con La Unión de León.

“León fue el primer punto de invasión, una cabeza de playa, por llamarlo de alguna manera; la siguiente fue en Pénjamo. De León saltaron a los pueblos del Rincón: saltaron a Silao, a Romita,  evidentemente llegaron a Irapuato y fueron extendiéndose de oeste a este.

“En el caso de Pénjamo, lo que hizo el ‘Cártel Jalisco’ fue desarticular a las células michoacanas que estaban teniendo el control del municipio desde el gobierno del alcalde priista Jacobo Manríquez. En aquella época, el CJNG dio al gobierno federal las coordenadas de localización de los liderazgos de Los Caballeros Templarios”, detalla Saucedo.

En León se está viendo un recrudecimiento de la violencia y podría venir un repunte de los homicidios, debido a que el “Cártel Jalisco Nueva Generación” reforzó las células que tiene en esa ciudad: trajo más elementos, más sicarios.

“Están tratando de conquistar las zonas que están bajo el control de La Unión de León, colonia por colonia”, afirma.

“Por su parte, La ‘Unión de León’ también contesta los ataques que recibe, y toma venganza. Entonces, en la zona de León tenemos este conflicto.

“La guerra entre los cárteles ocurre ante la presencia de la Guardia Nacional, que no tiene gasolina para moverse, y la fiscalía estatal, que sólo llega a levantar cadáveres, o la policía que llega después de que ocurrieron los enfrentamientos”, afirma.



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