Estadio de Vallecas permanecerá cerrado al público por seguridad

El Estadio de Vallecas permanecerá cerrado al público por seguridad hasta que se acaben las obras de remodelación, según ha comunicado a LaLiga la Comunidad de Madrid, propietaria del campo. LaLiga ha decidido aplazar, a una fecha aún sin concretar, el partido Rayo Vallecano-Athletic Club que estaba previsto disputar el 1 de septiembre. 

El Rayo Vallecano ha mostrado su sorpresa ante la decisión de la Comunidad de Madrid. Según un comunicado del club, en las reuniones previas se garantizó que las obras no interferían en la celebración de los partidos. 

El pasado 19 de agosto, al término del encuentro entre el Rayo y el Sevilla, un niño de cuatro años se precipitó por el hueco de una valla en uno de los fondos del Estadio de Vallecas. El menor cayó a una fosa de entre un metro y un metro y medio de profundidad en la que se apilaban ladrillos, escombros y diferentes restos de las obras que se están acometiendo en el feudo del equipo madrileño. El suceso, que terminó en un susto, llevó a la Comunidad de Madrid a revisar y extremar la seguridad del estadio.

El campo está en obras desde el final del pasado campeonato liguero, cuando el gobierno regional, que es el propietario de las instalaciones, invirtió 1,2 millones de euros en una reforma. El objetivo de la misma se limita a pasar la Inspección Técnica de Edificios.

Desde la Comunidad aseguran que el pasado mes de junio, cuando arrancaron las obras, ya sugirieron al Rayo que solicitará a LaLiga y a la Federación jugar como visitante las tres primeras jornadas. Esta medida, según el gobierno regional, era la más apropiada, ya que la constructora estimó un plazo de unos tres meses para finalizar la remodelación —hasta el 15 de septiembre—. Sin embargo, el Rayo reconoce que no se realizó ninguna petición al respecto a los organismos.

Durante el duelo ante el Sevilla, los socios se quejaron en las redes sociales de la suciedad en las butacas y en los baños y la presencia de escombros en las gradas. La Comunidad dijo entender entonces el enfado de los aficionados, pero afirmó que la presencia de este tipo de elementos en el campo era inevitable: "Pactamos con la empresa acotar todo en una zona vallada y así se hizo". Pero la responsabilidad de la suciedad en el estadio, según el gobierno regional, es del Rayo.